Un mes de la boda de Íñigo Onieva y Tamara Falcó: de El Rincón a las cataratas Victoria

Las redes sociales, las crónicas de sociedad y, en suma, España entera y parte del extranjero estallaban de sorpresa cuando tan solo unas horas después de haber conformado con júbilo y devoción, citando a san Pablo y su Carta a los Corintios, su compromiso con Íñigo Onieva, Tamara Falcó lo anulaba de un plumazo. ¿La causa? La aparición de un vídeo del joven besando a otra chica en un festival de música en Estados Unidos. La planeada boda y la mediática relación se iban al traste entonces entre el desconcierto general... pero no por mucho tiempo.

"Es verdad, hemos vuelto". Con estas cuatro palabras confirmaba la joven aristócrata nada más arrancar 2023 que ella e Íñigo Onieva se habían reconciliado por sorpresa y que el enlace más esperado del año seguía su curso. La fecha objetivo: el 8 de julio en el palacio de El Rincón.

Fueron siete meses en total de preparativos, gestiones, detalles con cuentagotas a través de las apariciones de la marquesa en 'El hormiguero', especulaciones sobre los invitados y sobre todo un gran drama centrado en el vestido de novia, que se quedó sin diseñador poco antes del enlace. Finalmente Tamara Falcó lució un diseño de la venezolana Carolina Herrera. Wes Gordon, el director creativo de la firma, se trasladó incluso a Madrid para ultimar los detalles finales de un vestido creado a contrarreloj.

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De este modo, Tamara Falcó e Íñigo Onieva desafiaban a los augurios y se convertían en marido y mujer tras pronunciar el tradicional 'sí, quiero' en una ceremonia tan mediática como esperada que por supuesto trajo consigo un sinfín de reacciones y que nos dejó anécdotas de lo más curiosas, destacando el momento en el que Alejandra Onieva, la hermana del novio, apagaba a manotazos la casulla del sacerdote que se había incendiado con la llama de las velas.

El evento, celebrado en un edificio histórico que la novia heredó de su padre y donde se alojó Alfonso XIII, contó con más de 400 invitados, un chef cinco estrellas Michelin como Eneko Atxa y tres días de celebración, todo coronado con una jugosa exclusiva para una conocida revista del corazón. Los sobrinos de Tamara tuvieron un papel protagonista en la boda. Tanto el hijo mayor de Chábeli, Alejandro, de 21 años, como los pequeños Mateo y Miguel, los hijos de Ana Boyer.

Entre las joyas que la ganadora de 'MasterChef celebrity' lució en su gran día se encontraba la tiara que perteneció a su abuela paterna, Hilda, y que su cuñada Amparo Corsini –la esposa de Manuel Falcó– utilizó en su enlace, además de unos pendientes de alta joyería creados para la ocasión por Tous, firma española con la que colabora de manera habitual.

Tres años después de que comenzara su relación, Tamara e Íñigo cambiaban al fin de estado civil y la marquesa de Griñón lo celebraba compartiendo en sus redes la portada de la revista '¡Hola!' con las fotos exclusivas de su boda y con las románticas palabras que le dedicaba a su ya marido: "El primer día del resto de nuestras vidas".

Culminado el frenesí de la ceremonia, y acallados sus ecos en los días posteriores, el siguiente punto de interés en el orden del día era, por supuesto, el viaje de novios de la pareja. Aunque todos los rumores apuntaban que Tamara e Iñigo harían las maletas para poner rumbo a Australia, ha sido África el destino final de una luna de miel que aún continúa en marcha.

Las turísticas cataratas Victoria han sido de momento la última parada de un exótico y romántico tour que se prolongará todavía en el tiempo y el espacio y que, según han asegurado personas de su entorno a Vanitatis, forma parte de su deseo de "hacer su propia versión de 'La vuelta al mundo en 80 días'”; eso sí, en modo glamour y lujo.