Primicia | Las palabras de Chábeli durante la ceremonia que desataron la risa de los asistentes

Según van pasando las horas posteriores a la gran boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, se van desvelando detalles de la ceremonia y la fiesta que tuvieron lugar este pasado sábado 8 de julio en la finca El Rincón.

La pareja pronunció el ‘sí, quiero’ rodeada de familiares y amigos en una ceremonia privada.

TE PUEDE INTERESAR

Primicia | El segundo vestido de novia de Tamara, al detalle: color marfil, falda a capas y con corsé

Patricia Izquierdo

Los tres curas presentes en el gran día de la marquesa de Griñón y de Íñigo Onieva fueron recibiendo a todos los invitados al enlace. Tamara contó con la presencia de personas que son un pilar fundamental en su vida, como su madre o sus hermanos, menos Enrique Iglesias, que fue el gran ausente.

Algunos de ellos tuvieron un papel activo durante el enlace, como es el caso de Chábeli. A pesar de que ella y Tamara no se ven con frecuencia, pues la primera vive en Miami, mantienen una estrecha relación. Chábeli no podía perderse el enlace de su querida hermana, quien le permitió protagonizar un emotivo momento en las caballerizas, lugar donde se celebró la boda.

Según ha podido saber Vanitatis por fuentes directas que presenciaron la boda, en un momento dado de la ceremonia, Chábeli Iglesias se colocó detrás del altar para leer unas palabras dirigidas a los novios. Los nervios y los sentimientos a flor de piel se apoderaron de ella de tal forma que tuvo que interrumpir su discurso para preguntar en alto a todos los asistentes: “¿Lo estoy haciendo bien?”.

La espontaneidad de la hija mayor de Isabel Preysler encantó al resto de invitados, que comenzaron a reír.

Una vez finalizada la ceremonia, los novios, ya convertidos en marido y mujer, sellaron su amor al son de la Salve Rociera, un momento de gran emoción que daba el pistoletazo de salida a la gran fiesta que se llevó a cabo más tarde en la misma finca. Allí, todos pudieron disfrutar de una suculenta cena, de la música, los brindis y el baile hasta altas horas de la madrugada. Aun así, esto no impidió que Tamara e Íñigo madrugaran el domingo 9 de julio para estar a primera hora de la mañana en el Ritz, donde a mediodía dio comienzo la fiesta postboda, con un brunch que se ofreció a los más allegados.

Muy sonriente se dejó ver Tamara, ya como mujer casada, entrando en el hotel y luciendo un vestido blanco de encaje de Zimmermann. Más serio se mostró Onieva, con gafas de sol y sin responder a las preguntas que le realizaban los reporteros que esperaban en la puerta.