El fiestón que prepara el Turronero por su 60 cumpleaños: 3.000 invitados y ¿una cantante internacional?

Jose Luis López celebra su sesenta cumpleaños el 1 de julio cerrando el Palacio de Exposiciones de Sevilla. Y el lugar elegido para la fiesta de aniversario tiene su explicación. Es el único recinto que puede acoger a los cerca de tres mil amigos y conocidos que el empresario quiere que estén con él compartiendo su alegría. Y no es la primera vez. Ya lo hizo antes de las Navidades en una cena en su casa de Ubrique, y al día siguiente con un almuerzo multitudinario para dar a conocer el trabajo de la Fundación López Mariscal, que preside su mujer. En esa comida se entregaron becas y donaciones a varias ONG, entre ellas a la de Bertín Osborne y a la Fundación Querer, que creó Pilar García de la Granja.

En Semana Santa consiguió el más difícil todavía, que consistió en que la Legión desfilara por el pueblo de Ubrique. Un logro que no se consigue con dinero, sino por las buenas relaciones que mantiene con todo el mundo. Y ese es el éxito del Turronero, que es como se le conoce. Un apodo que le enorgullece y que tiene que ver con sus orígenes familiares. Los padres, los tíos, sus hermanos y él mismo eran feriantes y recorrían los pueblos vendiendo turrón. Y así lo conocen en todas partes.

Por eso, que sea capaz de reunir a 3.000 almas en Sevilla que llegarán ese fin de semana por tierra, mar y aire no sorprende. Lo que llama la atención es su manera de actuar, tanto en su pueblo, donde le respetan, como con las muchas personas a las que echa una mano a través de la fundación. Una vez al mes recibe en la sede de Ubrique a personas que necesitan una ayuda. Lo mismo puede ser una beca de estudios que costear una operación o pagar el aire acondicionado en el colegio. Muchas de esas personas invisibles para el mundo mediático también acudirán al Palacio de Exposiciones.

"Quiero compartir"

Hablamos con José Luis López, que explica este desembarco afectivo: “Voy a cumplir 60 años y quiero compartir con todas las personas que se han ido subiendo al barco de mi vida todo lo bueno que me ha pasado. No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero he tenido la inmensa suerte de tener una mujer que me ha apoyado siempre y unos hijos trabajadores y buenos. Hacer esta fiesta es la manera de dar gracias a Dios y a todos los que durante todos estos años me han ayudado. Y son muchos a los que tengo que estar agradecido. Es una locura, pero una locura muy bonita”.

La idea de celebrar sus seis décadas a lo grande era algo que tenía en mente desde hacía tiempo. Lo que no pensaba en esos inicios de preparación de su aniversario era en lo que se iba a convertir: “Según iba pasando el tiempo eran más y más amigos los que querían ir. Y así, fuimos pasando de 300 a 3.000, que creo que es la cifra final. Aunque no estoy muy seguro”. Los nombres que se barajan en esta lista interminable son empresarios del Ibex, políticos en ejercicio, exministros, presidentes de comunidades autónomas, alcaldes, cantantes, actores, periodistas y personajes del mundo social.

Se han fletado aviones, contratado trenes AVE y reservado en los hoteles más emblemáticos de Sevilla. Todo para acoger a los invitados que lleguen de fuera. El mismo viernes ya hay un almuerzo y una cena de recibimiento, y el sábado la gran fiesta.

El Palacio de Exposiciones sevillano está dividido en varios pabellones, donde habrá responsables de la organización para cualquier imprevisto que surja. Todo está milimetrado y con un orden espectacular. Hay zona de descanso, sastrería, peluquería y maquillaje para retoques de las mujeres. También contará con un espacio dedicado a la “ropa y calzado de sustitución”. La asistencia sanitaria también forma parte del plano de la organización. “Todo está estudiado para que lo pasemos muy bien”, afirma José Luis López, que reconoce estar algo nervioso ante la cita festiva.

El calendario del 60 aniversario está planificado al milímetro y comenzará a las 13:30. En el pabellón A habrá almuerzo y merienda desde mediodía hasta las once de la noche. En el C, cena y 'broche final' con actuaciones y sorpresas hasta las cuatro de la madrugada. El B servirá como lugar de descanso durante el tiempo que dure la fiesta.

Se desconoce en qué consistirán las sorpresas que ha preparado el anfitrión a sus amigos. Dadas las características únicas del festejo también funcionan los rumores y exageraciones. Uno de ellos es la posibilidad de que aparezca Jennifer Lopez por el Palacio de Exposiciones como regalo de aniversario. Otro mucho más creíble, que Paloma Cuevas, invitada y amiga especial, apareciera con Luis Miguel y que el cantante fuera quien le cantara el 'Cumpleaños feliz'. Más difícil resultaba llevar a la Legión a Ubrique y José Luis López lo hizo para que un niño con una enfermedad complicada cumpliera su sueño.

¿Y quién es el Turronero?

No forma parte del club del Ibex, ni de la lista Forbes nacional, donde se encuentran los datos de los grandes empresarios de España. Tampoco es habitual que su nombre aparezca en titulares de medios económicos. Es uno de los grandes empresarios de Andalucía. Compra y vende terrenos, edificios, naves y no se queda con nada. Se le conoce por su apodo más que por el nombre que aparece en el DNI. “Yo también fui feriante y vendía turrón”, cuenta a Vanitatis.

Tiene otra manera de hacer que consiste en mantener un perfil poco visible para el mundo de los tiburones económicos. Vive en Ubrique con su mujer, sus hijos y nietos. Tres días por semana se traslada a Madrid para manejar sus muchos negocios. Ahí comienza la diferencia. No recibe en un despacho de cien metros cuadrados, ni en la antesala hay un equipo de secretarias. Concierta sus citas de trabajo y se encuentra con sus posibles socios en un hotel a la vista de todos. Antes de su primera reunión, a las siete de la mañana, ha corrido por el Retiro. Y después comienza su jornada maratoniana, que suele interrumpir a mediodía para almorzar en el restaurante El Qüenco de Pepa, que regenta su gran amiga Pepa Muñoz. Siempre la misma mesa y y un menú sin sofisticaciones.

Una vez al mes hace lo mismo a través de la Fundación López Mariscal, que lleva su apellido y el de su mujer, y que tiene su sede en Ubrique. Estos encuentros son diferentes a los de Madrid porque aquí la realidad es otra. Son ciudadanos del mismo pueblo o de la zona a los que el empresario ayuda, y estudia sus peticiones. Lo mismo puede pagar un alquiler a personas que han perdido su empleo o pagar la estancia en una residencia a un anciano sin familia que solventar un tema económico doméstico. Todo es posible en el mundo solidario que ha creado a su alrededor y que sorprende a los que no lo conocen. Un filántropo que tiene su cuartel general y familiar en un pueblo de Cádiz de 17.000 habitantes.