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Joan Groizard, director del IDAE: "Siempre que puedo digo 'mi chico' en lugar de 'mi pareja"
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Joan Groizard, director del IDAE: "Siempre que puedo digo 'mi chico' en lugar de 'mi pareja"

Este mallorquín de apenas 33 años es el encargado de gestionar los fondos europeos para la transición energética. A su trabajo suma el ser un gay convencido de su compromiso con el colectivo LGTBIQ+

Foto: Groizard, en una sesión de fotos en su despacho. (Cortesía)
Groizard, en una sesión de fotos en su despacho. (Cortesía)

Es joven, muy joven, pero cuando se escucha hablar a Joan Groizard parece que hable una persona que ha vivido muchas vidas. Pese a su educada (y algo tímida) cortesía y a una mirada que delatan su juventud. 33 años tiene este mallorquín que desde 2019 dirige el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), la agencia de referencia de las energías renovables en España. Ingeniero en Energía y Medio Ambiente por la Universidad de Cambridge (Cambridge, Reino Unido).

Desde IDAE fue el impulsor de las negociaciones técnicas con Bruselas sobre los más de 10.000 millones de euros de fondos europeos destinados a la transición energética. Pero, además, siempre que puede hace ver su condición sexual desde una posición reivindicativa y firme con el colectivo LGTBIQ+. En un mundo masculinizado y heteronormativo, Joan Groizard ha logrado hablar de su 'chico' al mismo tiempo que deja atónitos a sus interlocutores hablando de cambio climático o energías renovables. Una manera de dar visibilidad a su condición que se suma a su apoyo en desfiles y manifestaciones y da forma a su identidad.

placeholder El joven, en una imagen reciente. (Cortesía)
El joven, en una imagen reciente. (Cortesía)

Vanitatis se ha puesto en contacto con él para hablar de oleadas reaccionarias, energías renovables y cuestiones de discriminación, problemáticas y anhelos de un colectivo que siempre le ha representado.

Diriges una institución pública fundamental que ocupará gran parte de tu tiempo. ¿Cuál es tu implicación y tu relación con el colectivo?

En lo personal, cada vez que hay movilizaciones participo en ellas. Y también, cuando existe una ventana para ello, aunque no sea la solución, me parece importante la visibilidad. Si estoy en un contexto profesional, en una reunión de trabajo, de la misma manera que todo el mundo habla de su mujer o de su marido, yo intento hablar de 'mi chico' en los mismos términos. También haciendo hincapié en introducir esa palabra, 'chico', cuando te hablan de 'pareja'.

¿Por qué crees que es necesario seguir haciendo cosas así?

Hacen falta cosas mucho más potentes, como políticas, recursos... Te pongo un ejemplo: yo intento no meterme mucho en redes e intento ser muy pacífico, muy comedido. Pero me llama la atención que cuando ha habido algún episodio de troleo, la sexualidad es una de las cosas que se usan como ataque. Tú piensas que lo tienes muy asumido y ese tuit de alguien que se oculta detrás de un anónimo te acaba jorobando y eso te acaba reafirmando más: "Oye, pues sí, y a mucha honra". La visión del mundo que tengo y la que me ha ayudado a ser quien soy es también la del colectivo.

El mundo al que te dedicas parece muy masculinizado. ¿Te has enfrentado a algún problema dentro de él?

Creo que nuestro ámbito se podría beneficiar de una mayor diversidad, no solo LGTBI sino de género por ejemplo. También es verdad que el sector energético, como está en plena evolución, acoge a gente más diversa, gente que viene de muchas disciplinas. Algunas veces, no sé si por una cuestión de edad, sí que ves que a secretarias de Estado o a ministros no se les trata igual. Cuanto más canas, mejor. En un nivel muy subyacente, por orientación y por ser más joven que la media de los perfiles, quizá percibes que la interlocución no es la misma que si están con un señor. Es verdad que he tenido muchísima suerte y de forma explícita mi orientación sexual no ha supuesto una barrera. En todos mis trabajos he podido decir quién soy o con quién estaba saliendo en ese momento. Siempre me he sentido respaldado, pero soy consciente de que eso puede ser una excepción.

placeholder Groizard, en su despacho. (Cortesía)
Groizard, en su despacho. (Cortesía)

Hablamos de la concienciación, algo que también está muy presente en tu trabajo...

Es algo tan importante como la Revolución Industrial; algo que va a marcar la historia de la Humanidad. Es una oportunidad enorme de calidad de vida, de empleos... Lo bien que viva la gente en el siglo XXI va a depender de la transición energética. En política, tienes desde el negacionista que, sabiendo que es mentira, repite que no pasa nada y confunde el cambio climático causado por humanos, que es lo que está pasando, con cosas del pasado. O gente que no entiende lo que esto puede suponer para España, no ven el filón. Luego tienes colectivos muy movilizados. Nosotros hacemos camino igualmente, nos escuchen o no. Cada vez más vas viendo que bancos, constructoras o sectores como el de la moda ven la sostenibilidad como una forma de que sus clientes les entiendan mejor y de ser más eficientes y reducir costes.

¿Cuál es tu trabajo exactamente?

Una parte es intentar convencer en cuanto a ideas, porque todo va detrás. También hay un trabajo técnico, con unos equipos muy preparados. Mi estilo de liderazgo es entrar en materia y entender ese trabajo. Además tenemos unos fondos europeos que gestionar para este objetivo, para gestionarlos bien y gestionarlos rápido. Me levanto cada día preocupado por hacer muchas cosas y hacerlas bien.

En este sentido, ¿teméis lo que pueda pasar si hay un cambio de gobierno?

Creo que la transición energética no tiene vuelta atrás. Lo que sí está en juego es cuánto la aprovechamos o cuánto no. Yo creo que España está en este momento muy por delante y en Europa y en el mundo, en conferencias internacionales, nos miran como un referente. Todo esto depende también de que haya un gobierno que pise el acelerador, o lo tome como bandera y se lo crea. Si hay una alternativa política que no cree en ello, seguiremos avanzando igual, porque Europa nos obliga y las empresas lo tienen interiorizado, pero a lo mejor será un poco más costoso y a regañadientes; a lo mejor los empleos o las industrias se darán más en otros países y no aquí. Creo que el gobierno actual y la vicepresidenta han hecho una labor que en el sector se entiende. Espero que no sea algo que solo se aprecie a posteriori, cuando lo hayamos perdido.

Hablando de cambios y volviendo al colectivo, hay gente que teme que se avecine una oleada reaccionaria, ¿qué opinión tienes al respecto?

Los avances siempre han tenido olas de reacción en contra. Mi época de salir del armario y terminar de entenderme coincidió con socializarme políticamente, con la época del matrimonio igualitario, la legislatura Zapatero. En lo personal, aquel era un momento ilusionante, pero todo ese ruido de comentarios homófobos y machistas era terrible. Posiblemente, ahora estemos en una situación parecida. Creo que hemos visto avances en políticas como la ley trans, que creo que es muy importante, y todos esos avances se encuentran con una resistencia y generan ruido y debate. La LGTBIfobia existía igualmente, pero a lo mejor era menos visible porque no había tema de debate posible. Si existe, prefiero verla y saber dónde está, porque hay que combatirla.

placeholder Joan Groizard. (Cortesía)
Joan Groizard. (Cortesía)

Hay artistas y productos culturales asociados al colectivo. ¿Cuáles son tus gustos en ese sentido?

Hay artistas que son referentes muy claros para el colectivo, pero que a la hora de manifestarse públicamente me han decepcionado a la hora de implicarse políticamente o ser voces del mundo de la cultura para cuestiones de derechos. Hay silencios muy elocuentes.

A nivel películas o series, a lo mejor es muy cliché, pero me quedo con 'Heartstopper'. He hablado con compañeros y amigos que tienen una especie de nostalgia de ese tipo de amores adolescentes que nos habría gustado vivir y que afortunadamente hoy sí se pueden vivir de otra forma. Además es una historia bonita sin esos finales dramáticos de otros productos del mismo tipo.

¿Siempre tuviste claro que acabarías en tu sector profesional?

El cambio climático y el ámbito energético han sido temas que me han obsesionado casi desde niño. Me acuerdo perfectamente un día, escuchando hablar sobre el tema, lo que ahora se llama ecoansiedad; esa sensación de pensar "joder, esto es, esto es muy heavy". Encontré la información que tenía en ese momento y vi que no se estaba haciendo mucho. De alguna manera me especialicé en temas de energía y medioambiente y he ido orientando mi carrera profesional hacia aquí. Al principio, empecé por la cuestión más técnica (energías renovables, coches eléctricos) y luego vi que también hacen falta más cambios sociales, de más calado. Eso es lo que hice en el gobierno de Baleares, dirigiendo Energía y Clima y ahora desde el IDAE. Creo que el Joan adolescente que se preguntaba qué estudiar se sentiría orgulloso de lo que hemos conseguido.

Si tuvieses una máquina del tiempo para volver atrás, ¿qué consejo te darías a ti mismo?

Le diría que tuviese más seguridad en sí mismo en todos los sentidos: en lo académico, en lo personal y en lo profesional. Uno de mis lemas es 'it's going to be OK', 'todo va a salir bien'. La salida del armario es un momento que te hace pensar muchas cosas, que te hace dudar, pero también es un aprendizaje importante. Creo que si tuviese una máquina del tiempo apostaría por tener más seguridad en mí mismo y en mucha gente que me rodeaba.

Es joven, muy joven, pero cuando se escucha hablar a Joan Groizard parece que hable una persona que ha vivido muchas vidas. Pese a su educada (y algo tímida) cortesía y a una mirada que delatan su juventud. 33 años tiene este mallorquín que desde 2019 dirige el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), la agencia de referencia de las energías renovables en España. Ingeniero en Energía y Medio Ambiente por la Universidad de Cambridge (Cambridge, Reino Unido).

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