Fotos exclusivas | Los motivos por los que Tamara no podrá mudarse a su ático de lujo hasta después de su boda

Tamara Falcó está viviendo el año más especial de su vida. Su reconciliación con Iñigo Onieva en lo que ellos mismos denominaron ‘un milagro navideño’ trajo consigo el regreso de sus planes de boda. Se casarán, si nada ni nadie lo impide, el 8 de julio en El Rincón. Eso sí, no podrán mudarse a su nuevo nidito de amor hasta después de su gran día. Y sabemos los motivos.

Aunque la marquesa de Griñón recibió las llaves de su exclusivo ático de lujo en la Florida el pasado mes de junio y los planes previstos pasaban porque a finales del otoño pudiera por fin hacer la esperada mudanza a su casa nueva, lo cierto es que aún le quedan varios meses para poder entrar a vivir en el que será el hogar de sus sueños.

Tal y como ha podido confirmar Vanitatis, las obras aún van para largo. El ático ahora está en manos de sus decoradoras de confianza, Pilar Jiménez y Berta Jorde, fundadoras de Drömmeri Interiorismo y encargadas de otros proyectos en casa de Preysler, como el vestidor de Tamara o la impresionante cocina que instalaron junto a Porcelanosa tras su victorioso paso por ‘MasterChef Celebrity’.

Ellas también fueron las encargadas de decorar el coqueto apartamento al que se mudó con Iñigo al poco tiempo de conocerse en el centro de Madrid y cuyo portal ha sido tantas veces escenario de sus fotos en los medios de comunicación. Con grandes ventanales y unas vistas espectaculares al Pardo y Madrid, Tamara volverá a apostar por el estilo minimalista que define su casa de ahora, decorada en tonos neutros, donde imperan el blanco, el crudo y el beis.

La aristócrata lo tiene claro, quiere "una casa de revista", y para eso, lo mejor es cumplir con los tiempos, por mucho que tengan que alargarse. Ahora mismo, según unas fotos a las que ha tenido acceso Vanitatis en exclusiva, la vivienda se encuentra en plena reforma, aunque avanza a pasos agigantados. Si hace unas semanas, montañas de material de obra se acumulaban en la inmensa terraza con piscina privada de la que dispone el ático y que pudimos ver en su reality en Netflix, ‘La marquesa’, en las imágenes a las que ha tenido acceso Vanitatis en exclusiva, ya han desaparecido lo que significa que la parte estructural ya estaría resuelta (tabiques, fontanería...) y ya solo quedaría ir cerrando detalles.

Un retraso en los planes de Tamara que tienen una explicación. Según nos comentan personas de su entorno, Falcó paralizó las obras cuando rompió con Iñigo. Centrada en recuperarse y en interrumpir lo menos posible su nivel de compromisos profesionales, dejó en un segundo plano todo lo que no era prioritario en ese momento. Una de las carpetas que metió en un cajón fue la del proyecto de reforma de su ático, en el que tanto cariño estaba poniendo de cara a convertirse en su primer hogar junto a Onieva. Para ella era muy doloroso pensar que todos sus planes se habían diluido y prefirió no seguir adelante hasta estar mejor.

Semanas después, cuando finalmente decidió perdonarle y continuar con los planes de boda, rescató las ideas de las decoradoras y retomó la obra de reforma. Unos planes que se encuentran a mitad de camino y que, entre otras cosas, le han impedido organizar su pedida de mano, que tal y como adelantábamos en Vanitatis tendrá lugar el próximo 22 de abril, en la amplísima terraza antes mentada.

Minimalista y con muebles de El Rincón

Tamara, por lo general, no es una mujer de excesos, por lo que se espera que su nueva casa, tanto la reforma como la decoración, se rija por el tan manido criterio de ‘menos es más’.

En su actual apartamento, los suelos de parqué de madera clara y paredes decoradas con pocas piezas, pero de gran signifiacado para la marquesa de Griñón, combinan a la perfección con muebles de estilo más moderno con líneas limpias y una combinación de texturas y materiales que hacen los espacios aún más grandes y que reflejan la luz en cada rincón.

Muebles y demás artículos que es posible que volvamos a ver en su nueva casa combinados, según nos confirman, con algunos recuerdos traídos del palacio El Rincón, última residencia (y más especial) de su padre, Carlos Falcó, fallecido tristemente a principios de la pandemia a consecuencia de complicaciones derivadas del covid.

La relación de la aristócrata con su padre era extraordinaria y, tal y como ella misma ha confesado en diferentes ocasiones, siempre ha estado, está y estará presente en su día a día. Fue a ella a quién legó su más famoso título, el marquesado de Griñón, por el que se le conocía a pesar de tener otros con grandeza de España, y en ese espacio Tamara y su hermano mayor, Manolo, abrirán un restaurante a finales de año en honor a él.