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Las dos caras de Isabel Díaz Ayuso: “tabernaria” en lo personal, desconfiada en la política
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Las dos caras de Isabel Díaz Ayuso: “tabernaria” en lo personal, desconfiada en la política

La presidenta de la Comunidad de Madrid afronta las elecciones del 28 de mayo como mejor sabe: con eslóganes y cervezas. ¿Pero quién es realmente Isabel Díaz Ayuso?

Foto: Ilustración: Sciammarella
Ilustración: Sciammarella

Cuentan algunos de sus compañeros que los primeros días de su primera legislatura fueron un auténtico suplicio para Isabel Díaz Ayuso (Madrid, 44 años). Había llegado a presidir la CAM en 2019 en unas elecciones donde partía como cuarta en las encuestas por detrás de todos los partidos posibles: PSOE, Ciudadanos, Más Madrid… Y contra todo pronóstico se convirtió en presidenta: “Me hice unas fotos en el despacho de la Puerta del Sol con mi hermano que no te puedes imaginar la risa que nos daba a los dos. “¡Niña, dónde has llegado! ¡Qué lío es este!”, contaba ella misma en ‘Mi casa es la tuya’.

Foto: Isabel Díaz Ayuso, en uno de sus últimos actos. (EFE)

Pero tras las risas llegaron las penas. “Cada vez que tenía que hacer una intervención se le notaba en la mirada una mezcla de terror y desconocimiento. Estaba descompuesta. Yo pensaba que algún día iba a dimitir o le iba a dar un parraque. La situación le sobrepasaba a unos niveles preocupantes”, nos confiesa una persona que vivió muy de cerca aquella etapa.

placeholder Isabel Díaz Ayuso, en una imagen de archivo. (EFE/Comunidad de Madrid)
Isabel Díaz Ayuso, en una imagen de archivo. (EFE/Comunidad de Madrid)

Cuentan algunos de sus compañeros que conviven dos personas en Ayuso: la personal y la política. La primera es una mujer divertida, disfrutona y “tabernaria”, como ella misma se define. “Le encanta sentarse rodeada de amigos y amigas alrededor de una buena mesa, es muy de cerveza. Le gusta mucho comer y compartir diversión”, nos cuenta Andrea Levy. La segunda es una mujer insegura y desconfiada aunque muy echada para adelante. “Cuando había que hacer alguna intervención sobre un asunto polémico, de esos que sabes que te van a caer palos por todos lados, ella lo hacía. Mejor o peor, pero lo hacía”, nos cuenta un antiguo colega, que elige “intrépida” antes que “valiente” para definir ese comportamiento. Algo que coincide con el análisis que nos hizo Miguel Ángel Rodríguez (MAR) hace un par de años sobre ella. “No ve los obstáculos. Es la diferencia entre un político de raza y uno que vive en política. ¿No ves que arrasa?”, comentaba orgulloso.

Así es. Ayuso arrasa. En solo cuatro años ha conseguido pasar de 30 escaños en 2019 a 65 en 2021 –a solo cuatro de la mayoría absoluta que pretende conquistar en las próximas elecciones del 28 de mayo– con una estrategia que desde el principio tuvo clara, según nos asegura nuestra fuente: “Utilizar la Comunidad de Madrid como una atalaya desde donde confrontar y polarizar con Pedro Sánchez. Enfrente se encontró al mejor aliado porque Pedro Sánchez también quería confrontar y polarizar con ella. Se retroalimentaron. De hecho fichó a MAR porque su equipo de entonces no le daba buenos titulares para entrar en nacional”.

placeholder Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida beben una horchata en Madrid. (EFE/Mariscal)
Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida beben una horchata en Madrid. (EFE/Mariscal)

La gente en la calle conoce básicamente a la primera y empatiza con su tono populista y cañí. No se puede negar, Ayuso tiene frases imbatibles: “España me debe una, hemos sacado a Pablo Iglesias de La Moncloa”, lanzó cuando el vicepresidente segundo dejó el Gobierno para presentarse a las elecciones a la comunidad, en las que ella arrasó. Todos los entrevistados para este reportaje coinciden: “Isabel es muy simpática. Si te vas con ella de cañas te diviertes seguro”. A nivel político también coinciden: “Es un personaje moldeado 100% por Miguel Ángel Rodríguez, un tipo muy inteligente, con mucha capacidad de generar contactos y de rodearse de gente influyente. Para él, Isabel es un diamante en bruto. La irá perfilando hasta llevarla a Moncloa”.

Ella, mientras, disfruta de su momento de gloria. “Cuando veo a mi madre muy preocupada con las cosas que se publican sobre mí en redes sociales me la bajo a dar una vuelta por el barrio. Entonces ve como todo el mundo me saluda y me quiere. Y ella se queda tranquila”, le contaba a Bertín Osborne. El barrio al que se refiere es Chamberí, el lugar donde creció y donde reside con su pareja, Alberto González, un técnico sanitario de 47 años con quien se la fotografió en mayo de 2021 y que ha permanecido oculto desde entonces. Porque a pesar de lo expuesta que parece, Ayuso está totalmente blindada. La información sobre su vida sentimental se va filtrando a cuentagotas y así hemos logrado saber que se casó hace años con Sergio Hernández de la Torre, aunque el matrimonio duró apenas unos meses, y que su anterior pareja, Jairo Alonso, era un chico que conocía de Sotillo de la Adrada, el pueblo abulense de su padre, y con quien finalmente lo dejó en noviembre de 2021 después de muchos altibajos.

placeholder Isabel Díaz Ayuso, durante una intervención. (EFE/J.J. Guillén)
Isabel Díaz Ayuso, durante una intervención. (EFE/J.J. Guillén)

“Ayuso siempre ha tenido éxito. Cuando empezamos a trabajar juntas era un bombón. Es mucho de miraditas y es bastante seductora”, nos confiesa una colega que trabajó con ella hace diez años. Ella misma ha confesado que no tiene un prototipo de hombre y su prioridad es alguien que la haga sentir bien: “Me gustan ‘fofisanos’, el promedio español, gente que se cuida un poquito pero se toma una cervecita de vez en cuando”. Aunque corre por el Retiro y por Canal, a Ayuso, como a su padre, fallecido en 2014, pocas cosas le gustan más que una barra de bar: “Yo soy del gym y el ñam. Corro un poco y luego quedo para tomar una cervecita con amigos”. Además de una buena terraza, uno de sus lugares de confianza es Ni Subo Ni Bajo, un restaurante gallego muy cerca de su casa donde lleva años disfrutando de los canelones de pollo, sus preferidos. No es la única famosa que frecuenta este local agradable y sin lujos. Cuando lo visitamos, nos cruzamos con uno de sus históricos parroquianos, Rappel, y descubrimos que tanto Yolanda Díaz como Alberto Núñez Feijóo han disfrutado de sus sardinas asadas y sus zamburiñas. La familia Ayuso, al completo, pasa constantemente por allí: la madre, el hermano, los tíos, los primos…

Adiós, amigo

A Ayuso siempre le gustó la política. Con ocho años escribió una carta a Felipe González quejándose porque “estaba todo fatal” y con 12 flipaba viendo las noticias sobre la caída del muro de Berlín. Casi lógico que terminara afiliada a algún partido político. Ocurrió siendo muy joven y eligió el PP. “Por aquel entonces no era ni de lejos la más popular” –nos confiesa un antiguo amigo de Nuevas Generaciones–. “Iba con un grupo de gente a quienes llamaban ‘los friki monsters’ porque les encantaban las redes sociales. De hecho, ella ya estaba en Twitter cuando nadie sabía que existía”. La prueba es que Ayuso creó la cuenta de Pecas, el perro de Esperanza Aguirre, cuando años más tarde empezó a trabajar con la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid: “Yo no había puesto un tuit en mi vida y ella ya entendía mucho de redes sociales”, nos cuenta la propia Esperanza, que alaba el liderazgo de su compañera: “En mi opinión, los años que estuvo en la Facultad de Periodismo, un recinto tomado por los 'podemitas', las discusiones le fueron muy bien para cultivar su dialéctica tan buena en los debates”.

placeholder Isabel Díaz Ayuso y Esperanza Aguirre, en una imagen de archivo. (EFE/Miguel Osés)
Isabel Díaz Ayuso y Esperanza Aguirre, en una imagen de archivo. (EFE/Miguel Osés)

La presidenta de la Comunidad de Madrid se independizó a los 22 años después de haber recorrido algo de mundo. En el último año de Periodismo pasó cuatro meses en Ecuador con una compañera de la carrera. “Estuvimos trabajando en una productora de TV que hacía reportajes de turismo. Viajamos mucho por el país”, contó hace dos años a la revista 'Vanity Fair'. A su vuelta se fue dos meses a Irlanda con una beca Leonardo. “Me apunté a una academia de inglés y trabajé en una radio tipo Los 40 Principales. Escuchaba los programas y editaba cortes para dejar un enlatado para el fin de semana”. En Irlanda compartió piso con todo tipo de nacionalidades, ingleses, jamaicanos o sudafricanos, lo que la obligó a practicar con muchos acentos. Durante un verano, incluso fue monitora de inglés en Malta.

Cuando se afilió al PP, conoció a Pablo Casado, su gran valedor y hoy su gran enemigo. “Vivíamos la política con la misma intensidad. Éramos capaces de no dormir una noche con tal de presentar una campaña, de viajar por todas partes, involucrarnos en todas las peleas”, contaba en 'Vanity Fair'. Fue él quien le dio la oportunidad de ser la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, cuando nadie —o casi nadie— sabía aún quién era y después de que cuatro candidatos rechazaran la oferta. Ella, ambiciosa, no lo dudó: “Me pasé cinco meses de campaña por los pueblos de la comunidad de Madrid grabándome yo sola con el móvil porque no venían los medios”. Las luchas de poder dentro del partido fueron separando a los antiguos amigos y todo acabó con la estrepitosa salida de Pablo Casado de la presidencia del PP, hace ahora un año, después de que el popular intentara hacer caer a Ayuso acusándola de favorecer a su hermano Tomás Díaz Ayuso tras ejercer de intermediario en un contrato millonario de venta de mascarillas a la Comunidad de Madrid en plena pandemia.

placeholder Isabel Díaz Ayuso con Alberto Núñez Feijoo y Pablo Casado, en una imagen de archivo. (EFE/Manuel Bruque)
Isabel Díaz Ayuso con Alberto Núñez Feijoo y Pablo Casado, en una imagen de archivo. (EFE/Manuel Bruque)

Cuando se metieron con su hermano es cuando la vi más débil. La familia siempre es una línea roja”, nos cuenta un exdiputado. Isabel y Tomás están muy unidos. Se ven a menudo y Ayuso, que no tiene hijos, ejerce de tía con gusto de los tres hijos de su hermano: dos pequeñas de cinco y siete años con su actual pareja, y un chico de 18 años fruto de una relación anterior. Tomás, tres años mayor, es también quien se ha quedado con Bolbo, el labrador marrón que le regalaron a la presidenta hace un par de años y con el que recorrió Madrid en la última campaña: “El hermano vive a las afueras en una casa grande. La de Ayuso es muy pequeñita”. Otra prueba de su excelente estrategia de comunicación: ¿cómo no caer seducido ante un cachorro de caminar torpe y mirada curiosa en un país donde hay casi más mascotas que hijos?

Lo que es indudable es que Ayuso se ha pulido. “Esto es como andar en bicicleta. Al principio vas inseguro y luego vas cogiendo carrerilla. A todo se aprende”, nos decía en aquella charla Miguel Ángel Rodríguez. Ella misma cuenta que en la primera campaña era más indisciplinada e impuntual. Ahora va directa al grano y empieza a controlar datos, aunque sigue leyendo los discursos y en algunas entrevistas se muestra dubitativa, como una funambulista eligiendo la palabra precisa para no caer al abismo.

“Para esos niveles no necesitas una gran formación. No tiene bagaje cultural ni formación jurídica, pero es lista. En política, el 95% es comunicación, todo lo demás…”, nos cuenta un antiguo compañero. Y nos pone otro ejemplo: “[Ángel] Gabilondo tenía un poso cultural espectacular, pero comunicando era un paquete. En la Asamblea salía en los debates con sus cartulinas amarillas y era un cuadro. Pero cuando se enfadaba y empezaba a hablar desde el estómago era brillante. Pero lo hacía una vez al año y una vez al año no cuenta en política”. Ayuso solo sabe hablar desde el estómago. ¿Excesivamente populista? Que se lo pregunten a la legión de 'ayusers'.

Cuentan algunos de sus compañeros que los primeros días de su primera legislatura fueron un auténtico suplicio para Isabel Díaz Ayuso (Madrid, 44 años). Había llegado a presidir la CAM en 2019 en unas elecciones donde partía como cuarta en las encuestas por detrás de todos los partidos posibles: PSOE, Ciudadanos, Más Madrid… Y contra todo pronóstico se convirtió en presidenta: “Me hice unas fotos en el despacho de la Puerta del Sol con mi hermano que no te puedes imaginar la risa que nos daba a los dos. “¡Niña, dónde has llegado! ¡Qué lío es este!”, contaba ella misma en ‘Mi casa es la tuya’.

Isabel Díaz Ayuso
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