Dani Alves se niega a firmar el acuerdo de divorcio que le propone Joana Sanz

Dani Alves sigue todavía a la espera de ser juzgado tras una presunta violación en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 30 de diciembre de 2022. Un juicio que está previsto para el próximo otoño. Tras cinco versiones distintas ante la jueza, la última incluso filtrada ayer en el programa de televisión ‘Código 10’, Dani pretendía no hacer más daño a su todavía mujer, Joana Sanz, pero esta se ha mantenido firme con la decisión de querer divorciarse.

En la primera y única entrevista que la modelo ha concedido desde que ocurrieron los hechos, que fue publicada por este medio, ella aseguró: “Yo me planteo el divorcio porque descubro que Dani me ha sido infiel, pero, a pesar de todo lo que se ha dicho, aún no hemos iniciado los trámites, seguimos casados. De momento solo es de palabra”.

Joana asegura que no quiere seguir siendo su pareja sentimental legalmente. Hace unas semanas inició los trámites de divorcio que, a primera vista, parecían sencillos, pero están siendo más complicados de lo habitual.

Tras días de negociación entre los abogados de ambos, el problema en el que se encuentra la modelo en estos momentos es que Alves se niega a aceptar las condiciones del divorcio y está poniendo trabas en el camino para evitarlo a toda costa, ya que la considera su eterna compañera de vida. “Joana es la mujer con la que me casé hace ocho años, con la que sigo casado y con la que espero seguir viviendo toda mi vida”, aseguró el exfutbolista en ‘La Vanguardia’.

Desconocemos esas condiciones, intuimos que económicas, que hacen que no se lleve a cabo este divorcio. Una situación compleja que, por ahora, mantiene a los abogados en constantes conversaciones para intentar llegar a un acuerdo pero, en caso caso contrario, podría acabar, posiblemente, en los tribunales.

En estos momentos, Joana se encuentra en una ciudad de España, intentando relajarse alejada del foco mediático y centrada en su trabajo y en sí misma. Es por este motivo que ha tomado la decisión de no dar más declaraciones a los medios de comunicación sobre su vida privada.

Su entrevista

Sanz contaba a este medio cómo se enteró de las denuncias hacia el futbolista. "En principio yo no daba crédito a nada. Me quedé en shock. Y todo me parecía gravísimo. Él entró en prisión sin haber pruebas. No nos olvidemos de que fue a declarar voluntariamente. Que no tuvo ninguna notificación para ir a hacerlo, nadie se lo pidió. Y de allí directamente lo llevaron a prisión", recordaba.

Entonces también se planteaba qué ocurriría con un hipotético divorcio: "Estábamos superbién, nosotros nunca discutimos. Jamás hemos tenido un problema por nada. Yo soy una persona muy fácil y no discuto. Lo que más me duele de que haya pasado todo esto es que el amor está intacto".