Enrique Ponce y los cinco errores colaterales que no calculó en su entrevista en 'El hormiguero'

Enrique Ponce y Ana Soria han comenzado su futura gira pública en ‘El hormiguero’. Sin embargo, en la entrevista con Pablo Motos, el torero ha dejado al descubierto varios errores colaterales que no había calculado. Al menos, eso es lo que parece al analizar sus declaraciones. En el caso de la novia, nada que objetar, salvo la información que facilitó al explicar que había parado los estudios de Derecho por la presión mediática.

Primer error. Lo llamativo de esta afirmación era que ese agobio no se reflejaba en los muchos vídeos y fotos con mensajes de felicidad que la pareja publicaba en sus redes, sin que nadie les obligara a mostrar dichas imágenes. Esta acusación a la prensa de ser la causante de su baja académica, corroborada por el torero, fue una de las primeras sorpresas. Tenemos el ejemplo de Isa Pantoja, con una coyuntura familiar mucho más complicada, que ya se encuentra en cuarto de Derecho.

Ponce, además, compartía salidas con 'los Arrebataos', la pandilla de estudiantes amigos de Ana en lugares donde seguramente nunca le habríamos visto en su época anterior. Cuando se han cumplido años, los calimochos no son la bebida perfecta, sino que se prefiere Marqués de Murrieta. Todo va en gustos, que se van puliendo con la edad y la economía personal.

En la entrevista era Ana Soria la que marcaba los tiempos, mientras el torero no daba datos de su cronograma afectivo, hasta que no calculó su comentario y colocó (sin quererlo) una fecha a esa primera mirada en la plaza de Almería donde cortó cuatro orejas. “Un torero nunca olvida donde ha hecho esa fantástica faena”, fueron sus palabras.

Segundo error. Como contaba Andres Amorós, su biógrafo, cronista y crítico taurino: “Un torero nunca olvida las cuatro orejas de una tarde”. Por lo tanto, de hacer caso al comentario de Ponce, la historia sentimental no empezó en el 2019, sino mucho antes. En aquellas fechas se le suponía felizmente casado con Paloma Cuevas y volcado en la familia. El 18 de marzo en la Feria de Fallas sufrió una aparatosa cogida en la plaza valenciana. Le operó el doctor Villamor y quien estuvo con él fue su exmujer y su apoderado Victoriano Valencia.

Tercer error. En la entrevista no hubo ni una palabra para su pasado taurino, donde su suegro tuvo un papel destacado en una carrera profesional a la que no se le puede poner un pero. Este 'olvido' no ha gustado en el mundo taurino, igual que su comentario sobre la Feria de San Isidro, que se celebra estos días en Madrid. “Qué alivio de no estar dentro”, aseguró. Puede ser que su explicación fuera por otro lado, pero al no explicarse bien, los comentarios no han sido favorables. No hay que olvidar que Ponce ha sido, hasta que decidió dejar “por tiempo indefinido” los ruedos, número uno en el escalafón y cabeza de cartel en las plazas más importantes.

El cuarto error de su comparecencia fue más sutil. Según filtró la aparición estelar televisiva, había un pacto para que no hubiera preguntas sobre su ruptura abrupta e inesperada de Paloma Cuevas. Una decisión razonable, teniendo en cuenta que los daños colaterales de esa ruptura ya estaban superados. Al menos, en lo que se refería a su exmujer, felizmente emparejada con Luis Miguel. Pero no así en otros miembros jóvenes y mayores de la que había sido su familia durante más de veinticinco años.

El quinto error tiene que ver con no haber sabido llevar su noviazgo con tranquilidad, como sí lo hicieron Miguel Báez Litri y Carolina Adriana Herrera cuando se divorciaron y después con sus compromisos afectivos actuales.

Por último, se echó de menos que no hablara del disco que tenía preparado, con dueto de Julio Iglesias incluido, del que nunca más se supo. Enrique Ponce y Ana Soria han comenzado una nueva carrera mediática que seguramente les proporcionará buenos resultados económicos. Nada que criticar de esta decisión.