Carmen Martínez-Bordiú nos responde sobre sus fotos con un hombre desconocido

Hace tiempo que Carmen Martínez-Bordiu tomó la decisión de apartarse de la vida social y mediática. Vanitatis ha podido conseguir una respuesta de la socialité acerca de las imágenes sobre un posible nuevo amor. "Con imágenes hace su película", afirma mediante un escueto mensaje.

El punto de inflexión para su retirada mediática llegó a lo largo de la pandemia, la cual pasó, en parte, en su finca de Jaén. Un campo que adquirió con Roberto Federici, una de sus antiguas parejas. Allí decidió que cambiaría Madrid por Portugal para buscar la tranquilidad en Sintra de la mano de su entonces pareja, el surfista Tim McKeague. Dicha localidad de nuestro país vecino, ubicada cerca de Nazaré, donde se ha registrado el récord a la ola más gigante, es el paraíso de los deportistas de esta disciplina en la que su novio destacaba.

Ahora, el amor ha finalizado, pero según confirman a Vanitatis fuentes solventes, a pesar de la separación, la amistad con el australiano permanece a día de hoy, al igual que con Luis Miguel Rodríguez, dueño de Desguaces La Torre. El empresario y la exduquesa de Franco también mantuvieron una relación estable varios años. Es más, Carmen llegó a declarar en una entrevista que había sido el hombre de su vida. Para Luismi, que así se le conoce familiarmente, “es una buenísima amiga a la que quiero mucho y hablamos a menudo”. De esta manera, la socialité tiende a conservar un trato estrecho con quienes ha mantenido nudos sentimentales.

Bordiú y McKeague solo mantuvieron la invisibilidad en los inicios. Después dieron normalidad a su noviazgo, aunque nunca aparecieron en ningún reportaje ni exclusiva. Las únicas fotografías que existen de ambos son resultado de las guardias de los paparazzi en algunos de los viajes de la pareja a Madrid. Aunque las propuestas de posados pagados fueron múltiples, el surfista nunca los aceptó. Tampoco con su primera ruptura, que publicó este digital en exclusiva en diciembre del 2020. Entonces, hubo un periodo de reflexión. Algo así como el “cese temporal” que utilizó Zarzuela para anunciar el divorcio de la infanta Elena y Jaime Marichalar.

No obstante, esa separación tuvo una vuelta atrás y continuaron viviendo en la misma casa de Sintra. Al menos hasta ahora, cuando finalmente la ruptura ha sido definitiva, según anunciaban en el programa de Sonsoles Ónega, donde aparecieron unas imágenes en las que se veía a Carmen en un coche que conducía un hombre desconocido. No hay más datos del caballero en cuestión y, según confirman a Vanitatis amistades de la socialité, “lo mismo es un conductor”. Además, nos explican: “Que sepamos, ella está tranquila en Portugal. Viaja a menudo a Madrid y a Burdeos, donde vive su hija Cynthia”.

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Esta es la información indirecta de su entorno más cercano, que explica que Timothy ha sido una persona importante en la vida de la amiga. La directa la da la propia protagonista a nuestro medio. “Desde que me vine a vivir a Portugal, nunca he hecho declaraciones. Ni tan siquiera ahora cuando considero que un periodista me estaba acosando, aquí en mi casa. No he abierto la boca, pero con imágenes hace su película”, nos contesta a un mensaje telefónico.

Carmen no se enfada y aclara que su vida no tiene repercusión mediática. Hace unos días nos confirmaba que no acudiría a la boda de Tamara Falcó, aunque su amistad con Isabel Preysler viene desde que esta, de origen filipino, llegó a Madrid a los 18 años. Sin embargo, también ha querido desvelar el motivo de tal ausencia a este digital: “Me voy de vacaciones con mis nietos”.