La presentación 'oficial' (y televisiva) de Ponce y Ana Soria: bombazo en Instagram, guion cerrado y un tema tabú

2023 ha abierto un nuevo capítulo en la historia reciente de la crónica social española, encabezado, en este caso, por la primera entrevista pública de Enrique Ponce y Ana Soria en ‘El hormiguero’. Tras haber luchado contra los medios por su privacidad, la pareja decidía, de manera sorprendente para los profesionales del sector, celebrar su tercer aniversario frente a las cámaras.

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La expectación fue máxima este martes. Millones de espectadores esperaron impacientes el debut de la joven de 24 años en televisión, además de las explicaciones "de cómo se conocieron y los pasos que dieron en su mediática relación sentimental", que el propio programa de Pablo Motos había prometido. Dicha frase marcó los casi 45 minutos de entrevista. El guion parecía estar cerrado casi por completo y ninguna de las declaraciones trascendieron de lo anunciado. Es más, la primera pregunta lanzada por el presentador de Antena 3 fue el clásico “¿cómo os conocisteis?”.

No obstante, hubo espacio para las sorpresas. Ana Soria atravesó las cortinas del plató por delante del torero e incluso tomó asiento al lado del conductor del formato. Este gesto hizo que, por un momento, los telespectadores pensaran que se encontrarían con una mujer de gran presencia escénica. Pocos minutos después, se hizo patente su inexperiencia y cierta timidez ante las cámaras. Suspiros seguidos, una voz entrecortada y continuas miradas al suelo, evitando el piloto rojo, protagonizaron sus primeras confesiones.

Obviando los nervios, el margen para la improvisación en la primera aparición televisiva de la pareja fue mínimo. Ponce y su actual novia visitaban ‘El hormiguero’ con el objetivo de que los telespectadores conocieran su historia de amor, aunque también a ellos mismos. Con este objetivo cuidaron el discurso y los detalles al milímetro. Por ejemplo, y a diferencia del resto de invitados del night show, no grabaron el tradicional tiktok para las redes de la cuenta oficial del formato.

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La negociación previa

Nada resultó extraño. A pesar de que la decisión tomada por el diestro y su actual pareja se antojó impactante, es el resultado de un amplio proceso de reflexión de varios meses de duración. Sin embargo, fue la amistad que une a Pablo Motos con el invitado el condicionante definitivo para que ambos pronunciaran el sí. ¿El motivo? Garantizarse una gran protección y cuidado dentro del programa. Nadie les haría hablar de temas que no deseaban abordar. De esta manera, lo definieron durante su entrevista como “el sitio ideal” para dar un gran paso.

Precisamente, tal y como desvelaba en exclusiva 'El Español', los términos del contrato se cerraron durante una comida entre el comunicador y el torero con sus respectivas parejas, Ana Soria y Laura Llopis, las cuales lograron una magnífica sintonía. En dicha escapada a la capital, también acudieron a ver el partido entre el Real Madrid y el Almería.

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Un tema tabú

Además, según adelantó el citado medio y pudimos comprobar a lo largo de su entrevista, la condición principal era obviar todo lo sucedido en la vida de Enrique Ponce antes de la llegada de Ana Soria. Es decir, eliminar del discurso su matrimonio y divorcio con Paloma Cuevas y, por supuesto, las menciones a sus dos hijas, aún menores.

Un gesto lógico si tenemos en cuenta la polémica generada alrededor de los inicios de su romance, allá por 2020, cuando los rumores llegaron a apuntar a una supuesta infidelidad del maestro a la diseñadora de moda. Unas fotografías exclusivas desvelaron su relación y posteriormente fueron ellos los encargados de confirmarlo a través de las redes sociales: "El corazón más noble que he conocido nunca. Te quiero (más que ayer, y menos que mañana)", escribió la andaluza. El resto fueron críticas.

Unas críticas que no consiguieron solventar con su testimonio, ya que ninguno de los dos protagonistas se atrevió a poner fecha al comienzo de su noviazgo. "Fui a torear a Almería y estando en el callejón la vi en el tendido ahí sentada y dije guau. Hablé con un amigo y le pregunté si la conocía, después la busqué en Instagram", relataba el diestro sin especificar más sobre lo ocurrido.

¿Una estrategia de marketing?

Conversando sobre las redes sociales, otro de los grandes datos a analizar de esta intervención es la repercusión positiva que Ana Soria ha percibido en su cuenta de Instagram. La joven estudiante de Derecho lograba aumentar su comunidad de seguidores en tan solo 45 minutos en un total de 5.000, alcanzando ya los 125.000.

Consciente de que este hecho se podría producir, ella misma se encargaba de asegurar en directo: “Ni soy influencer, ni lo he intentado, solo es una cuenta con seguidores”. Lo hacía luciendo un minivestido negro asimétrico de Elisabetta Franchi, una de las firmas preferidas de los rostros conocidos nacionales e internacionales, como Ana Obregón o Eva Longoria, valorado en 400 euros.

Una teoría conspiranoica

Para los mayores detractores de Ponce, la aparición televisiva no ha sido más que una forma de intentar robar el foco a su exmujer, que, actualmente, ocupa los titulares de las principales revistas gracias a su relación con el artista mexicano Luis Miguel, antiguo amigo suyo. Según su círculo de amistades, la relación entre él y la socialité es mínima, aunque constante, y se limita a lo relativo a sus hijas en común.

Además, tal y como han apuntado algunos colaboradores de la crónica social en múltiples programas de tertulia, el torero podría estar planteándose una futura trayectoria profesional dentro de los medios de comunicación. Por ello, este era un paso lógico.

Ajenos a todo tipo de informaciones, según ellos mismos afirmaban en su intervención, la pareja realizaba un gesto público de amor sincero que ha acallado los múltiples rumores de crisis surgidos en los últimos años. También les ha servido para romper con la monotonía de las románticas fotografías que publican en sus redes sociales y muestran sus clásicas citas de paseos en barco, cenas al borde del mar o excursiones turísticas.