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Paola Marzotto, condesa, activista y madre de Beatrice Borromeo, estrena expo en Madrid
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'My Giverny'

Paola Marzotto, condesa, activista y madre de Beatrice Borromeo, estrena expo en Madrid

La madre de Beatrice Borromeo está en Madrid para presentar su exposición 'My Giverny' y anoche estuvimos con ella

Foto: Paola Marzotto presenta su exposición en Madrid. (Beatriz Osorio)
Paola Marzotto presenta su exposición en Madrid. (Beatriz Osorio)

La aristócrata italiana Paola Marzotto (Venecia, 67 años) está estos días por Madrid. Ha venido a presentar la exposición ‘My Giverny’, una serie de fotografías realizadas en un estanque de nenúfares de su propiedad en Punta del Este, su 'pied à terre' en Sudamérica desde hace 20 años y el lugar donde se ha instalado tras la pandemia: “My Giverny’ es un emotivo tributo a la belleza de la madre naturaleza, mostrando sus misterios y su capacidad interminable para inspirar”, explica en un español titubeante, salpicado de modismos argentinos. “Tengo una casa en Buenos Aires. Me encantan los argentinos. Estoy enamorada de ese país”.

Esta investigación artística desarrollada durante año y medio, en la que ha estudiado la luz y la naturaleza, ha dado como resultado 24 fotos divididas en dos series: una azul y otra verde, que podrán verse en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía (UPM) de Madrid hasta el 31 de mayo.

placeholder Cuadros de la exposición de Paola Marzotto. (Beatriz Osorio)
Cuadros de la exposición de Paola Marzotto. (Beatriz Osorio)

Anoche, durante el vernissage, la aristócrata ofreció un cóctel y se rodeó de amigos como el arquitecto Juan Pablo Frade, el fotógrafo Ricardo Labougle o el mecenas Edgar Batista y, sobre todo, la catedrática de Telecomunicaciones María Teresa Arredondo, exvicerrectora de la Universidad Politécnica de Madrid y fundadora de Life Supporting Technologies, una de las empresas que esponsoriza la exposición, además de una mujer impecablemente vestida y 'peluqueada' a cualquier hora del día.

Paola, conocida hoy por ser la madre de Beatrice Borromeo, y antes la hija de la socialité Marta Marzotto, tiene su propia identidad más allá de ser ‘madre de’ o ‘hija de’. En los últimos años, se ha convertido en una ferviente activista medioambiental y en su cruzada ha viajado dos veces a la Antártida, la última hace tan solo un mes, a bordo del rompehielos Almirante Irizar de la Armada Argentina, bajo las órdenes del apuesto comandante Carlos Recio: “Un joven divino”.

“Mi primer viaje fue por turismo. Mi hijo y su mujer estuvieron de luna de miel en la Antártida. Me convenció para que fuera, para que viera las ballenas, pero el deshielo de los glaciares y de los icebergs me impactó”. El resultado fue la serie de fotografías ‘Antarctica, Melting Beauty’, que en septiembre de 2021 expuso en el Pabellón Italiano de la Bienal de Venecia y que en febrero de 2022 viajaron hasta la Escuela de Minas y Energía de Madrid, convirtiéndose en su primera exposición en la capital.

placeholder Beatrice Borromeo. (Getty Images)
Beatrice Borromeo. (Getty Images)

El ambientalismo no es la primera inquietud ni actividad a la que Marzotto se ha entregado con pasión. A lo largo de su vida, esta mujer armoniosa y pausada en sus formas, pero inquieta y persistente en su intelecto, ha sido fotógrafa, periodista, autora y productora de televisión. Con solo ocho años acompañaba a su madre a las pruebas de vestidos de alta costura, algo que le aburría profundamente, y a los 15 vivía en Roma con su madre, donde presenciaba los debates acalorados de sus invitados, todos artistas e intelectuales. En 1975 vivió su primera gran aventura: aterrizó en el set de ‘Apocalypse Now’, donde trabajó como freelance con el equipo de Vittorio Storaro, director de fotografía: “Me gusta la aventura y me encontré con la aventura. Nos desplazábamos en un helicóptero que llevaba pintado el título de la película y una calavera con dos huesos. En aquella época había una guerrilla contra Ferdinand Marcos, así que podían confundirnos con el enemigo”.

Más tarde dio el salto a la moda, donde creó su firma homónima: “La moda es realmente agotante. Éramos mi asistente y yo. Cuando llamaban para hablar con el departamento de ventas, ella me pasaba la llamada y yo cambiaba la voz”. Desde 2021 ha creado Eye-V Gallery, una galería centrada en la fotografía naturalista con sede en Uruguay, Milán y Nueva York, que agrupa a una comunidad internacional de fotógrafos entre los que se incluye a su gran amigo Ricardo Labougle. “Mi madre me decía: ‘Cuando haces algo bien te aburres y cambias’. Soy géminis. Yo cambio. No me interesa el éxito. Mi hija, sin embargo, es leo. Lo que hace lo hace perfectamente”.

placeholder Beatrice Borromeo y Marta Marzotto, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Beatrice Borromeo y Marta Marzotto, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

Durante muchos años, Marzotto rechazó todo tipo de actividad laboral para centrarse en la educación de sus hijos, Carlo y Beatrice, nacidos de su relación con el conde Carlo Borromeo, un hombre 20 años mayor que ella, que a su vez estaba casado con la modelo alemana Marion Zota, con quien tuvo tres hijas, Isabella, Lavinia y Matilde, esta última nacida entre los dos hijos de Paola: “Mantuve una relación de 18 años con Carlo. Cuando lo dejamos volvió con su mujer. A día de hoy seguimos siendo muy amigos”, explica, consciente de que su historia de amor con Carlo levantó más de una ceja.

Pero Marzotto creció rodeada de historias de amor poco convencionales. Era la primogénita de los cinco hijos del conde Umberto Marzotto, miembro de la familia de los industriales más importantes de Italia y dueños del grupo Marzotto –un conglomerado de empresas fundado en 1836 que incluye textiles, bebidas y firmas de moda como Hugo Boss, Missoni o Valentino–. Su madre, la modelo italiana Marta Marzotto, fue una mujer bellísima y listísima cuyos orígenes humildes –era hija de campesinos– no impidieron que se convirtiera en la musa de la intelectualidad durante los años 70 y 80, promotora de fiestas y aglutinadora de cineastas, pintores, poetas y escritores. “Era una mujer excesiva, divertida y un poco loca. Teníamos una relación simbiótica. La quería mucho. Falleció hace siete años y aún hoy pienso en llamarla cuando ocurre algo que querría compartir con ella”.

Marta Marzotto era, efectivamente, excesiva, divertida y bellísima. Cautivó a Renato Guttuso, uno de los pintores más importantes de su época, amigo de Picasso y de cineastas e intelectuales como Pasolini, Alberto Moravia o Balthus, y con él mantuvo una relación paralela que duró casi 20 años. “Tuvieron una historia muy linda, él la protegía como si fuera un padre. La gente lo sabía, mi papá más o menos”, recuerda Paola. “El problema era que mi madre se aburría porque vivía en Veneto y mi padre trabajaba. Pero ella era muy fiel dentro de su infidelidad. Nunca dejó a mi padre ni a su familia y él también tenía sus historias aunque la quería mucho. Organizaba la casa y los hijos, y era una mujer muy entretenida”.

placeholder José Luis Parra (UPM), Asunción Gómez (Vicerrectora de Investigación e Innovación); Javier Jiménez (Vicerrector de Comunicación); María Teresa Arrredondo; Manuel Sierra (UPM); Félix Pérez (UPM). (Beatriz Osorio)
José Luis Parra (UPM), Asunción Gómez (Vicerrectora de Investigación e Innovación); Javier Jiménez (Vicerrector de Comunicación); María Teresa Arrredondo; Manuel Sierra (UPM); Félix Pérez (UPM). (Beatriz Osorio)

La preocupación de Marzotto por el medioambiente no es nueva. Desde pequeña creció con conciencia ambiental: “Mi familia me enseñó a recoger colillas del campo y botellas del mar”, recuerda sobre sus veranos en Porto Ercole, la versión veraniega de la Toscana, y donde coincidían con las grandes familias de la época, entre los que se encontraban los March, los Fierro y los marqueses de Villaverde, Cristóbal Martínez-Bordiú y Carmen Franco, de cuya hija, Carmen Martínez-Bordiú, acudió a la boda. “Recuerdo que cuando acaban los compromisos íbamos a bailar flamenco hasta las siete de la mañana. Yo tenía 16 años”, cuenta.

Más tarde Paola inculcó conciencia ecológica a sus hijos, Carlo y Beatrice –“limpiaba las colillas de una playa que había cerca de mi casa de Cerdeña; la gente las tiraba en gran cantidad”–, aunque empezó a tener una verdadera conciencia ambiental en los años 2000: “Me asocié con Greenpeace y empecé a firmar metódicamente causas ambientales y animalistas: me convertí en activista”. Su última aportación puede verse este mes en Madrid. No se la pierdan.

La aristócrata italiana Paola Marzotto (Venecia, 67 años) está estos días por Madrid. Ha venido a presentar la exposición ‘My Giverny’, una serie de fotografías realizadas en un estanque de nenúfares de su propiedad en Punta del Este, su 'pied à terre' en Sudamérica desde hace 20 años y el lugar donde se ha instalado tras la pandemia: “My Giverny’ es un emotivo tributo a la belleza de la madre naturaleza, mostrando sus misterios y su capacidad interminable para inspirar”, explica en un español titubeante, salpicado de modismos argentinos. “Tengo una casa en Buenos Aires. Me encantan los argentinos. Estoy enamorada de ese país”.

Beatrice Borromeo
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