El Turronero se corona con la madre de todas las fiestas: del Circo del Sol a la Feria de Abril

Unas semanas antes de que el empresario José Luis López convocara a sus amigos y conocidos por su 60º cumpleaños en Sevilla, ya se adelantaron algunos datos de lo que se ha definido como la madre de todas las fiestas.

El propio protagonista contaba a Vanitatis que era una fecha importante en su vida. Daba un número aproximado de invitados que iba aumentando según se acercaba la fecha. De los trescientos iniciales pasaron a tres mil y pico convocados, entre los que se encontraban la mitad del pueblo de Ubrique, para los que se habían fletado varios autobuses. Entre los vecinos había asociaciones, fundaciones y comunidades de vecinos donde sigue viviendo el Turronero y su familia.

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Paloma Barrientos

Tenía sus razones para explicar la megaconvocatoria: “He querido que todas las personas que han pasado por la historia de vida estén hoy aquí. Los que me quieren y también con los que he tenido algún desencuentro a lo largo de mis sesenta años. La vida está para celebrar y qué mejor que hacerlo así, con todos vosotros”, contaba mientras en el escenario se iban sucediendo las actuaciones.

Desde Bertín Osborne a Manu Tenorio, Camela, David de María, Chenoa, los Cantores de Híspalis, Siempre Así, Juan Peña, Morancos, Pitingo, Paz Padilla, Santiago Segura o los Gemeliers, a otros muchos artistas a los que iban dando paso el presentador, Pedro Rollán y el coreógrafo Poty.

Uno de los momentos emotivos fue la intervención del cantante Raúl, que hizo subir al escenario a Carmen, mujer de José Luis López, con la que se casó con veinte años y tuvieron dos hijos. Con su marido crearon la fundación que lleva sus respectivos apellidos, López Mariscal. Otro emotivo momento fue cuando el payaso Fofito escenificó con los nietos y otros niños de Ubrique los temas más conocidos de su carrera. Todo esto sucedía a lo largo del día y de la tarde, pero aún faltaba la gran traca.

Se había rumoreado que la guinda podían ser las actuaciones de Jennifer López y de Luis Miguel. En el primer caso, era cuestión de caché y en el segundo, para acompañar a Paloma Cuevas, que fue una de las amigas que quiso estar en el cumpleaños.

La empresaria acudió con sus dos hijas y de ahí la esperanza de que el novio apareciera en algún momento. Muy feliz después de los días complicados de su divorcio de Enrique Ponce, sólo adelantó que el artista se encontraba en México, desde donde comenzaría su gira internacional.

En el transcurso de la fiesta lució dos de los vestidos de la línea que diseña en colaboración con Rosa Clará. Contaba que tiene un proyecto muy bonito. “Estoy recopilando fotos de mi padre (Victoriano Valencia) para un libro donde se muestre su trayectoria. Me hace mucha ilusión”. Por ahora no tiene muy estructurado su verano con sus niñas y dependerá de la salud de su padre.

El broche de oro llegaría por la noche con varias actuaciones en directo del Circo del Sol y una puesta en escena de la Feria de Abril. Todo organizado en varios de los pabellones del palacio de Exposiciones y Congresos. Impresionó el espectáculo con acróbatas, equilibristas y profesionales que forman parte del activo del Circo.

Pero aún quedaba por llegar lo más impresionante. En uno de los pabellones se recrearon varias calles de la Feria de Abril con sus casetas y puestos de churros, buñuelos, pescaíto frito, pizzas, hamburguesas y una zona recreativa con tómbola, tren de la bruja, coches de choque….

El comentario general era de total asombro. Hasta los invitados más viajados, como el expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, y su mujer Nora no habían visto una cosa igual. Una feria en toda regla la que había organizado, montado y contratado la hermana, que hasta hace unos años seguía con su trabajo de feriante, “que es lo que me gusta”.

José Luis López quiso explicar la gran sorpresa. “He cumplido 60 años y vengo de una familia humilde que se ganaba la vida vendiendo turrón en las ferias de los pueblos. Y con esto lo que he querido es mostrar que estoy muy orgulloso de mis orígenes. Estoy agradecido con la vida que he tenido y las posibilidades de compartir con la gente que quiero lo que tengo. Y poder echar una mano a quien lo necesita de mi pueblo de Ubrique y de la comarca”.

Esa noche paseaba por su Feria de Abril recordando cómo con el primer sueldo que ganó “le cambié la solería de la casa de mi madre y le compré un tresillo”.

La fiesta del Turronero continuó hasta pasadas las ocho de la mañana con “los calentitos” recién hechos.