Rafa Nadal, muy cariñoso con Xisca tras perder a su padre

Juntos en las alegrías y en la tristeza. Rafa Nadal y su mujer, Xisca Perelló, siempre se han apoyado el uno al otro. En estos 17 años de unión estable y de la que ha nacido un hijo, hemos visto cómo ella acompañaba al campeón de tenis por todo el mundo para celebrar las victorias y darle ánimos cuando han sido necesarios.

Pero esta vez ha sido Xisca quien ha buscado el abrazo de su pareja. Su padre, Miquel Perelló, falleció a los 63 años el pasado jueves en Manacor, tras una larga enfermedad. La desaparición del empresario de Mallorca ha dejado a Xisca, hija única y que fue madre tras superar un embarazo en reposo, en un estado de absoluto desconsuelo.

Ya en el tanatorio Parc de l'Auba, en Manacor, Rafa Nadal no se separó ni un instante de su mujer, vestida de luto y que escondía su dolor detrás de unas amplias gafas de sol. El funeral tuvo lugar el viernes por la tarde en la parroquia de la Mare de Déu dels Dolors, lugar al que se acercaron familiares y amigos, además de decenas de personas y vecinos de la ciudad balear, para dar aliento a la familia y despedirse de Miquel Perelló, quien al parecer era un hombre muy querido.

Rafa Nadal, que tenía una gran relación con su suegro, no pudo evitar las lágrimas en numerosas ocasiones. Y durante el entierro vimos a la pareja caminar juntos abrazados dándose el apoyo y el consuelo tan decisivos en un momento tan duro para los dos.

Este triste suceso se ha producido también en un momento profesional de Rafa Nadal muy difícil. El tenista comunicó hace unos días su ausencia del Mutua Open de Madrid, porque no ha avanzado en el tratamiento que está recibiendo tras su lesión en el psoas. Ya se había perdido los torneos de Montecarlo y Barcelona. La recuperación prevista era para seis semanas, y se ha alargado hasta los tres meses. Nadal ya sigue el nuevo tratamiento para viajar a Roma y a París, pero ahora debe asumir también este triste acontecimiento familiar.