Victoria Federica y el piloto Albert Arenas, en Jerez: una íntima amistad de ida y vuelta
La hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar ha pasado el fin de semana en las carreras de MotoGP, donde ha estado con su amigo especial, a quien no veía desde hace semanas
De Sevilla a Jerez de la Frontera hay apenas una hora en coche, un recorrido corto y sencillo que para Victoria Federica ha sido mucho más que kilómetros. La hoja de ruta de la hija de la infanta Elena ha ido estos días de la Feria de Abril sevillana a la capital motera de España para asistir al campeonato MotoGP de Jerez. Del 18 al 30 de abril se ha celebrado en Jerez la cuarta prueba de la temporada del Campeonato del Mundo de MotoGP, el Gran Premio de España, y allí estaba Vic (como la llaman los suyos) para apoyar a uno de sus grandes amigos.
Sí, la joven ha vuelto a estar con Albert Arenas, el piloto catalán con el que se la relacionó y con el que se la pudo ver muy cariñosa tanto en Barcelona como en Madrid hace unos meses. La relación se había enfriado en los últimos tiempos, sobre todo desde que salió en prensa. Ellos siguen siendo muy muy buenos amigos, se llevan de especialmente bien y sienten mucha atracción el uno por el otro.
Hacía tiempo que no se veían y Victoria Federica aprovechó la cercanía y la invitación para estar con su amigo especial. Estuvo en las gradas y también en los boxes del equipo Red Bull, en el que participa su íntimo en la categoría de Moto 2. La sobrina de Felipe VI apoyó a Arenas en todo momento: quedó octavo en su categoría, un buen resultado, aunque lejos del primer puesto por el que tanto ha trabajado.
Intensa pero no seria
La relación entre Victoria de Marichalar y Albert Arenas, pese a su intensidad, no es seria; es decir, no son pareja oficial pese a que lo intentaron en su momento. Mantienen una amistad que va más allá, pero no pueden ir más lejos por sus carreras y la distancia física que existe entre ellos. Él vive en Barcelona y ella en Madrid, él pasa media vida de viaje con las motos y ella está centrada en la moda. Por este motivo, cuando se ven, saltan chispas.
Nos lo cuentan quienes les conocen y les han visto juntos, amigos de ambos que se ríen por lo bien que se llevan y la conexión que hay entre ambos. Las mismas fuentes cuentan a Vanitatis que probaron a ser pareja, pero la cosa no funcionó, porque además ambos tienen otras relaciones de vez en cuando.
Así pues, la historia de ‘amor’ se ha quedado en eso, en un ‘tonteo’, según informan desde el círculo de la sobrina de Felipe VI. Los jóvenes siguen siendo amigos, pero hay demasiados factores en contra para que esa relación pueda prosperar. Lo que parecía que podía haber terminado en algo ‘serio’ por la atracción que sentían los dos se rompió casi antes de formalizarse pese a que cuando se encuentran, como este pasado fin de semana, la alegría de vivir es más que palpable.
La hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar conoció a este chico gracias a unos amigos en común de Barcelona, donde tiene una pandilla con la que suele salir y pasarlo bien. Arenas nació en Girona y vive en Barcelona, aunque pasa la mitad del tiempo de viaje por todo el mundo por su trabajo. Muy atractivo, simpático, alegre y deportista, Arenas encandiló a la nieta de los Reyes eméritos.
Centrada en la moda
Vic, como le conocen sus amigos, vive centrada en su faceta de influencer, un trabajo que se le da muy bien y que la ha llevado a entrar en el mundo de la moda como a ella siempre le había gustado. Y pese a que trabaja con una agenda repleta de citas, podemos asegurar que no se siente triste por no haber logrado consolidar su relación con Arenas. Además del trabajo, hay que recordar que sigue sus estudios y acude de vez en cuando a la universidad, en la que se matriculó hace años. Va muy poco, aseguran alumnos de la misma universidad consultados por Vanitatis, pero va.
Arenas y De Marichalar quedaban muy a menudo, se gustaban y lo pasaban bien. La distancia, decíamos, a lo que hay que añadir la publicidad que se dio a la pareja -Vanitatis dio la exclusiva de su relación-, dieron al traste con su futuro. En este caso, lo hemos comprobado este fin de semana: no ha habido ni disgusto ni duelo.
Vic ha posado incluso con ropa del equipo de su amigo íntimo, sonriente y divertida, consciente además que podía alertar a los medios mostrándose con una gorra de Red Bull. Además, compartió en Instagram una fotografía del propio Arenas compitiendo, lo que servía para lanzar un guiño a quienes conocen la historia y su relación. Divertida y bastante pícara, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar domina ya el lenguaje de las redes como una profesional y sabe cómo y cuándo dar en la diana. Porque además el mismo Arenas compartía en sus redes la misma fotografía que Vic, fomentando pues la difusión de su amistad. Una amistad, insistimos, íntima e intensa.
De Sevilla a Jerez de la Frontera hay apenas una hora en coche, un recorrido corto y sencillo que para Victoria Federica ha sido mucho más que kilómetros. La hoja de ruta de la hija de la infanta Elena ha ido estos días de la Feria de Abril sevillana a la capital motera de España para asistir al campeonato MotoGP de Jerez. Del 18 al 30 de abril se ha celebrado en Jerez la cuarta prueba de la temporada del Campeonato del Mundo de MotoGP, el Gran Premio de España, y allí estaba Vic (como la llaman los suyos) para apoyar a uno de sus grandes amigos.
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