Raquel Revuelta y otros amigos recuerdan a Cristo Báñez para Vanitatis
El círculo cercano del diseñador sevillano, encontrado sin vida a los 41 años en su domicilio de Sevilla este pasado miércoles 10 de mayo, le homenajea contando sus mejores anécdotas
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La muerte del diseñador andaluz Cristo Báñez, este miércoles, ha sido un golpe durísimo para todos los que le conocían y querían. “Era una persona especial, mágica, buena persona y siempre dispuesto a ayudar”, cuenta Amor Romeira, que solía coincidir con él en la Feria de Abril. Días antes le había escrito un mensaje: “Me decía que quería contarme algo que nunca sabré lo que era, porque ya no volvimos a hablar. Me quedo con esa pena. Ha sido una tragedia”.
Cuenta que era “muy divertido, muy flamenco, una fiesta con patas y siempre muy pendiente de sus amigos. Cuando necesitabas un mensaje de cariño, te lo mandaba. No sé cómo se enteraba de que no estabas bien, pero enseguida recibías un abrazo, un beso”.
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Efectivamente, Báñez falleció en su domicilio de Sevilla. Una vez que se certificó su muerte, el cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense. Era un hombre que de cuando en cuando desaparecía. La familia y los amigos lo sabían y lo que hacían era insistir con llamadas o acercarse a su casa o al taller. Esta vez fue su hermana la que se dirigió a su domicilio y se encontró con el drama familiar. El diseñador de vestidos de flamenca tenía apalabrada una cita para grabar un programa.
Esperaron varias horas, pero no se presentó. Fue entonces cuando los responsables de ese espacio intentaron localizarlo. Al no conseguirlo, cundió la alarma entre los que sabían que no se encontraba en su mejor momento emocional. No hubo ya siguiente capítulo en la vida de Cristo Báñez.
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Falleció a los 41 años después de haber traspasado la linea de la invisibilidad profesional para convertirse en uno de los creativos de moda flamenca con más futuro.
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“Era un transgresor y sabía mucho de moda. Se hizo muy conocido con 'Yo quiero ser', que fue el primer programa de televisión de influencers. Era íntimo de las que nos llamábamos las folclóricas, como Eva González, María José Suárez o Vicky Martín Berrocal”, explica Romeira. El periodista Mario Niebla coincidió con Cristo Báñez en un espacio de Canal Sur, 'Aguja flamenca', y formaban parte del jurado. Lo define como una persona “muy genial, muy formado para el trabajo que hacía como crítico. Tenía su propio vocabulario. Era muy cool, pero nunca olvidaba sus raíces almonteñas”.
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Todas han tenido un recuerdo para el amigo fallecido en sus redes sociales. Raquel Revuelta fue una de las primeras profesionales que contó con él en SIMOF, la feria de moda flamenca: “Comenzó muy pronto en el certamen de jóvenes diseñadores y ya apuntaba unas maneras maravillosas. Tenía una gran sensibilidad, que trasladaba a sus creaciones. Nos hemos ayudado mutuamente”.
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Tras fallecer la duquesa de Alba, en cada Feria de Abril tenía un recordatorio para ella por lo mucho que le había apoyado desde el principio. “Siempre le estaré profundamente agradecido por confiar en mí, sin ser nadie, simplemente un joven de Almonte que soñaba con la moda. Y no solo ella, sino tres generaciones de la Casa de Alba”. El creativo flamenco vistió a la aristócrata, a su hija Eugenia y a la nieta Tana Rivera.
Cristo se llamaba en realidad Miguel Angel Báñez. El nombre artístico era un homenaje a su madre, Cristobalina, de la que estuvo pendiente este último mes, mientras se encontraba ingresada en el hospital. El diseñador creció entre telas, volantes, arreglos de trajes flamencos, rocieros y máquina de coser. Cristobalina, a la que llamaban Cristo, era costurera de profesión. En las temporadas previas a las ferias, su casa era una especie de camarote de los Hermanos Marx en el que las clientas querían “todo para ayer”. Cuando acababa las composturas de temporada, lo que hacía era dedicarse a las peticiones del vecindario. Lo mismo arreglaba un vestido de primera comunión que estrechaba una traje de chaqueta o subía un bajo.
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En ese ambiente fue en el que se crio Miguel Báñez, que desde muy pequeño sabía cuál era su camino. Pasó de ayudar a su madre a ser ella la que le echaba una mano en su desfiles.
En Almonte, su alcaldesa también ha querido brindarle un homenaje a uno de sus vecinos más brillantes, que además fue pregonero de su feria el año anterior: “El fallecimiento de Cristo nos ha dejado trastornados y queremos desde este ayuntamiento reconocer públicamente su trabajo, que ha llevado al pueblo de Almonte por todas partes. Desde la corporación queremos transmitir nuestro cariño y afecto a sus familiares y amigos”.
La muerte del diseñador andaluz Cristo Báñez, este miércoles, ha sido un golpe durísimo para todos los que le conocían y querían. “Era una persona especial, mágica, buena persona y siempre dispuesto a ayudar”, cuenta Amor Romeira, que solía coincidir con él en la Feria de Abril. Días antes le había escrito un mensaje: “Me decía que quería contarme algo que nunca sabré lo que era, porque ya no volvimos a hablar. Me quedo con esa pena. Ha sido una tragedia”.