Fotos exclusivas | La aristocrática boda en Francia de Ignacio Benjumea (Abengoa) y Leonor de Escoriaza

La familia Benjumea, fundadora de Abengoa, se ha dado cita este verano en Francia para celebrar la boda de uno de sus miembros más jóvenes. Tras varios años de solvente noviazgo, Ignacio Benjumea Serra y su novia, Leonor de Escoriaza Gilliéron, celebraron su boda soñada el pasado fin de semana en la localidad gala de Montargis, población ubicada en el departamento de Loiret. Allí la familia de la novia tiene una propiedad donde se celebró la fiesta del enlace tras la ceremonia religiosa.

Una boda que adelantó en primicia hace unos meses este medio, que ahora publica imágenes exclusivas de este enlace en el que los títulos nobiliarios se acumularon en los bancos de la coqueta iglesia en la que se celebró el sacramento del matrimonio que ha entroncado a estas dos familias.

Ignacio es el cuarto de los siete hijos que Javier Benjumea Llorente tuvo como Mónica Serra. Javier es doctor en Economía y, además del cargo ya mencionado en Abengoa, ha ejercido como vicepresidente de Sevillana Endesa y como consejero de Telefónica de Argentina. Heredó de su padre el título de marqués de Puebla Cazalla, que don Juan Carlos le otorgó, y es teniente mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Su mujer, por su parte, es hija del marqués de San José de Serra y ambos comparten una de las máximas de la familia Benjumea: la discreción por encima de todo y un deseo de pasar desapercibido que se ha ido trasladando de generación en generación hasta inundar a la actual.

Un motivo de peso por el que prácticamente no han trascendido detalles hasta ahora de esta boda que reunió a dos de las familias con más solera de España y a la que acudió lo más granado de la sociedad hispalense, como ya adelantamos en estas páginas.

Hija de Irene Gilliéron y Plan de Sieyes, la novia, de 33 años, llegó como estaba previsto a la iglesia del brazo de su padre y padrino de boda, Fernando de Escoriaza Quijano. Lo hizo con un elegante vestido blanco de corte clásico firmado por Diego Estrada y compuesto por dos piezas, una de ellas una chaqueta estilo bolero con bordados a tono del vestido en el cuello y manga larga con el que estaba sobria y atemporal. La cabeza, tocada con un velo que cubría el rostro y que iba sujeto con una discreta peina al moño que recogía su oscura melena a media altura.

Un diseño que encajaba a la perfección con la estética de la boda, de corte tradicional. La madrina, Mónica Serra, acudió acompañando a su hijo, en silla de ruedas, con un vestido color fresa de manga larga que combinó con mantilla y peineta negra como manda el protocolo más estricto. Lo mismo el novio y sus testigos, que vistieron todos ellos chaqué clásico compuesto por levita negra, chaleco gris claro y pantalón de raya diplomática y chistera.

Todos los hermanos de los novios tuvieron un papel más o menos importante durante la ceremonia. Ya fuera haciéndose cargo de las lecturas de la ceremonia, como ejerciendo de testigos y ayudando a la novia a colocar la cola del vestido cada vez que se le movía de sitio para que saliera impecable en las fotos. Si la familia de Ignacio es numerosa, la de su ya esposa no se queda atrás.

Leonor tiene tres hermanos: Santiago, Sebastián y Micaela. Estudió en el Liceo Internacional Ferney-Voltaire (Francia) y más tarde se licenció en Psicología en Icade. Cursó un máster en Psicología en París y, aunque ha trabajado fuera de España, en la actualidad tiene una consulta privada en Madrid. A Leonor le gustan los caballos, afición que comparte con su marido, al que llaman cariñosamente Tacho y que en el pasado fue jugador de polo, y los enganches como a gran parte de su familia.

El hecho de que contraigan matrimonio en Francia es una novedad para la familia Benjumea-Serra. Los padres de Ignacio, Javier Benjumea y Mónica Serra, se casaron el 19 de febrero de 1978 en la capilla de la Inmaculada Concepción de Guadalmina (Marbella). Y sus hermanos ya casados —Paloma, que pese a ser la más pequeña de las hermanas contrajo matrimonio en 2011, a los 22 años, con Juan de la Mora y Piñeyro, y Alfredo, que se casó en 2020 con Blanca Möller Andrada-Vanderwilde— también lo hicieron en España. Pero, como manda la tradición, la novia es quien decide dónde se celebra la boda, y Leonor ha optado por uno de los lugares más bellos de Francia. Puentes, canales y bonitas casas al borde del agua acompañarán a esta pareja en el día más importante de sus vidas.