Sin rastro de Lequio: Ana Obregón nombra a toda la familia de su nieta sin mencionar a su abuelo

Tras los numerosos debates generados por la decisión de Ana Obregón de aumentar la familia, la presentadora ha intentado acabar con todas las dudas y comentarios, aclarando, por un lado, su posición económica, y por otro, el futuro de Ana Sandra, ya que la edad de la actriz ha hecho que muchos pongan sobre la mesa la conveniencia de traer una niña al mundo. Es una carta en la que, aunque nombra a la familia de su nieta, no hay ni rastro de Alessandro Lequio, el otro abuelo de la pequeña, quien, de momento, ha preferido mantenerse al margen.

Como viene siendo habitual, lo ha hecho a través de sus redes sociales, donde va soltando poco a poco pinceladas de esta nueva etapa de su vida y de los primeros días de vida de Ana Sandra, el nombre escogido para ella. Un mensaje tajante en el que intenta despejar las dudas de qué pasará con la pequeña en unos años, cuando el transcurso lógico de la vida sitúe a Ana Obregón en una edad donde necesite más cuidados de los que pueda dar. Y, por supuesto, son unas palabras en las que no falta un especial recuerdo para su hijo, Aless Lequio.

"Cuando las miradas de amor infinito no necesitan palabras. Quién me iba decir a mí que 30 años después estaría dando el biberón a tu hija, mi Aless. Ojalá siguieras aquí con nosotras. Ojalá el cáncer no te hubiera robado el derecho a vivir, ojalá perdones desde el cielo a los que ahora niegan el derecho a vivir de tu hija. Y a ti, mi Anita, te cuidaré y te protegeré, nunca te faltará mi amor inconmensurable ni nada económico, porque para eso tu abuela trabajó 40 años, esperando que tu papá lo heredara algún día y solo espero que, cuando seas mayor rodeada del amor de todos tus primos, de tus 11 tíos, de tu abuela y de tu papá en el cielo seas una mujer fuerte, feliz, generosa, solidaria y sana, y que perdones como yo lo he hecho a los que te negaron tu derecho a vivir. Gracias mi Anita, por devolverme la vida".

Ana Obregón acompaña estas contundentes palabras con una foto de ella misma dando el biberón a la pequeña y otra, de hace 30 años, dando el biberón a su hijo. La misma pose, la misma imagen, la misma mujer, pero con tres décadas de diferencia que la han convertido en una persona diferente, especialmente por ese trance que vivió hace tres años, cuando perdió a su único hijo, Aless Lequio, después de meses intentando superar un diagnóstico de cáncer que, casi desde el principio, fue poco esperanzador.

Así, por un lado, Ana Obregón intenta zanjar las dudas de los más escépticos sobre qué pasará con la niña cuando la presentadora alcance cierta edad o, si el destino se pone caprichoso, ella falta antes de lo esperado y lo natural. Sus palabras dejan claro que Ana Sandra no va a estar sola, porque familia, desde luego, no le va a faltar, ya que menciona a 11 tíos de la niña, además de sus primos. Entendemos que se refiere tanto a sus hermanos como a la hermana de Alessandro Lequio, además de Clemente Lequio, que manifestó estar deseando conocer a la pequeña, y la hija que el italiano tiene con María Palacios.

Por otro, también deja clara su posición económica, también puesta en entredicho en las dos últimas semanas, especialmente al conocerse cuánto podría haberse gastado en el proceso de gestación subrogada. Unas dudas que zanja afirmando que ha trabajado durante cuarenta años, haciendo una fortuna que estaba destinada para su hijo Aless y que en un futuro será para Ana Sandra.

¿Un olvido intencionado?

Pero lo más llamativo de esa enumeración de la familia es que no nombra a Alessandro Lequio, a pesar de ser el abuelo biológico de la pequeña y de que su segundo nombre coincide con el de Sandra Torlonia, la madre de su ex. No sabemos si el olvido ha sido por descuido o totalmente intencionado, pero desde luego lo que se ha desprendido estos días, con las pocas declaraciones que ha hecho el italiano y sus escasas apariciones durante esta Semana Santa, ha parecido que no estaba totalmente de acuerdo con el decisión tomada por su ex y el proceso que ha hecho que se haya convertido en abuelo.