Rosario Domecq, la mejor compañía de El Juli en la recta final de su carrera como torero

El pasado 27 de julio El Juli anunciaba su retirada indefinida: “Después de 25 años de alternativa, quiero comunicarles mi decisión de dejar de torear indefinidamente cuando acabe esta temporada. Es una decisión que tengo tomada desde hace tiempo, pero que no quise anunciar hasta que pasaran las primeras grandes ferias. Esta noticia no es una retirada, es el final de una etapa que por cierto ha sido maravillosa. Sobre el futuro sólo el tiempo dirá”, comenzaba su comunicado.

Este sábado, 5 de agosto, el diestro toreaba por primera vez desde que publicara ese comunicado anunciando su adiós a los ruedos. En el tendido de la plaza de toros de El Puerto de Santa María (Cádiz) no podía faltar su mujer, Rosario Domecq, acompañada de un grupo de amigas. Entre ellas estaba una de sus más queridas, Laura Vecino, duquesa de Feria y esposa de Rafael Medina. La propia esposa del torero colgaba una foto en redes sociales: “Tarde de toros con amigas!! Disfrutando de las últimas tardes de El Juli”. La mujer del torero lució para la ocasión un vestido estampado con cuello halter, el pelo suelto y como complementos tan solo un reloj, pues no llevaba ni collar ni pendientes ni pulseras, haciendo una vez más gala de su sencillez.

El Juli toreó vestido de gris perla y oro junto a Roca Rey y Daniel Crespo. Los toros eran de Nuñez del Cuvillo. Esta no será la última oportunidad de ver al torero a quien los críticos consideran “niño prodigio del toreo”; le quedan aún trece corridas hasta el día 1 de octubre, cuando en plena Feria de San Miguel de Sevilla diga adiós a la profesión que lleva ejerciendo desde hace veinticinco años.

Julián López y Rosario Domecq contrajeron matrimonio en 2007 tras un largo noviazgo de siete años. La catedral de Santa Catalina del Convento de Santo Domingo en Jerez fue testigo de su ‘sí, quiero’, con Rosario espectacular luciendo un vestido firmado por Miguel Palacio y una valiosa diadema de diamantes familiar. La celebración tuvo lugar en la casa Palacio Domecq, emblema de las bodegas desde su construcción y propiedad de la familia desde el siglo XVII. En septiembre de 2011 la pareja fue padre de los gemelos Rosario y Fernando, y tres años más tarde de su hija Isabel.

Rosario es una mujer extremadamente discreta que siempre ha apoyado a su marido en su profesión, incluso acompañándole a la plaza, pero siempre en un discreto segundo plano. Parte del comunicado de ‘El Juli’ hacía referencia a lo que quiere vivir a continuación: “Se acaba una etapa y empieza otra en la que necesito vivir muchas cosas que, debido a mi entrega a esta profesión, no he podido disfrutar, como pasar más tiempo con mi familia, gozar de mis aficiones y ver la vida desde otra perspectiva, sin la presión de mi situación, mi nombre o mi responsabilidad”. Ahora que el torero tendrá más tiempo para su familia, dos son las posesiones en las que los López Domecq pasarán más tiempo.

Una de ellas es su casa de Sotogrande, el lugar de veraneo de la familia. Una villa de 700 metros cuadrados dividida en dos plantas, con un gran jardín que cuenta además con piscina y pista de tenis. La urbanización gaditana cuenta entre sus veraneantes con gran parte de la familia de Rosario, además de la privacidad que el matrimonio tanto anhela. La otra propiedad es su finca extremeña El Freixo, donde Julián pudo hacer realidad su sueño de ser ganadero de reses bravas. Un lugar de asueto familiar que disfrutan sobre todo en los meses de otoño e invierno. Rosario también es una gran aficionada al campo, ya que lo ha vivido desde pequeña al ser hija del ganadero Pedro Domecq Urquijo. Una nueva etapa en la vida de El Juli en la que priorizará su vida personal y a sus hijos y su mujer sobre todo lo demás.