La foto de Alessandro Lequio tras la publicación del libro de su hijo Aless y Ana Obregón

Solo seis palabras: “Caminando siempre en la misma dirección”. Con esta frase acompañada de una imagen en la que cruza una calle al lado de su hijo Aless, Alessandro Lequio ha iniciado el día después de la publicación del libro ‘El chico de las musarañas’. Así, todo parece indicar que, superada la tensión, la vida continúa para él, con su hijo fallecido en el recuerdo siempre.

Protagonista inevitable de la historia del momento, Alessandro ha tratado de mantenerse en silencio las últimas semanas, hacer muy pocas declaraciones sobre la relación con su ex, Ana Obregón, y revelar detalles de los que fue testigo durante la enfermedad de su hijo. Sus aportaciones en el sofá de ‘El programa de Ana Rosa’, donde colabora, han sido leves pero contundentes. Aunque se ha mostrado menos inflexible cuando el libro manuscrito por su hijo y completado por Ana ya está en la calle.

Quizá esta declaración se produzca después de haber leído el libro. El propio colaborador comentaba que no había recibido ninguna copia ni de la editorial ni de la propia Ana, y no parecía molesto por ello, ya que sabe que los beneficios de su venta irán destinados a la fundación que lleva el nombre de su hijo. Pero ayer aseguraba en directo en el plató del magacín de Telecinco que se lo compraría.

Y puede ser también un mensaje de alivio, una vez que este relato está en la calle. Solo ha hecho un pequeño comentario sobre su elaboración: que su hijo recogió sus reflexiones en el ordenador, y no a mano, como señaló su madre. Pero era firme al ser interrogado sobre si le habían consultado sobre su contenido antes de ser publicado. “Llevo 25 años casado y con una familia. Y tengo otra familia, mi vida es otra. Yo no tengo por qué enterarme de la vida de otra gente, es pasado remoto”, decía en directo en televisión.

Tampoco ha querido mostrar interés sobre la necesidad de conocer a su nieta, Ana Sandra, cuando Ana regrese a España con ella. Le gustan los niños, sí, como compartió con sus compañeros de programa, pero “me gustan los míos”. Respecto a la relación con Ana Obregón, no ha querido confirmar ni desmentir que estén en contacto: “Que cada uno piense lo que quiera”.

Mientras, Ana parece vivir con mucha emoción la resaca del día después de la publicación del libro. Su perfil social se ha inundado de stories de ávidos lectores que la han etiquetado y enviado mensajes de ánimo y apoyo. Entre ellos, amigos como Raúl Castillo y Susana Uribarri, y ella misma, con el libro en la mano y confirmando su aportación a la Fundación Alessandro Lequio.