Alessandro Lequio no habla, pero lo dice todo: de sus contundentes palabras a su afirmación sobre la fundación en honor a su hijo

La rueda de prensa de Ana Obregón por el lanzamiento de su libro, 'El chico de las musarañas', sigue dando que hablar. Si ayer se contaban por decenas los periodistas que esperaban a la presentadora a su llegada al acto, donde recordó a su hijo y sus últimos días antes de fallecer a causa del cáncer, hoy lo más esperado era ver qué opinaba Alessandro Lequio de todo esto.

Por eso, cuando hoy ha comenzado la tertulia dedicada a repasar la actualidad del corazón en 'El programa de Ana Rosa', el protagonista indirecto era Lequio, quien ayer desmintió en directo a Ana Obregón al decir que él no le había escrito en un mes.

Tras un vídeo en el que la redacción del programa recordaba los momentos en que Ana Obregón aprovechó la rueda de prensa para lanzar algunas indirectas al padre de su hijo, el rostro serio, tajante e inamovible del italiano hablaba por sí mismo.

Por si acaso no quedaba clara su actitud con su lenguaje corporal, Ana Rosa Quintana se ocupaba de aclarárselo a los espectadores: “No quiere entrar en conflicto, bastante difícil está siendo todo”. Luego apuntaba a la “carita de pena” que, para la presentadora, tenía su amigo y colaborador.

Ha sido en ese momento cuando, a pesar de no querer decir nada, Lequio comenzaba a hablar. “¿Carita de pena? No, es que no tengo, Ana, ninguna pena. Simplemente, yo ya... Ya está todo dicho. No hay más que añadir”.

Pese al silencio inicial de Lequio, la tertulia y el repaso a la rueda de prensa ha proseguido. En ese punto ha sido cuando Alessandro se ha referido a la actitud que, según el colaborador, los medios de comunicación han tenido con la presentadora al llevar a cabo las preguntas pertinentes en la presentación del libro que su hijo empezó a escribir y que la propia Ana ha culminado.

“A mí lo que me chocó fueron los aplausos de los reporteros. Los reporteros lo que deberían hacer es anotar, preguntar, pero no aplaudir. ¡Es que es de risa!”. Unas afirmaciones que la reportera del programa que estuvo ayer en el acto se ha ocupado de confirmar, al explicar que “es verdad que hubo mucho aplauso” y que “algunos compañeros jaleaban a otros” para que no preguntaran más.

La manera de llevar el luto, a debate

Otra de las cuestiones sobre las que ha girado la tertulia del espacio televisivo de Mediaset ha sido el hecho que parece enfrentar a Lequio y Obregón acerca de cómo lleva cada uno de los padres de Aless la pérdida de su querido hijo. Ana Rosa ha comentado lo siguiente al respecto: “Estas decisiones son suyas y no puede involucrar a otra persona que no ha participado en esas decisiones, y eso en algún momento tendrá que entenderlo”.

En ese sentido, Joaquín Prat ha recalcado que para él lo más importante es tener en cuenta que los beneficios de la venta del libro irán destinados a la lucha contra el tipo de cáncer que acabó con la vida del hijo del colaborador y ha lanzado un mensaje a su amigo, viendo el tenso momento por el que estaba pasando Lequio. “Veo la cara de mi amigo y no me dan ganas de comentar nada más”, ha dicho el presentador.

Ha sido en ese momento cuando el resto de colaboradores comentaban el hecho de que desde la editorial del libro se ha avisado a los medios de que Ana no haría mucha más promoción de este, después de la rueda de prensa de ayer, cuando Alessandro se ha pronunciado con una actitud de autocontrol, por la que parece haberse mordido la lengua a la hora de hablar.

"Decías Joaquín que tú te quedas con lo de la fundación… Yo creo que sí, que todo el dinero que se genere está bien. Pero hay otras formas de generar ese dinero". Un tenso silencio ha precedido entonces a una frase un tanto lapidaria y que puede poner en entredicho la verdadera razón de ser de la fundación creada en nombre de Aless: "En el fondo, lo de la fundación es una disculpa. Eso es lo que yo pienso".

Con esas palabras, con la sentencia de Lequio, Ana Rosa ha dado por zanjada la conversación. Esperaremos para ver si, como está sucediendo en los últimos días, los cruces de palabras entre los que un día fueron pareja terminan o, por el contrario, continúan.