Cómo ha cambiado Ferran Adrià desde sus inicios en los 80 a la visita de la princesa Leonor y la infanta Sofía en Girona

Hacía más de un mes que no veíamos juntas a la princesa Leonor y la infanta Sofía, y hoy, tras atender a otros compromisos relacionados con los Premios Princesa de Girona, las hijas de los Reyes han tenido una cita muy especial, con uno de los chefs más reconocidos del mundo: Ferran Adrià.

Leonor y Sofía llegaron a elBulli1846, el museo recientemente inaugurado por Adrià como homenaje a su famoso restaurante, acompañadas de un grupo de jóvenes que participan en diferentes programas de la fundación que concede los premios. Allí, asistieron al Taller de Innovación y del Proceso Creativo que impartió el chef.

Considerado uno de los grandes cocineros de la historia, Ferran Adrià Acosta nació el 14 de mayo de 1962 en Hospitalet de Llobregat (Barcelona). En 1980 decidió dejar los estudios para dedicarse a su pasión: la cocina, y empezó a trabajar en el hotel Playafels de Castelldefels, en lo que serían sus inicios en el mundo de la gastronomía.

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En 1984 empezó a trabajar en El Bulli, como jefe de partida, y poco después pasaría a ser uno de los jefes de cocina, para en 1987 ponerse al frente de las cocinas y desarrollar todas sus creaciones con total libertad.

Gracias a su trabajo incansable, a su formación continua y a su permanente búsqueda de la innovación en la gastronomía, El Bulli fue creciendo y convirtiéndose en uno de los mejores representantes de la alta cocina española, rompiendo esquemas y construyendo un universo de sabores, sensaciones y texturas como nunca antes se había hecho. Ya en 1999 el suplemento 'El País Semanal' le dedicaba su portada y un amplio reportaje, titulado ‘Ferran Adrià, el mejor cocinero del mundo’.

El Bulli subiría como la espuma, llegaría a ser considerado en varias ocasiones el mejor restaurante del mundo, a coleccionar estrellas Michelin (nada menos que tres) y todo tipo de galardones gastronómicos, y recibir miles de solicitudes al año, tanto para degustar sus platos como para trabajar en sus cocinas.

El 31 de julio 2011, El Bulli cerró sus puertas como restaurante y Adrià se dedicó a otro tipo de trabajos relacionados con la gastronomía. Ese mismo año, en noviembre, recibiría de manos de la reina Sofía la medalla de oro del Instituto Español Reina Sofía en Nueva York, en una gala en la que Bill Clinton fue el invitado especial. "Este es un reconocimiento a toda la cocina española, y no solo a Ferran Adrià", dijo el chef al recibir la medalla.

Tras el cierre del establecimiento, empezó a dar forma a la idea que le rondaba la cabeza, y que abriría sus puertas a mediados del mes pasado, hace escasos quince días: elBulli1846, un lugar que, según se explica en su web, es “un museo para reflexionar sobre el conocimiento, la innovación y la historia de El Bulli”.

Además, Ferran Adrià está ligado de alguna manera a la familia real, ya que el chef diseñó el menú que se sirvió en la víspera de la boda de don Felipe y doña Letizia, en la recepción para las Casas Reales que acudieron al enlace.

Esta no es la primera vez que la Princesa y la Infanta se interesan por el trabajo de Ferran Adrià: en 2014 acudieron junto a sus padres a una exposición en el Espacio Fundación Telefónica dedicada al reconocido chef. Un reconocimiento más a toda una vida dedicada a convertir la cocina en un arte, y que ahora, con la inauguración del museo elBulli1846, ha visto un sueño cumplido.