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Si hay alguien capaz de mostrar los entresijos de la Feria de Abril de una manera única, ese es el fotógrafo sevillano Jesús Isnard, quien hace tiempo que dejó de ser ya una joven promesa para convertirse en uno de los profesionales más reclamados en el mundo de la moda.

En Sevilla (y concretamente en la feria) se mueve como pez en el agua. Esta celebración que cada año reúne a destacados miembros de la alta sociedad y rostros conocidos de nuestro país, no deja de ser un cónclave de moda, un imán para Isnard, que sabe relacionarse como nadie en el ambiente. Al final, su talento con la cámara y su cercanía logran que nadie se resista a posar para él.

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Paula Mata

Este profesional cuenta a Vanitatis que “ser fotógrafo de moda es algo que no llegué a plantearme mucho. Me gustaba el arte, la pintura y dibujaba todo el rato, de hecho estuve a punto de estudiar Bellas Artes. Pero finalmente me decanté por la docencia y estudié Educación, algo que no tenía nada que ver a mis aspiraciones, pero que me formó mucho como persona. Estudié en la Universidad de Sevilla y durante esa época recuerdo con especial cariño la sensibilidad que envolvía la ciudad gracias a la Semana Santa y la feria. Me inspiraba mucho cómo la tradición vestía a Sevilla con bordados en mantos de las vírgenes o en los mantones antiguos que paseaban las mujeres por el Real de la Feria. Piezas dignas de 'desfiles de alta costura' que pasan de generación en generación”.

Para Isnard, La Feria de Abril ha sido siempre el entorno ideal para explotar su creatividad: “Era imposible no coger mi cámara y retratar de mi manera más personal esa atmósfera tan especial. Llevo años fotografiando la feria. Siempre llevo mi cámara encima. Esa contingencia que caracteriza a la feria es lo que siempre busco”.

Ahora, Isnard ha compartido con nosotros una serie de fotografías a través de las cuales podemos vivir el lado más personal de la Feria de Abril. “Mi fotografía más personal también lleva moda”, admite.

Como él mismo explica, se trata de una moda “muy atemporal, desde corales en escotes y botonaduras antiguas, monturas moteadas en seda, catites en terciopelo negro, marselleses, hasta caireles que campanillean al son del caballo y peinas de carey. Todo esto es lo que muestro en esta serie de fotografías que podrían tratarse perfectamente del siglo pasado”.

A continuación, os mostramos el álbum que retrata la Feria de Abril de una manera única y donde los personajes más destacados son mostrados en la intimidad de las casetas o en este inigualable entorno sevillano, siempre de una manera a la que pocos llegan con el objetivo de una cámara.