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Las diferencias económicas entre Elena Tablada y Javier Ungría llevan su divorcio a los juzgados
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DECLARACIONES EXCLUSIVAS

Las diferencias económicas entre Elena Tablada y Javier Ungría llevan su divorcio a los juzgados

Tal y como explica la diseñadora en exclusiva para Vanitatis, "lo importante es el bienestar" de sus hijas. En un principio tenían un pacto verbal

Foto: Elena Tablada y Javier Ungría. (Getty)
Elena Tablada y Javier Ungría. (Getty)

Elena Tablada y Javier Ungría se separaron en junio de 2022, después de haber compartido seis años de matrimonio y una hija en común, Camila. Todo es distinto ahora: según publicaba estos días la revista 'Semana', Ungría y Tablada se verán las caras en unos juzgados de Madrid en las próximas semanas. Lo que hasta ahora parecía de común acuerdo tendrá que dirimirse en los tribunales y con sentencia de por medio. La cuestión que separa a ambos, según la revista, es la pensión compensatoria que Tablada reclama a su ex. En conversación con Vanitatis, Tablada evita extenderse en las declaraciones, pero aclara que lo importante son sus dos hijas, la menor fruto de su unión con Ungría.

En su día, la noticia de la separación publicada en la revista 'Semana' fue posteriormente confirmada por la propia diseñadora en su cuenta de Instagram. Aseguró que ambos vivían “un periodo de reflexión” y una separación que parecía ser de común acuerdo. Por ello añadía: “el amor y el respeto entre nosotros es profundo y latente”. Sin embargo, también aclaraba que lo más importante en su vida siempre serían sus dos hijas: “Si me veo en la posición de ponerlas en una balanza, siempre pesarán más ellas”.

Foto: Javier Ungría y Elena Tablada, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

Hace poco, Elena levantaba sospechas en redes, dejando entrever que la relación entre la expareja es complicada en estos momentos. “Las mamás oso siempre querrán y protegerán a sus hijos, no importa los años que cumplan. Se meten con ellas y ellas lo dejan en manos del karma; se meten con sus hijos y ellas lo convierten en el karma”, escribía la creadora de joyas.

placeholder Elena Tablada y Javier Ungría. (Cordon Press)
Elena Tablada y Javier Ungría. (Cordon Press)

Hasta ahora, Elena Tablada y Javier Ungría tenían su propio código, al margen de sentencias judiciales. El empresario se marchó del domicilio conyugal y la hija común permaneció en la vivienda familiar con su hermana y al cuidado diario de su madre. Ante esta decisión, el padre no solicitó ningún régimen de visitas, porque la diseñadora no ponía ningún tipo de trabas para los encuentros filiales. Más aún teniendo en cuenta los horarios de su exnovio, que es propietario de un restaurante de moda en el barrio de Salamanca junto con su padre.

Foto: Elena Tablada y Javier Ungría. (Getty)

Frente a los medios, parecía que la relación funcionaba. Elena Tablada mantenía su casa y Javier Ungría participaba en la manutención de su hija, pero sin que hubiera establecida una cantidad por una sentencia judicial. Tampoco habían iniciado el proceso de divorcio y los arreglos eran de palabra. Sin embargo, algunos desencuentros económicos y la intención de un equilibrio familiar han motivado que el empresario haya decidido solicitar formalmente la custodia compartida. En un principio, Ungría planteó esta medida, pero tiempo después la desestimó: le resultaba complicado conciliar su vida laboral con la crianza de una niña tan pequeña. Ahora, la ha vuelto a solicitar.

La situación hizo que a ambos les aconsejaran iniciar los trámites para un divorcio de mutuo acuerdo. Lo importante era establecer las medidas paternofiliales y, sobre todo, plantear lo que se consideró que más favorecía a la niña: convivir con su hermana en la casa materna. Además, se establecía también una cuenta común solo para la pequeña y en la que cada uno ingresaría la cantidad que pactaran. Finalmente, no llegaron a ningún acuerdo y será un juez el que marque las pautas de la separación legal.

Foto: Elena Tablada. (Getty)

Vanitatis se ha puesto en contacto con Elena Tablada, que ha confirmado la información de la revista 'Semana' en la que se anuncia la demanda de divorcio. No ha querido dar más explicaciones, salvo asegurar que no es cierto que pida una pensión compensatoria para ella. “No voy a hacer declaraciones, lo que sí aseguro es que lo único importante es el bienestar de mis dos hijas”, nos ha confesado.

El 8 de diciembre de 2018, Elena Tablada y Javier Ungría se casaban en la iglesia San José de Letrán de La Habana, la misma en la que lo hicieron sus abuelos. Durante el matrimonio, el empresario se instaló en la casa familiar de la diseñadora de joyas. Una vez dejó el domicilio conyugal, Javier Ungría se trasladó a una casa propiedad de su padre, un importante hombre de negocios y dueño de la sociedad Ungría, Patentes y Marcas, donde permanece aún a día de hoy.

Nostalgia de tiempos felices

En la ceremonia religiosa, adornada con flores blancas, hubo un recuerdo para el doctor Tablada, un prestigioso cirujano que escapó con lo puesto cuando comenzó la revolución. Estuvo detenido un tiempo hasta que consiguió salir con su mujer, Elena Moure, y Vivian, una de sus hijas. Precisamente fue uno de sus pacientes, al que el doctor atendía gratis en su consulta de la capital cubana, el que gestionó la salida de la isla. La abuela, Elena Moure, prometió que nunca más volvería a la tierra que la había visto nacer y donde aún existe su casa, que ahora es propiedad del Estado. El chalé se mantiene en buenas condiciones gracias a una empresa internacional que tiene la vivienda alquilada. Mami, como la conocen todos, rompió su promesa: a sus 90 años, volvió a su país. La boda de su nieta le sirvió para rememorar con nostalgia los años felices.

Elena Tablada y Javier Ungría se separaron en junio de 2022, después de haber compartido seis años de matrimonio y una hija en común, Camila. Todo es distinto ahora: según publicaba estos días la revista 'Semana', Ungría y Tablada se verán las caras en unos juzgados de Madrid en las próximas semanas. Lo que hasta ahora parecía de común acuerdo tendrá que dirimirse en los tribunales y con sentencia de por medio. La cuestión que separa a ambos, según la revista, es la pensión compensatoria que Tablada reclama a su ex. En conversación con Vanitatis, Tablada evita extenderse en las declaraciones, pero aclara que lo importante son sus dos hijas, la menor fruto de su unión con Ungría.

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