El año fuera del foco de Adriana Lastra: boda en Cudillero, mudanza y "tan ricamente con su hijo"

“A trabajar, compañeros. A remangarse, pisar la calle, explicar nuestras políticas y a combatir las mentiras y los insultos de Feijóo y compañía. ¡Ni cautivos ni desarmados, volvemos al combate!”. Con estas palabras plasmadas en un tuit, Adriana Lastra retomó las riendas de su carrera política hace unas semanas. Pedro Sánchez le había pedido que se presentase a las elecciones generales como cabeza de lista por Asturias, su “patria querida” y ella no había podido resistirse. Esta llamada ponía punto y final a un año sabático dedicado a una labor con la que había soñado mucho durante los últimos años: ser madre.

Su hijo Alejandro, nacido el 1 de diciembre del año pasado, era más que deseado por la política y su marido, Hugo, informático de profesión y ajeno a la vida mediática de su mujer. “Adriana quería dedicarse a cuidar de su bebé. Él era en ese momento su prioridad y a día de hoy continúa siéndolo. Está feliz y volcada en su familia, y toda su vida pasa por mantenerlo”, aseguran personas cercanas a la asturiana.

Lastra, mano derecha de Sánchez y, hasta el momento de su baja por reposo durante el embarazo, diputada de Asturias en el Congreso, no ha vuelto a su escaño desde entonces. Un año dedicado a su vida privada que según su entorno le ha servido además “para reflexionar sobre su futuro”.

Un futuro que, tal y como continúan desde su círculo de confianza, pasa por permanecer en Asturias: “Durante este año, una de las cosas que ha hecho ha sido cerrar su piso de Madrid. Tiene claro que, aunque revalide su escaño, continuará viviendo en Asturias, donde quiere criar a su hijo”. Lastra tenía alquilado un coqueto apartamento en el corazón de Chueca al que no tiene pensado volver. Está más que instalada en su casa asturiana, que durante este último año ha decorado y preparado con todas las comodidades.

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La política, tal y como publicamos en estas páginas, se instaló en el piso que un año antes había adquirido en Oviedo, según quedaba reflejado en la declaración de bienes del Congreso. Un ático de nueva construcción ubicado a 10 minutos del centro en una de las zonas de moda de la ciudad.

Con una superficie total construida de algo más de 100 metros cuadrados (casi 90 útiles), cuenta con espacio más que suficiente para albergar el dormitorio de su bebé, del que presume con familiares y amigos, enviando fotos y paseando por la ciudad en la que vive y que la vio nacer hace 43 años, Ribadesella.

Está distribuido en 3 dormitorios (uno de ello con baño en suite y una amplia zona de armarios), otro baño completo aparte, que da servicio al resto de la casa, un salón-comedor amplio y una cocina provista de electrodomésticos eficientes y acabados de lujo con office incorporado para poder comer y cenar allí si lo desean.

Allí mantuvo el reposo requerido por sus médicos y recibió los cuidados precisos por su marido y su madre, jubilada y uno de sus mayores apoyos durante esta etapa en la que daba sus primeros pasos. Durante este año, su familia ha sido su principal foco de ocio. Hija de familia numerosa, tiene cuatro hermanos, también mantiene una nutrida pandilla de amigos que la han arropado durante estos últimos meses más si cabe.

Uno de ellos es Adrián Barbón, presidente de Asturias, encargado de anunciar a bombo y platillo el nacimiento del hijo de Lastra y de rescatarla públicamente hace unas semanas durante la campaña electoral de las municipales y autonómicas, en las que estuvo muy volcada. Es a su vera donde pretende desarrollar lo que le queda de carrera política.

Ahora, como cabeza de lista para las generales, ha continuado con esta presencia mediática (la última en un acto en Cangas de Onís) que, eso sí, no la va a desarraigar de su tierruca. “Adriana no quiere volver a Madrid. Al menos, no a instalarse como antes. Quiere cumplir con sus obligaciones en el Congreso pero no afincarse de nuevo en la capital. Su idea es viajar cuando sea preciso, pero continuar con su vida en Asturias, rodeada de los suyos y alejada todo lo que pueda del foco público”, continúan.

Una vida tranquila en la que durante este año no ha abandonado sus aficiones. A través de su cuenta de Twitter hemos sido testigos de parte de su vida social. En mayo, asistió al concierto de Fran Juesas en Oviedo. “Qué buen rato. Os lo recomiendo!”, escribió en sus redes sociales.

También ha compartido alguna lectura como 'La máscara moral. Por qué la impostura se ha convertido en un valor de mercado', de Edu Galán.

Aunque quizá lo que más la ha entretenido fue su asistencia a la boda el pasado 10 de junio del alcalde de Cudillero, Carlos Valle, con Rafael Oñate, director de gabinete del ministro Félix Bolaños. Una boda celebrada por todo lo alto a la que asistió la cúpula del Gobierno y de la Federación Asturiana del PSOE, con Lastra y su marido y su pequeño Alejandro, entre ellos.

Muy discreta, no colgó ninguna foto en su Twitter del momento. “Adriana quiere mantener una vida tranquila en Asturias. Dijo que no a ser ministra y no quiere que nadie piense que quiere ocupar cargos de responsabilidad en Madrid”, insisten.

Unas perspectivas de futuro que Adriana podría ver trastocadas tras los resultados electorales del domingo. El feudo asturiano que dirige su amigo Barbón es uno de los más fuertes del partido ahora mismo. Tras las nacionales podría aún ganar más puntos, según auguran los expertos consultados por Vanitatis. Lastra no se cierra puertas aunque sus prioridades están claras.

¿Podrá continuar con su vida al lado de su niño “tan ricamente”?