Lo que Irene Montero y Pablo Iglesias nos cuentan sobre su intimidad en las redes

Cuando Irene Montero decidió compartir en su cuenta de Instagram una imagen suya mirando embelesada a Pablo Iglesias mientras este le dedicaba una serenata con su guitarra, ya imaginaba que la imagen daría que hablar, porque ellos siempre son tema de conversación.

Lo que no imaginaba la ministra de Igualdad es que la tierna instantánea se haría viral por lo que ciertas personas quisieron ver en ella: concretamente lo que parecía ser una raya de cocaína y que era, en realidad, parte de una cremallera de un neceser, como se ha demostrado posteriormente. Pero el bulo, como suele suceder en estos casos, ya corría como la pólvora por las redes sociales.

"Pa’ llenar de porvenir los bolsillos del mandil", escribía la política –citando un tema del grupo de rock español Marea– junto a la imagen, que ha generado casi treinta mil respuestas, gran parte de ellas muy poco halagüeñas. Aunque ella no se ha pronunciado al respecto de la polémica, en su favor hay que decir que ha optado por no borrarla ni por desactivar los comentarios, como quizá muchos hubieran hecho en su lugar.

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Sí ha reaccionado el otro protagonista de la imagen, cuando faltan unas semanas para que arranque la campaña para las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Pablo Iglesias tiraba de su ironía habitual para compartir un titular sobre la supuesta raya y otro en el que se recogía una multa que le habían puesto por aparcar mal.

Ambos los subía a su cuenta de Twitter acompañados de un fragmento de una canción de Estopa: "Salimos de la cárcel. Metemos la primera. En el loro Deep Purple. Chirrían las cuatro ruedas. Vamos marcando el paso. Vamos rompiendo el hielo. No hacemos ni puto caso. De las señales del cielo". La banda catalana reaccionaba también con humor al tuit escribiendo: "La culpa fue del chachachá".

Pero más allá de la controversia que suele ir de la mano de Montero e Iglesias, de forma orgánica o generada artificialmente como en este caso, esta no es la primera vez que nos dejan asomarnos a su faceta más íntima a través de las redes sociales. Ya sea para compartir momentos entrañables como cualquier pareja o precisamente para negar con contundencia que ya no lo sean.

Cuando en 2021 surgieron con fuerza los rumores de que ambos habían roto su relación sentimental, Irene Montero reaccionó tajante desde su cuenta de Instagram para negar este extremo. "Me han pedido muchas veces confirmar o desmentir noticias que tienen que ver con mi vida, pero ni antes ni ahora voy a hacerlo cuando otros lo decidan por mí. Ni más ni menos que cualquier otra persona", subrayaba la ministra entonces, antes de añadir que "inevitablemente pasa que cuando la cloaca miente sobre tu pareja incluso cuando ya ha dejado la política, cuando difunde intencionadamente bulos, cuando te acosan judicialmente, cuando te persiguen en tu casa, en tus vacaciones, a tus hijos, tu familia se preocupa".

Pero como una imagen vale más que mil palabras, la política demostraba unos meses después en público su amor por el que fuera vicepresidente segundo del Gobierno compartiendo un post en el que ambos se daban un cariñoso beso durante un acto de Podemos.

En otra ocasión, esta vez con motivo de la presentación de un libro, Irene Montero regalaba a sus seguidores otra cariñosa imagen junto a Pablo Iglesias, acompañada de unas tiernas palabras. "Siempre orgullosa de ti y de todo lo que construimos mano a mano. Orgullosa de cómo nos queremos", escribía zanjando los rumores de crisis entre ellos.

Padres de una numerosa familia compuesta por tres hijos, las estampas familiares en vacaciones también forman parte de las imágenes que suelen compartir con sus seguidores en las redes. Las últimas las veíamos este verano cuando los cinco pasaban unos días de desconexión en la playa. Además de compartir un selfi suyo frente al mar, la política también nos mostraba una poco habitual imagen del politólogo junto a sus retoños, que acompañaba de la frase: "Juntos somos un buen equipo".

En esta ocasión, la pareja tuvo la precaución de no revelar su destino vacacional, para evitar lo sucedido en 2020 en Asturias, cuando tuvieron que cancelar sus días de descanso por motivos de seguridad tras sufrir algunos desagradables episodios de acoso.