Los amigos de Carmen Sevilla, preocupados y con pocas noticias de su estado de salud

Los amigos de Carmen Sevilla están muy preocupados por su estado de salud. Desde el domingo, permanece hospitalizada y su estado es grave, aunque su hijo ha transmitido “tranquilidad”. Carmen lleva más de diez años apartada de la vida pública y trabajó hasta los 80 años. Presentar el mítico programa ‘Cine de barrio’ fue lo último que hizo, y curiosamente se marchó dando el relevo a su compañera Concha Velasco, que a sus 83 años también se encuentra en una situación muy delicada de salud. Ambas han coincidido en los platós, en la amistad y ahora en la enfermedad.

Augusto ha puesto su teléfono en modo avión, no contesta a las llamadas ni a los numerosos mensajes que está recibiendo. Únicamente él y su fiel amigo, Moncho Ferrer, han sido las personas que ha podido verla en estos años por expreso deseo de su único hijo.

Norma Duval, una de esas amigas que ha manifestado su dolor por no poder verla personalmente, asegura que “no tiene ninguna noticia”, al igual que la bailaora María Rosa o la diseñadora Marilí Coll. En su núcleo más íntimo se encontraba el diseñador cordobés Manu Sánchez, que la conoció recién llegado a Madrid y mantuvo con ella una relación muy estrecha: “Carmen era tremendamente cariñosa y generosa, sentía mucho miedo a la soledad. Llegó a sentirse muy sola en algunas etapas de su vida, y aunque ha triunfado profesionalmente en muchos ámbitos, a nivel personal siempre se ha quejado de que el amor no la ha tratado bien”.

Lolita la quiere como alguien de su familia. Ha compartido con ella muchas giras por América y fue un poco la depositaria de esa intensa amistad que tenían su madre y Carmen, hasta el punto de ser la de Sevilla madrina de su hija Rosario, junto al bailarín Antonio. Una pareja de artistas con reconocimiento internacional que parecía presagiar la carrera de Rosario. Cuando habla de Carmen, Lolita siempre recuerda esa sensualidad que contrastaba con su cara angelical: “Es la mujer más sexy del mundo, con su voz, su mirada, te pedía cualquier cosa y era como la Marilyn española, dijera lo que dijera resultaba sexy”.

Enrique Miguel Rodríguez, otra de las personas que compartía con ella muchos de sus cumpleaños celebrados por todo lo alto, habla de dos aficiones que nunca dejaba de lado: “Lo que más le ha gustado del mundo era comer y reírse; ella disfrutaba con la comida y una buena reunión de amigos”.

A sus 92 años, la artista lleva varios ya sin reconocer a nadie, ni siquiera a su hijo Augusto, como él mismo declaraba en una de sus escasas manifestaciones: “Está tranquila, y así es como debe seguir: perfectamente atendida, con todos los cuidados que necesita y feliz dentro de las circunstancias”.

Sin embargo, los problemas de salud se han agravado en estos últimos meses. Sin embargo, su corazón es fuerte y por eso a sus 92 años ha conseguido resistir varias crisis. Ingresó en marzo de 2015 en la residencia donde la han estado cuidando, pero meses antes, en diciembre de 2012, estaba celebrando la Navidad con sus íntimos. Recuerda Manu Sánchez para Vanitatis: “Montaba un belén en su casa y nos llamaba a sus amigos. Siempre tuvo miedo al olvido; el alzhéimer fue la misma enfermedad que tuvo su madre Flora y falleció con casi 100 años, su última etapa fue como la de Carmen”.

Hasta que ingresó en la residencia solía visitarla en su casa y al principio le costó adaptarse, sufrió algún episodio de desorientación. “Solo su hijo, su fiel Moncho y Nines, la persona de confianza que llevaba 40 años con ella, la veían. Carmen ha llevado muy mal la soledad. Se retiró a la finca de Extremadura con las ovejitas y con Vicente por amor, pero él viajaba mucho y aquellos años fueron muy duros. Volver a trabajar le dio la vida. El último traje que lució para su 80 cumpleaños, en septiembre del 2012, con el que apareció en público se lo hice yo, un traje de chaqueta color rosa con un volante, y también el que se puso para la despedida de ‘Cine de barrio’, en marrón chocolate y turquesa. Fue tras morir Vicente cuando nos unimos más, incluso me dijo que por qué no me iba a vivir con ella por ese pánico que tenía a estar sola”.

Manu publicará en septiembre un libro llamado ‘Secretos de un probador’, prologado por Nieves Herrero: “Su gran amor no fue ninguno de sus dos maridos; ni Algueró ni Patuel. Ella me confesó que había sido un hombre que no era español y con el que vivió una relación complicada. Lo contaré en ese libro”.

La editorial sevillana Sevilla Press Ediciones también ha sacado una nueva edición del libro ‘Carmen Sevilla, la novia de España’, del periodista Alfredo Sánchez, donde se incide también en la peculiar educación y forma de ser de una artista “que llegó a Hollywood, enamoró a los hombres más famosos del mundo, trabajó en el cine internacional, recibió varias propuestas matrimoniales, pero siempre estuvo condicionada por una educación muy tradicional que la marcó”, asegura el autor a Vanitatis.