El lenguaje corporal de Rosalía: diferencias entre su videoclip con C. Tangana y con Rauw Alejandro

Hay noticias que se anuncian mejor con música. Tal vez por eso Rosalía y Rauw Alejandro han convertido su colaboración musical en el anuncio oficial de su compromiso. La pareja planea pasar el resto de su vida juntos, y ‘Beso’ es la forma en la que se lo han contado al mundo, en los segundos finales, mostrando el anillo a cámara y las lágrimas de felicidad de la artista, una declaración de amor que acaba con una promesa.

Una relación que devolvió a Rosalía la fe en los hombres, tal y como confirmó durante la entrevista que la pareja concedió a Ibai, donde disimularon y esquivaron las preguntas sobre una futura boda, esperando el momento de anunciarlo al mundo a su manera.

Hasta el momento, la cantante no había tenido relaciones que la convencieran, pero fue conocer a Rauw Alejandro y enamorarse de su forma de ser, de su vulnerabilidad y sus ganas de “querer y ser querido”. Una gran diferencia con la anterior relación conocida de Rosalía, la que mantuvo con C. Tangana y que estuvo marcada por los altibajos. Ellos también colaboraron musicalmente, en ‘Antes de morirme’, y las diferencias no podrían ser más evidentes.

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Para empezar porque son personas distintas, relaciones diferentes y momentos muy dispares en la vida de Rosalía. Dos canciones que no tienen nada que ver, ni en forma, ni en fondo, ni en la manera en la que la artista se muestra. En una contenida, tal vez embelesada; en la nueva, libre, feliz y con ganas de comerse el mundo y a su pareja, llenarle de ‘besos’.

‘Antes de morirme’ con C. Tangana

En esta canción, Rosalía no era la artista que es hoy día. Aunque ya era una artista en toda regla, su presencia era imponente y su voz resultaba impactante. Sin embargo, no hay duda de que el protagonista de la canción es él, a pesar de que comenzara a ser más conocida a la vez que ella iba ganando protagonismo. Una canción que habla de vivir la vida al máximo, exprimiendo cada segundo.

Rosalía tarda en aparecer y, cuando lo hace, es él quien se acerca a ella, con una actitud seductora que contrasta con la postura sumisa de la artista en esos primeros momentos, dejando que sea El Madrileño quien lleve la voz cantante. Miradas retadoras a cámara que contrastan con la placidez que muestra con la cabeza apoyada en el hombro del cantante, con media sonrisa en su rostro.

Durante este videoclip, Rosalía acaricia con ternura el cabello de quien era su pareja, un gesto que muestra atracción y cariño, también le abraza por la espalda, momentos donde demuestra su interés por el artista, pero todos ellos enmarcados en un videoclip cuidado y coreografiado, donde la pareja presume de química y de atracción, igual que la propia canción.

Naturalidad para Rauw Alejandro

Su relación con Rauw es completamente diferente, como también lo es la canción que comparten. La pareja se encuentra en un gran momento y los gestos de la artista en entrevistas la delatan. No duda en inclinar la cabeza cuando mira a su pareja, un gesto de escucha, pero también, como establece el coach Wilmar Velasquez, “en las mujeres suele utilizarse en la seducción, volviéndose más atractivas a los hombres al mostrar su cuello”.

Durante la entrevista con Ibai, este fue un gesto que se pudo ver varias veces, así como otros que también muestran interés y atracción, “con una mirada intensa y se acaricia un poco el labio inferior con los dientes”, recoge en su cuenta de TikTok el experto en lenguaje no verbal Soy Criminólogo.

En el videoclip que comparten, Rosalía es la gran protagonista. Si bien es cierto que ambos comparten planos, no hay duda de que los espectadores tienen el punto de vista de Rauw más a menudo, una admiración hacia su pareja abierta y sin secretos. Ella se muestra contenta, alegre, feliz y sonriente en la gran parte de las imágenes, que parecen ser vídeos grabados por la propia pareja en momentos íntimos.

De este modo muestran que son iguales ante la cámara, porque también hay momentos en los que la miran y cantan la canción, que cuando nadie les ve. Se tocan constantemente, se buscan cuando están cerca y se comen a besos.

Rauw es el mayor admirador de su chica y esto se nota en cada fotograma del vídeo, que le corresponde constantemente, por ejemplo, abrazándole por la espalda, un gesto que se relaciona con la protección, quiere cuidarte, pero también señala que no quiere dejarte marchar. Un gesto que, en este caso, también vemos en él. Bailan, se abrazan, se buscan, se besan y se muestran naturales (todo lo que una producción así puede permitir).

Ver este videoclip es como colarse en el mundo de Rosalía y Rauw Alejandro, compartir con ellos un momento de intimidad, y en él la cantante no podría parecer más feliz y ella misma.