Es noticia
Menú
La Juliana, el barco que une a Eugenia Silva con Elsa Pataky, Aldo Comas y Albert Rivera
  1. Famosos
VACACIONES EN EL MAR

La Juliana, el barco que une a Eugenia Silva con Elsa Pataky, Aldo Comas y Albert Rivera

Esta antigua barca para turistas es propiedad de un matrimonio de arquitectos de Madrid. Se reformó en 2018 y ahora se alquila como exponente del lujo silencioso en las Pitiusas

Foto: Albert Rivera, junto a Aldo Comas. (Gtres)
Albert Rivera, junto a Aldo Comas. (Gtres)

Un matrimonio de arquitectos que comparte profesión, despacho y aficiones. Primero fue viajar por medio mundo, después recalaron en Ibiza y Formentera y decidieron que ese era su lugar en la Tierra. Decidieron pasar allí los veranos y en su Madrid empezaron a pergeñar un sueño: comprar una barquita y reformarla a su manera.

De este sueño nació La Juliana, un barco que se ha convertido en uno de los más preciados entre la ‘beautiful’ por ser el exponente del lujo silencioso, tan en boga en estos tiempos. Elsa Pataky y Chris Hemsworth, Eugenia Silva y Alfonso de Borbón, Aldo Comas, Macarena Gómez y Albert Rivera… Los nombres de quienes alquilan La Juliana son cada vez más populares. Porque lo que buscan es la paz y el contacto con la naturaleza, en lugar de esa exhibición de lujo y potencia que tantos otros barcos tienen como marca de la casa.

Si uno repasa las revistas del corazón en verano, se dará cuenta de que La Juliana es una asidua de sus páginas desde hace tiempo. Este barco charter ‘distinto’ es, según informan sus creadores, “historia viva de una antigua ‘golondrina’ de pasajeros construida en el año 1965 en Mallorca”. Se trata del “proyecto romántico de un armador enamorado de estos barcos, que ha rediseñado personalmente el navío para convertirlo en el barco más mediterráneo y más cómodo para pasar tus vacaciones”.

Arquitectos madrileños

Este armador y su pareja, lograorn a llevar a cabo su gran apoyo en el proyecto. Estos días en los que Aldo Comas y su ‘troupe’, en la que estaban Albert Rivera y la actriz Aysha Daraaui, con quien se le ha relacionado, podemos ver al promotor de la idea con ellos a bordo de La Juliana. Macarena Gómez ha escrito en sus redes: “Cruzando la isla bonita en nuestro barco favorito”.

Elsa Pataky y Chris Hemsworth la alquilaron durante los días que pasaron en Baleares; Eugenia Silva y su marido, Alfonso de Borbón, lo alquilan de manera habitual cuando están en Ibiza. El barco es especial, sin duda, y así queda reflejado en tantos y tantos artículos y fotografías náuticas que le han dedicado. Su creador decidió crear una barca que va despacio para disfrutar de la costa y del agua, sin prisa, en lugar de darle velocidad y ese diseño que está tan de moda en la actualidad, en el que impera el lujo más vistoso.

Foto: El minimalismo y la ausencia de logos definen el nuevo lujo. (Launchmetrics Spotlight)

La decoración interior es toda una declaración de intenciones: madera natural con telas de alta calidad, de algodón y lino -nada de sedas- en tonos blancos y beis, la vajilla es discreta, moderna y de porcelana. Huyen del plástico y avisan de que si algo se rompe, se restituye sin problema. Y la comida, de proximidad, en la barca nada tiene que ver con los lujosos menús de ostras y caviar: se sirven buenos tomates del huerto, pescado fresco, buen vino y, sobre todo, se dispone el espacio para poder mantener una buena charla.

Foto: Elsa Pataky y Chris Hemwsworth, en unos premios en Australia. (EFE)

Al ser un antiguo barco de pasajeros, ancho y cómodo, pensado en los años 60 para dar un paseo con turistas tomando el aire y recorriendo la costa, La Juliana ofrece algo que pocos tienen: espacio. Con 18 metros de eslora, cuenta con una plataforma de madera en la popa de casi 8 metros cuadrados, lo que la hace perfecta para disfrutar de las horas de baño desde el barco. La escalera es muy cómoda incluso para personas mayores, y al estar casi al nivel del agua, es ideal para desayunar o una cena romántica sobre ella.

Tres camarotes

El precio del alquiler depende siempre de los gustos de cada cliente. Se adaptan a la perfección a cualquiera y hay diferentes tipos de pupilaje: desde medio día al día entero y hasta varios días. Porque caben 12 pasajeros y cuenta con varios camarotes (uno principal y dos más pequeños), todos decorados de forma natural. Blancos y tonos madera, estilo mediterráneo y nórdico, sin alharacas.

Tal como informan los propietarios, “el enorme solárium de proa acoge fácilmente cuatro personas tumbadas tomando el sol o hasta seis recostadas en la cabina mientras La Juliana navega. Alejado del motor, es el lugar para estar mientras el barco navega recostado en la cabina, observando desde proa la costa y escuchando tan solo el ruido de agua contra el casco al navegar”.

Biblioteca y reforma

Esta ‘slow life’ que defienden desde La Juliana queda reflejada también en un espacio insólito en un barco de este tipo. Así informan sus propietarios: “La mayoría de los barcos destinados a charter no tiene buenas lecturas de referencia a bordo… No hay casi libros y la experiencia del viaje se resiente… En La Juliana hay una variada biblioteca náutica seleccionada por el armador y relacionada sobre todo con el Mediterráneo, el ámbito natural del barco. Mucha literatura, historia, guías arqueológicas y referencias de la fauna marina”.

Foto: Las vacaciones de Cristiano en alta mar. (Instagram @cristiano)

La nueva historia de este barco comenzó en 2017, cuando su actual propietario se encontró el anuncio de que el barco de turistas Debarivi estaba en venta. Quiso rediseñarlo y tras una larga negociación logró adquirirlo para convertirlo en un barco de recreo. En 2018, la embarcación viajó de Ses Salines, en Ibiza, hasta Badalona, donde pasó más de un año para cambiarlo por dentro del todo y convertirlo en lo que es ahora. La Juliana, el barco que ha enamorado a aquellos que saben que el lujo es el silencio, la paz y la vida en su versión más lenta.

Un matrimonio de arquitectos que comparte profesión, despacho y aficiones. Primero fue viajar por medio mundo, después recalaron en Ibiza y Formentera y decidieron que ese era su lugar en la Tierra. Decidieron pasar allí los veranos y en su Madrid empezaron a pergeñar un sueño: comprar una barquita y reformarla a su manera.

Elsa Pataky
El redactor recomienda