El desacuerdo económico que complica el divorcio de Blanca Suelves e Ioannes Osorio, los duques de Alburquerque

Han pasado casi dos años desde que Blanca Suelves y Ioannes Osorio dieran por finiquitada una historia de amor que había durado treinta años, veinticinco de ellos casados; una historia que ahora, según ha podido saber Vanitatis en exclusiva, pasa por un desacuerdo económico pendiente de resolver por ambas partes. La desavenencia final tiene que ver con una posible indemnización del duque para la que es la madre de sus hijos. Una petición que, según confirman fuentes cercanas a este medio, ya ha sido cursada legalmente por parte de ella.

Los duques de Alburquerque fueron pareja durante varios años hasta que se comprometieron. Primero, se casaron civilmente en el castillo de Altafulla, propiedad de la familia Suelves y donde también se han casado todos los hermanos y sobrinos. Tiempo después, renovaron sus votos matrimoniales en la capilla de la finca Soto de Mozanaque, la misma que mandó construir el marqués de Alcañices en 1818.

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Sara Castellanos

Ioannes Osorio, duque de Alburquerque, lo pudo hacer al haber obtenido la anulación eclesiástica de su primer matrimonio con Beatriz Letelier, del que hubo descendencia. Este palacio fue la residencia de su padre, Beltrán Osorio y Díez de Rivera, jefe de la Casa del Conde de Barcelona, hasta su fallecimiento.

Los duques de Alburquerque, Ioannes y Blanca, tuvieron dos hijos que ya son mayores de edad, terminaron sus estudios superiores y en la actualidad viven en el que ha sido y es el domicilio familiar en la finca Soto de Mozanaque. Un lugar a veinte kilómetros de Madrid que se ha convertido en uno de los recintos preferidos para la contratación de bodas. Fue Blanca Suelves la que tuvo la idea de rentabilizar el palacio abriendo una parte del edificio y los jardines para reuniones públicas de todo tipo de eventos.

En la actualidad, esa decisión en la que su marido no confiaba demasiado ha supuesto unos ingresos importantes para el patrimonio familiar. Los inicios fueron complicados, pero con el tiempo y el tesón de la hija de los marqueses de Tamarit se hizo el milagro. Según cuentan, Mozanaque es ahora una de las fincas rentables del duque de Alburquerque. Uno de los actos más recordados fue el cumpleaños del marqués de Cubas, acto que se convirtió en la última reunión familiar. Meses después falleció.

Un lugar muy rentable

Mientras que su marido Ioannes Osorio se dedicaba a la cría de caballos purasangres para competición, Blanca Suelves se encargaba de explotar el lugar, y así lo reconocen quienes estuvieron al tanto de los inicios empresariales de la que ejerció de modelo para firmas importantes. Suelves abandonó esa parcela personal y se centró en sacar adelante su idea.

"El duque dejó manos libres a su mujer y se volcó en otro aspecto empresarial relacionado con el mundo hípico y con las visitas guiadas a las instalaciones donde se encuentran las cuadras”, aseguran.

Se ha dado la atípica circunstancia de que, tras la separación, el exmatrimonio sigue compartiendo el mismo espacio físico. En la actualidad, Blanca Suelves mantiene un noviazgo con Joaquín Güell, que a su vez fue marido de Cayetana Álvarez de Toledo. Esta historia sentimental no fue la causa de la ruptura matrimonial, extremo que confirmaron en su día amistades comunes de la pareja a este medio. El deterioro de la relación terminó con la separación y no porque hubiera una tercera persona.

Una vez que se hizo público el divorcio, parecía que era de mutuo acuerdo. Finalmente, no ha sido así. En una semanas se celebrará un juicio para dilucidar el tema económico, que no tiene que ver con el patrimonio de Ioannes Osorio, ya que ambos se casaron en régimen de separación de bienes. El desacuerdo estriba en la petición de una posible indemnización para Blanca Suelves. Esta petición legal se basa en el desarrollo empresarial que la exmodelo ha llevado a cabo. La exduquesa convirtió el palacio y su entorno en un lugar lúdico para bodas y eventos y, por lo tanto, habría que valorar económicamente ese trabajo.

Mientras la justicia dilucida si debe haber indemnización o no, Blanca Suelves ha seguido el consejo de su abogado y por ahora debe permanecer en el que ha sido el domicilio familiar. Una situación, cuando menos, complicada. Vanitatis se ha puesto en contacto con los protagonistas de esta historia. La hermana del actual marqués de Tamarit ha dado las gracias por el interés, pero es tajante: “No he hablado de mi separación y tampoco lo voy a hacer ahora”. El duque de Alburquerque, con el que este medio también se ha puesto en contacto, tampoco ha querido manifestarse.