Guía definitiva de la boda de Tamara Falcó: sin Enrique Iglesias, con un ejército de maquilladoras y beneficios millonarios

Este sábado tendrá lugar el gran día de Tamara. El día más esperado y soñado por parte de la aristócrata. Mañana, por fin, se casa. “Me casaré con ella le pese a quien le pese”, llegamos incluso a escuchar a Íñigo Onieva tras su primera gran crisis y, salvo cataclismo, en unas horas la promesa se cumplirá según estaba previsto.

Siempre confiando en “la Divina Providencia”, la marquesa de Griñón ha conseguido que las aguas lleguen a buen puerto a pesar de todas las vicisitudes que han sembrado el camino de obstáculos. Ni el esguince o la gastroenteritis exótica, ni la infidelidad mediática, ni el robo de joyas, ni el cambio de fecha… Ni siquiera la ruptura con sus diseñadoras del vestido de novia a poco más de mes y medio del enlace han conseguido frenar esta boda que por fin tendrá lugar en apenas 24 horas.

“La boda del siglo” o “la boda del millón de euros” son algunos de los apodos con los que se la ha bautizado, aunque visto lo visto y, teniendo en cuenta la fe inquebrantable de la novia, debería llamarse “la boda del milagro”.

El vestido ya está en España en proceso de ser ajustado para que le siente como un guante en su gran día y el de su suegra y su madre, de Caprile y Carolina Herrera respectivamente, también. En El Rincón, los equipos de Ramiro Jofre, de Eneko Atxa y demás proveedores trabajan incansables desde principios de semana, y amigos y familiares de la pareja ya han empezado a llegar a Madrid para poder asistir esta tarde a la preboda.

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De hecho, todos los hermanos de ambos ya están instalados en la capital listos para darlo todo en la gran boda del año. Todos excepto Enrique Iglesias. Aunque se ha espectulado mucho en las últimas horas acerca de su posible asistencia a la boda, un amigo del cantante ha confirmado a Vanitatis que se ha puesto en contacto con él en las últimas horas y este le ha asegurado que no viajará para acompañar a su hermana en su gran día.

Ni la insistencia de Preysler ni la de su propia hermana han servido de nada. La decisión está tomada y como en las bodas de Julio José, que también se celebró en la que fuera la residencia de Carlos Falcó, y la de Ana Boyer, en Mustique, el primogénito de la 'reina de corazones' será de nuevo la gran ausencia.

Maquilladoras para todos

El sábado a las 7 de la tarde, los 400 invitados están citados a participar en la ceremonia religiosa que tendrá lugar en el interior de la finca que preside el palacete. No obstante, horas antes, las dos familias pondrán rumbo a Aldea del Fresno para prepararse en los dormitorios de El Rincón, que desde hace semanas están sufriendo modificaciones para adaptarse a las necesidades de los nuevos tiempos.

Algunas de las invitadas han asegurado a Vanitatis que los novios han puesto a disposición de todos un auténtico ejército de maquilladoras que estarán repartidos por distintos puntos de la capital.

Se rumorea incluso que podrían desplazarse más de una decena al palacio de El Rincón para maquillar tanto a Preysler como a sus hijas y también a personas del entorno cercano del novio.

Un servicio más que Tamara ha preparado con mimo para que todo el mundo esté centrado en disfrutar y pasarlo bien.

Beneficios millonarios

Para llevarlo todo a cabo, la marquesa de Griñón ha contado con la ayuda inestimable de varias marcas con las que lleva años colaborando y que han querido estar presentes de alguna u otra manera el día de su boda.

Marcas de bebidas alcohólicas, de joyas, de belleza y moda y hasta un hotel han puesto a disposición de su embajadora más ilustre todos los servicios que ella ha creído conveniente con los consiguientes beneficios publicitarios. Tónica general en toda boda influencer que se precie, como la de María Pombo o Marta Lozano, entre otras.

Cabe destacar en este punto también la astronómica cifra por la que, según se especula, Tamara e Íñigo habrían cerrado la exclusiva que ha blindado su boda. Un contrato que no solo incluiría las fotos del fin de semana de su boda (fiesta de preboda y posboda mediante), sino también del viaje de novios y otras exclusivas relacionadas con este día, así como entrevistas y otro tipo de contenido.

Unos beneficios millonarios que la pareja habría decidido repartir a partes iguales y que Íñigo está pensando en invertir en un negocio que verá la luz próximamente.

Tres días, invitados vip y 250 empleados

Contenido no va a faltar. Aunque el día central es el sábado, la boda comienza el día antes con una fiesta de bienvenida a los invitados (se calcula que asistirán unos 200) más jovenes al enlace en un exclusivo hotel de Madrid. A ritmo de flamenquito en directo, tal y como adelantaron los propios novios, ofrecerán una velada para el recuerdo en la que el sello español será el gran protagonista más allá de la música.

Para esta noche, está previsto que la aristócrata luzca un vestido de su propia colección de Pedro del Hierro que ya tendría elegido. A esta misma colección pertenece el que ha elegido su hermana Ana Boyer para el sábado, en un claro guiño a la novia.

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El día grande será el sábado. El Rincón ha sido transformado por el equipo de Ramiro Jofre con carpas en el exterior e iluminación ambiental, y un paisajista ha revivido los jardines que no pasaban por su mejor momento. El catering, que incluirá showcookings en los que se rumorea que participará la novia, estará servido por Eneko Atxa y un equipo de 25 cocineros que desde hace días instalan cocinas repartidas por diferentes puntos de la finca. Además, una conocida distribuidora de bebidas alcohólicas ha diseñado para ellos una serie de cócteles inspirados en su historia de amor.

Habrá sorpresas para los invitados, música en directo de la mano de un grupo internacional y un DJ de moda amenizando el baile hasta las 6 de la madrugada. 250 empleados se encargarán de que todo salga según lo previsto.

Al día siguiente, la resaca de felicidad se vivirá de otra manera. Los novios cierran el fin de semana de su boda con un brunch a partir de las 2 de la tarde en el mismo hotel de la preboda. Este será el evento menos multitudinario de los tres, ya que muchos invitados ya habrán puesto rumbo de vuelta a casa.

Una boda por todo lo alto de la que seguro iremos conociendo más detalles a lo largo del día de hoy y que no dejará a nadie indiferente.