Diego, el Botín que ha participado en el Gran Premio de Estados Unidos de Vela
Nieto del banquero Jaime Botín es un reputado regatista que ha representado dos veces a España en unos Juegos Olímpicos y no para de cosechar éxitos
Diego Botín-Sanz de Sautuola se enganchó al mar navegando por la Bahía de Santander, siendo niño en el barco de su padre, Gonzalo Botín. Se apuntó a un curso de vela y, desde entonces, supo que quería dedicarse a ello. Y es que los Botín, además de una saga de banqueros, son una familia apasionada del mar.
Su padre, Gonzalo Botín, es armador de barcos. En ocasiones, esas embarcaciones han hecho historia como el Tales II. Su tío, Marcelino Botín, es un reputado diseñador naval reconocido mundialmente y ha diseñado veleros para la Copa América, como el ganador del trofeo Louis Vuitton. Tanto Gonzalo como Marcelino son hijos de Jaime Botín, quien fuera presidente de Bankinter y vicepresidente del Banco de Santander, hermano de Emilio Botín y tío paterno de Ana Botín.
Con tan solo siete años, Diego ingresó en el Centro de Alto Rendimiento de Vela Príncipe Felipe de Santander. Allí comenzó una meteórica carrera que le ha llevado a sus 29 años a haber representado a España en dos Juegos Olímpicos, los de Río de Janeiro y los de Tokio. En los primeros, quedó noveno de su categoría, y en Tokio, cuarto junto a su compañero de equipo. Ha ganado dos medallas de plata entre 2020 y 2022, y cuatro medallas en el Campeonato Europeo entre 2016 y 2022.
Actualmente disputa la Sail GP, la Fórmula 1 de la vela y se ha estrenado como piloto de la embarcación F50 Victoria el pasado mes de febrero. Este, ser patrón, es uno de los mayores retos de su carrera, pilotar un F50 que puede alcanzar velocidades de hasta 100 kilómetros hora no es fácil. El pasado fin de semana, el equipo que lidera quedó quinto en la clasificación general del Gran Premio de Estados Unidos de vela que tuvo lugar en Chicago, en el Lago Michigan. “Una resurrección” en toda regla según la prensa especializada que se debe en parte a las buenas decisiones de Botín como líder.
"El apellido no pesa"
Cuando no está navegando, a Diego le gusta practicar surf. Empezó a estudiar Administración y Dirección de Empresas, pero como su verdadera pasión es la vela, enfocó su carerra hacia temas relacionados con el mar. Actualmente es uno de los mejores regatistas de España. “El apellido no pesa”, declaraba en una entrevista al diario 'El Mundo' hace unos años, con la emoción de un chiquillo que ha podido hacer su sueño realidad, dedicarse a lo que más le gusta: la vela, y además hacer historia en ella.
Pero no todo han sido alegrías relacionadas con los barcos en la familia Botín. Su abuelo, Jaime Botín, trasladaba en 2013 en su propio velero, el Adix, un cuadro de Picasso hacia Córcega cuando fue interceptado. Iba a ser vendido en Londres sin autorización, lo que le supuso al financiero una multa de 52,4 millones de euros y dieciocho meses de prisión. “Nunca quise evadir la ley”, se defendió. Desde febrero de 2022, el cuadro ‘Busto de mujer joven’ se exhibe en el Museo Reina Sofía. El patrimonio de Jaime Botín y su familia (tiene cinco hijos) está estimado en 1.580 millones de euros.
Diego Botín-Sanz de Sautuola se enganchó al mar navegando por la Bahía de Santander, siendo niño en el barco de su padre, Gonzalo Botín. Se apuntó a un curso de vela y, desde entonces, supo que quería dedicarse a ello. Y es que los Botín, además de una saga de banqueros, son una familia apasionada del mar.