Carolina Molas toma una decisión definitiva con respecto a la exclusiva de la boda de Tamara e Íñigo

Carolina Molas quiere vivir la boda de su hijo como cualquier otro invitado. Por ello, según ha podido conocer Vanitatis en primicia, la madre de la pareja de la marquesa de Griñón ha decidido, finalmente, que su imagen podrá aparecer en las fotografías del reportaje sin necesidad de posar. Simplemente siendo un mero testigo presencial más de este acto de amor. También lo harán sus otros dos hijos, Alejandra y Jaime. Además, dichas fuentes también nos han revelado cuál ha sido el motivo que ha llevado a la empresaria a tomar tal decisión, que, primordialmente, se reduce a un desarrollo natural del evento.

Tal y como nos explican, en el palacio El Rincón habrá dos equipos de fotógrafos. Por un lado, uno de carácter familiar y dedicado a realizar un álbum privado, cuyas imágenes podrían no llegar nunca a salir a la luz, y con quien Carolina no tendría ningún tipo de problema para defender su anonimato. Por otro, un segundo perteneciente a la revista con la que la pareja ha firmado un acuerdo y que realizará el mismo trabajo que el anterior.

No obstante, la diferencia principal entre ambos residiría en el permiso de la madre de Onieva de aparecer o no en el contenido audiovisual. Además, su negativa habría conllevado numerosas consecuencias, entre otras, que ella misma no estuviese tranquila a lo largo de la celebración, según cuenta su círculo más cercano.

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Por ello, siendo consciente de su rol fundamental dentro del enlace, el cual la llevará a estar en el altar y acompañar a los novios durante gran parte de la ceremonia, Molas ha priorizado la comodidad familiar a sus deseos personales. Siguiendo la información ofrecida a este digital, la suegra de la marquesa de Griñón mantuvo durante un tiempo prolongado su postura en un 'no' rotundo, pero tras varias reflexiones ha decidido ceder, con el objetivo de disfrutar al máximo de la boda de su hijo. La propia empresaria comprendió que no tenía sentido alguno que se le pixelaxe, borrase o cortase del reportaje.

Sin embargo, podemos apuntar que la progenitora de Onieva no percibirá ningún tipo de retribución económica por esta decisión. Su participación tampoco aumentará la cantidad percibida por el futuro matrimonio. Molas cederá sus derechos por comodidad y generosidad. No posará, sino que aparecerá en las instantáneas estrictamente necesarias. Según relatan a Vanitatis, no va a evitar que se le hagan las fotografías y tampoco las va a supervisar, pero sí va a dejar claro a los medios que esto es un hecho puntual y que ello no significa que rompa su compromiso con el anonimato y la defensa de su privacidad.

Recordemos, Carolina Molas decidió emitir un comunicado oficial, meses atrás, en el que aseguraba que no quería ser considerada un personaje público, aunque comprendía el interés hacia su figura, y rogaba a la prensa que respetase su derecho a la intimidad y la propia imagen. De esta manera, afirmaba en tal escrito que tomaría acciones legales contra todos aquellos que no cumpliesen con su voluntad.

Tal y como matizan a Vanitatis, sus deseos no han cambiado, únicamente vela por que la boda se desarrolle de la mejor manera posible y no se genere ninguna situación incómoda. Es más, Tamara e Íñigo han apoyado al máximo su postura y en ningún momento han tratado de convencerla para que formase parte de la exclusiva. No obstante, sí le manifestaron que les hacía especial ilusión que pudiese aparecer en las instantáneas.

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Además, las mismas fuentes anotan a nuestro medio que Carolina Molas no tiene ningún tipo de interés en vivir del universo de la prensa social. Ella es una empresaria de éxito, concretamente CEO de Cemevisa, sociedad cuyos números son boyantes y le ha aportado una alta solvencia económica. Dicha posición la ha llevado a ser una mujer independiente sin ningún tipo de preocupaciones.

Por ello, también se nos desmiente que la madre de Onieva sea la principal interesada en que su hijo se case con la marquesa de Griñón por adquirir una relación cercana al clan Preysler, información comentada en otros medios de comunicación, ya que, según se nos apunta, su relación de consuegras es limitada. “Han coincidido en dos ocasiones, el cumpleaños de Tamara y la pedida”, sentencian.