Rostros conocidos y una viuda entre lágrimas: así ha sido el funeral de Sánchez Dragó
Numerosas figuras del panorama mediático, especialmente del universo cultural y literario, se han trasladado hasta la provincia de Soria para dar el último adiós al escritor
Tan solo diez minutos después de realizar una publicación en sus redes sociales -y, por lo tanto, de manera completamente sorpresiva-, el escritor Fernando Sánchez Dragó moría el pasado lunes 10 de abril a causa de un infarto en su vivienda de Castilfrío de la Sierra, pequeña localidad ubicada en la provincia de Soria. El fallecimiento del autor provocaba una gran conmoción dentro del universo cultural nacional y las reacciones en redes sociales no tardaron en llegar. Desde el literato Andrés Trapiello a Marta Rivera, la consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, transmitían sus condolencias a sus cuatro hijos y su viuda.
Este cariño, obtenido, en parte, gracias a una prolífica trayectoria profesional y una personalidad de lo más polémica, ha sido precisamente el que ha logrado que múltiples rostros conocidos, entre los que han destacado Santiago Abascal o Ramón Tamames, se hayan trasladado hasta el pueblo castellanoleonés para dar el último adiós a su amigo. Tal y como adelantaba en exclusiva Europa Press, el funeral de carácter íntimo y a puerta cerrada ha tenido lugar en torno a las 17:00 de esta misma tarde.
Con sus hijos visiblemente emocionados a las puertas del cementerio, arropados, en este caso, por los familiares más cercanos del autor, el líder de Vox ha aparecido con el objetivo de intentar transformar los ánimos de los afectados. De luto riguroso, enfundado en un clásico traje negro de líneas rectas con camisa blanca de cuello italiano y zapato oxford, el político no ha podido resistirse a realizar un último gesto de admiración hacia Sánchez Dragó, el cual siempre se mostró conforme con su proyecto al frente del país.
También entre lágrimas hemos podido ver a Emma Nogueiro, su viuda, 57 años más joven que él, con quien se encontraba en el momento de su muerte. La periodista asturiana, que ayer le dedicaba sus últimas palabras a través de su cuenta de Instagram, ha llegado a la iglesia acompañada por sus amigas y con unas gafas de sol que ocultaban ante los flashes su dolor.
El economista Ramón Tamames tampoco ha querido perderse el último adiós a su fiel amigo y, a pesar de su estado físico, se ha trasladado desde la capital a la provincia castellanoleonesa con su inseparable bastón. De esta manera, ha tenido la oportunidad de llenar, en parte, el vacío que ayer mismo confesó le había dejado la partida de Dragó.
Al finalizar la misa, los restos se han trasladado hasta el cementerio de la localidad para cumplir el último deseo del escritor. “De incinerarme nada. Yo quiero tocar la tierra”, explicaba a Vanitatis en una entrevista. En esta misma reconoció tener ya su ataúd guardado y una tumba comprada en Castilfrío desde hace años por 15 mil ‘pelas’ al arzobispo de Burgo de Osma. Sin embargo, guardará un sabor agridulce, debido a que sus cuatro mujeres no han estado en ese momento delante de su tumba, como era su mayor anhelo.
Tan solo diez minutos después de realizar una publicación en sus redes sociales -y, por lo tanto, de manera completamente sorpresiva-, el escritor Fernando Sánchez Dragó moría el pasado lunes 10 de abril a causa de un infarto en su vivienda de Castilfrío de la Sierra, pequeña localidad ubicada en la provincia de Soria. El fallecimiento del autor provocaba una gran conmoción dentro del universo cultural nacional y las reacciones en redes sociales no tardaron en llegar. Desde el literato Andrés Trapiello a Marta Rivera, la consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, transmitían sus condolencias a sus cuatro hijos y su viuda.