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Alonso, a las puertas del podio 100: filosofía samurái, colección de coches y su gran cambio posdivorcio
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20 AÑOS DE CARRERA

Alonso, a las puertas del podio 100: filosofía samurái, colección de coches y su gran cambio posdivorcio

A las puertas de alcanzar su podio número 100, repasamos cómo es Fernando Alonso cuando se quita el mono y el casco

Foto: Fernando Alonso, a su llegada al Gran Premio de F1 de Arabia Saudí. (Reuters)
Fernando Alonso, a su llegada al Gran Premio de F1 de Arabia Saudí. (Reuters)

“Lo de Alonso no es algo normal” es una de las frases que más hemos escuchado durante los últimos 20 años y que más se han repetido desde que hace apenas una semana Fernando Alonso consiguiera un nuevo podio en su carrera, el número 99, en el inicio de la temporada de Fórmula 1. Hoy podría conseguir el número 100 y la ‘alonsomanía’ está más viva que nunca.

No es para menos. “Empezó con 20 años a ganar grandes premios, tiene 41 y se mete 136 vueltas de entrenamiento en un solo día”, nos comenta uno de los periodistas del motor más consolidados. “Su vida es competir tanto dentro como fuera de la pista”.

placeholder Fernando Alonso, en su podio número 99. (EFE/EPA/Ali Haider)
Fernando Alonso, en su podio número 99. (EFE/EPA/Ali Haider)

Una vida en la que los desafíos al volante, desde niño, han sido su obsesión. Campeón del mundo de karting con 15 años, aunque ha tenido varias parejas, los expertos consultados coinciden: “Lo más importante en su vida es ganar”. Fue feliz con Raquel del Rosario, con sus otras parejas también, pero en su escala de prioridades, “competir es lo primero”.

A pesar de compartir su vida desde hace un año con la periodista Andrea Schalger, Alonso vive volcado en volver a convertirse en leyenda. “Vive como un monje, enfocado en ganar. Hasta ha cambiado la dieta consciente de que su cuerpo ya no es el que era a los 20. Ha vuelto a la Fórmula 1 con una obsesión. La presión es tremenda pero él está preparado para todo”.

Con una disciplina férrea y con las enseñanzas del código samurái por bandera, su cabeza funciona como la de un guerrero que nunca se rinde. ¿Pero cómo es el Fernando Alonso que no vemos? ¿Qué queda cuando cuelga el mono y el casco y se va a su casa?

“Nada. Su vida es esto. Y acaba la temporada y llama a sus amigos y se va a correr carreras de karting en Bahrein. Tiene un sentido competitivo brutal. Tiene que estar en juego para ganar permanentemente”, le describen los que mejor le conocen. “Se pica en todo. Hasta jugando a la PlayStation. Tiene esa insatisfacción permanente que le hace estar a un nivel altísimo todo el tiempo”. No es lo único. También tiene una gran adicción: la adrenalina.

“La presión y la gestión va un poco en el carácter. La presión no le afecta y cuanto más duro es el desafío, más se crece. Está en la élite física y mentalmente y cuando se pone un objetivo, no hay nada que le distraiga”.

Raquel, su familia y un gran cambio

De todas las parejas conocidas de Fernando Alonso, entre las que destacan nombres como los de las modelos Xenia Tchoumitcheva y Dasha Kapustina y la también asturiana Lara Álvarez, quizá la que más vinculamos al piloto siempre será Raquel del Rosario, con quien comenzó a salir cuando ganó el primer mundial de Fórmula 1 en aquel evento en el que le entrevistó José Ramón de la Morena y con quien al poco se casó.

Lo hicieron en la más estricta intimidad en la pequeña localidad asturiana de Limanes un frío 17 de noviembre de 2007 y no en Maldivas, donde algunos medios apuntaron en aquel entonces. “Alonso está muy vinculado a su tierra Asturias y algo en él cree que los colores de la bandera, protagonistas del monoplaza de Renault que le llevó a la fama, tuvieron algo que ver”, nos comentan personas de su entorno.

Es una persona muy tradicional, con valores como la lealtad y el trabajo duro muy arraigados. Y sobre todo, muy introvertido. Eso sí, algo cambió cuando se separó de Raquel”, aseguran. La cantante de El Sueño de Morfeo se convirtió durante el tiempo que estuvieron juntos en su sombra. Le acompañaba a las carreras viajando con él por el mundo, a los rodajes de una punta a otra del planeta. “Desde que cruzaron las miradas en aquel escenario de la Casa de Campo fueron inseparables. Bueno, hasta que el amor se rompió”, comentan.

placeholder Fernando Alonso y Raquel del Rosario, en una imagen de archivo. (Gtres)
Fernando Alonso y Raquel del Rosario, en una imagen de archivo. (Gtres)

“En ese momento, algo cambió en la forma de ser de Fernando. Era muy cerrado y cuando aquello terminó se volvió más abierto con la gente que tenía más o menos cerca. No solo a su familia y amigos, que son su círculo de toda la vida, sino a los periodistas, compañeros de equipo. La quería mucho y la ruptura le transformó”.

El piloto proviene de una familia relativamente humilde, le costó mucho llegar arriba, buscando patrocinadores y entrenando hasta la extenuación para ser el mejor y que los ojeadores se fijaran en él. “Cuando vio que empezaba a llegar, se cerró. Es un tío muy tímido, introvertido, pero la vida y el tiempo le han dado tablas. Para él, hasta su separación el mundo exterior era una invasión. Ahora lo sigue siendo, pero mucho menos”.

Un cambio que propició que por fin una productora pudiera grabar un documental sobre él con su participación y que enloqueció a unos fans que han seguido su carrera como las de otros grandes deportistas españoles como Perico Delgado.

Entre sus aficiones está la de coleccionar coches. “Lo hace porque obviamente le gustan, pero también como inversión. Siempre va un paso por delante”. Y también es muy madridista. "Sigue al Real Madrid desde niño y es habitual verle con camisetas de su equipo por el paddock".

En cuanto a la relación con su familia, “nunca ha olvidado cuáles son sus orígenes". Se casó en Asturias y siempre que puede viaja para visitar a sus padres (su padre gestiona su museo) y su hermana, médico de profesión. Todos ellos están alejados de la fama, igual que sus amigos de toda la vida. “Es muy amigo de sus amigos de la infancia, les ayuda mucho. Aunque está continuamente rodeado de gente, Fernando es una persona de círculo íntimo, pequeño y fiel. Hay dos Alonsos: el guerrero y el de casa, Fernando. Los dos son implacables y no soportan la mentira. Con él tienes que ser directo y sincero”, aseguran quienes le tratan cada día.

Filosofía samurái

“Él sabe que es uno de los mejores de la historia. Tiene carisma y personalidad. Alonso es historia. Es una figura que va más allá de su concepción de piloto. Es una leyenda en vivo”, confiesa uno de los periodistas consultados.

Uno de sus principales valores es la perseverancia. “Se siente un guerrero samurái y es un gran amante de su filosofía, del arquetipo con código de honor”.

Un éxito que va más allá de sus habilidades al volante. “Es muy inteligente. La energía y la información las dosifica muy bien. Tiene un cerebro privilegiado. También tiene una seguridad brutal en sí mismo. No es vanidoso ni ostentoso. No es un Hamilton. Tiene mucho orgullo de campeón, pero no se ha subido a la ola, lo que le ha acercado aún más a la gente”.

'Alonsomanía' al alza

No es de extrañar que la denominada ‘alonsomanía’ sea un fenómeno hoy tan al alza como en 2005, cuando la consultora Personality Media recogió en su Estudio de Mercado los primeros datos de imagen de Fernando Alonso, “el piloto joven más controvertido y menos paciente que quizás hemos visto en estos últimos años”.

“Esa madurez a la hora de enfrentarse a los medios alejado ya de las polémicas logra una mejora continuada año tras año, sobre todo son los jóvenes, que seguro que no guardan incidentes del pasado, y tienen puesta toda la atención e ilusión en el 2 veces Campeón del Mundo”, rezaba el informe.

Hoy su actitud es la misma. “Luchador, alejado de la polémica y tras la pericia mostrada tanto en F1, como en el Dakar, Indianapolis o Le Mans, su imagen toca uno de sus mejores momentos”.

Fernando saca entre 0,5 y 0,8 puntos a Carlos Sainz al público más joven en muchos aspectos de imagen del Estudio de esta consultora: Profesional (7,8), Saludable (7,6), Líder (7,3), Confianza (6,8) y Marcar Tendencia (6,7), a diferencia de Carlos que recibe 7,0, 6,8, 6,2, 6,3 y 5,9, respectivamente.

Para las marcas, siempre ha sido un valor al alza durante estos años. Según apuntan desde Personality Media, Mapfre ha sido la que, de la mano de Fernando Alonso, ha logrado un mayor crecimiento este año, hasta la primera posición, con un 12% tras ser uno de los pocos patrocinadores que ha activado realmente su patrocinio, incluyendo al deportista en varias campañas publicitarias a lo largo de su colaboración. Renault (10%) ha rebajado su recuerdo con el cambio de denominación a Alpine, que suma un 6%. En cuarto lugar, y ya sin relación con el piloto pero de vuelta a la F1, continúa Banco Santander (5%).

Te guste o no te guste Alonso, consiguió algo histórico en una disciplina deportiva en la que los españoles, hasta ese momento, nunca habían conseguido destacar. “La F1 era el escenario de las mejores multinacionales y donde los países con mayor nivel de vida peleaban por estar acogiendo carreras. España no podía competir. Llegó Alonso y cambió la percepción de España fuera de nuestras fronteras. Es el espectáculo deportivo más global y tener todas las semanas en 24 países del mundo a Alonso como ganador le convirtió en un embajador brutal para España”.

Llegar y ser bueno es difícil, llegar y ser Alonso es casi imposible.

“Lo de Alonso no es algo normal” es una de las frases que más hemos escuchado durante los últimos 20 años y que más se han repetido desde que hace apenas una semana Fernando Alonso consiguiera un nuevo podio en su carrera, el número 99, en el inicio de la temporada de Fórmula 1. Hoy podría conseguir el número 100 y la ‘alonsomanía’ está más viva que nunca.

Fernando Alonso