Muere Josep Piqué: tres hijos y una boda con Gloria Lomana que tenía que haber sido secreta

Este jueves a primera hora nos enterábamos del fallecimiento del que fuera ministro de Asuntos Exteriores y de Industria durante los dos gobiernos que lideró José María Aznar. Un político con pocos enemigos públicos y que está recibiendo numerosos homenajes en redes sociales, incluyendo a muchísimos compañeros del Partido Popular o el presidente, Pedro Sánchez. Josep Piqué ha muerto a los 68 años, dejando tres hijos y un gran amor, Gloria Lomana, con quien protagonizó una curiosa boda que tenía que haber sido secreta.

Ha sido precisamente la periodista quien ha anunciado a través de sus redes sociales el fallecimiento de su marido junto a un comunicado emitido por la familia. Lo ha hecho con un emotivo mensaje lleno de admiración hacia el hombre con el que se casó en 2009 tras dos años de una relación que le valió a Lomana numerosas críticas, dado que muchos la acusaron por aquel entonces, como directora de los informativos de Antena 3, de no ser imparcial. "Consternada por el fallecimiento del amor de mi vida, Josep, GRACIAS por el cariño que me estáis transmitiendo. Su integridad, fortaleza, amor a la familia, al trabajo y a la vida nos acompañarán siempre", escribe.

La periodista, además, informa de que podrá ser velado este viernes por la mañana en el madrileño tanatorio de la M30, donde seguro no faltan muchos rostros de la política de nuestro país, a pesar de ser unos días más que señalados en el calendario vacacional. Allí la familia de Josep Piqué, capitaneada por Gloria Lomana y los tres hijos que tuvo de su primer matrimonio con la ginecóloga Margarita Montaner, recibirá todas las condolencias y las muestras de cariño, las mismas que se llevan sucediendo desde que se comunicara la triste noticia.

Una boda que tenía que haber sido secreta

La relación de Gloria Lomana y Josep Piqué saltó a la luz en 2008, aunque se habían conocido un año antes. Se dijo entonces que la chispa había saltado mientras ella lo entrevistaba, ya que, como directora de los informativos de Antena 3, era la encargada de tener esos esperados cara a cara con las figuras políticas de primera línea de nuestro país. El hecho de que su noviazgo pusiera en tela de juicio su imparcialidad hizo que la pareja llevara su amor de la forma más discreta posible. Incluso llegaban a salir y entrar de los actos públicos en los que coincidían por separado, evitando así unas fotografías de las que siempre huían.

Por esa discreción planearon su enlace en la más estricta intimidad. Estaba previsto para el 22 de mayo en la Casa de la Panadería, en plena Plaza Mayor de Madrid, e iba a ser oficiado por Alberto Ruiz-Gallardón, entonces alcalde de la capital y amigo íntimo del novio. Todo estaba planeado y organizado en secreto con el fin de, como habían hecho hasta entonces, evitar ser protagonistas de noticias que no tenían que ver con su profesión, sino con su vida privada, con la que eran estrictos.

Pero muy a su pesar, la noticia de su boda se filtró y esa mañana de mayo corrió como la pólvora por las redacciones. Y no solo las de los medios dedicados a la política y la actualidad, sino también de aquellos más dedicados al mundo de los famosos, precisamente lo que querían evitar, pero sin éxito. Así, la imagen de los recién casados se movió a la misma velocidad que se había filtrado la noticia de su boda. Y aunque no estaba previsto que tuvieran que posar ante las cámaras convertidos en marido y mujer, lo hicieron sonrientes y algo más relajados.

Desde entonces, llevaron su relación con más naturalidad, aunque esas acusaciones de falta de objetividad pasaron factura a la carrera de Gloria Lomana, que acabaría dejando la dirección de informativos en 2016.