La intrahistoria de la gala Starlite: de la timidez de Victoria Federica al embarazo de María Casado

Cada edición de la gala Starlite se convierte en uno de los acontecimientos del verano en la Costa del Sol. Una reunión solidaria organizada por Antonio Banderas y Sandra García-Sanjuán desde hace catorce años. Una iniciativa que sirve para financiar proyectos de varias fundaciones, como la Fundación Lágrimas y Favores, del actor, o Niños en Alegría, de la empresaria canaria. Esta vez la cantera de Nagüeles de Marbella fue el escenario de la Noche del Olimpo, que fue la temática de la gala. De ahí que muchas de las mujeres que asistieron lo hicieran con vestidos en todas las tonalidades del blanco y los hombres con guayabera, una prenda que se ha impuesto este verano en la mayoría de las convocatorias sociales. A continuación, las mejores anécdotas de la noche.

Carlos Latre fue, como siempre, el mejor maestro de ceremonias. Pasó por todo su repertorio mientras daba paso a la subasta. Reconoció cuando la cantante Rosana recogió su premio que era difícil de imitar y que sería su asignatura pendiente antes de que acabar el 2023. Tuvo un gesto muy bonito al felicitar públicamente a su mujer Yolanda, que había cumplido años. Se tomó con sentido del humor cuando el actor Jordi Mollà le comentó públicamente desde su mesa que gritaba demasiado. En la subasta, la pintura del actor alcanzó un precio de 35.000 euros.

Antonio Banderas fue el protagonista total de la noche. Se encuentra rodando en Londres la tercera entrega de la saga 'Paddington Bear', una película donde interpreta varios papeles y este mismo lunes tomaba el primer avión para continuar con el trabajo. Contaba que muchos de los caballeros de la fiesta le habían felicitado por 'imponer' la guayabera: "Esto parece una reunión de presidentes sudamericanos", bromeaba. El actor, que no se quitó en toda la noche el sombrero borsalino con el que posó en el photocall, se emocionó al recordar a su padre cuando nombró a la Fundación Corinto, que recibirá parte del dinero recaudado. A su llegada a la gala firmó en la carrocería del Ford Explorer cien por cien eléctrico. Pujó y se llevó una escultura de Javier Calleja por 35.000 euros y una guitarra y un cajón firmado por varios artistas flamencos por 45.000.

Reyes Maroto, ministra de Industria en la anterior legislatura, es fija en la gala solidaria. Acudió con su marido, que reconoció que los ataques personales los lleva mucho peor él que ella. La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid tenía previsto regresar a la capital para asistir el martes a las fiestas de la Virgen de la Paloma.

Julio José Iglesias no apareció con su novia nueva, sino con Susana Uribarri, su representante. Fue uno de los artistas que amenizó la gala. La mayoría de los asistentes nunca le habían escuchado y comentaban que tiene buena voz. Interpretó un mix con los temas de toda la vida de su padre, como 'Hey' o 'Me olvidé de vivir' e incluso llegó a imitarlo. Sobre las palabras de su exnovia, Vivi Di Domenico, prefirió no entrar: "Nunca he sido infiel”, y ahí se quedó. A su antigua pareja, Charisse Verhaert, embarazada de cinco meses, le deseó lo mejor: "Somos familia".

José Luis López, el Turronero, fue uno de los asistentes más solidarios y llegó a pujar en varias ocasiones. Pagó 6.000 por el diseño de Rosa Clará que lució Paula Echevarría y 7.500 por el de Victoria Federica. Sandra García-Sanjuán tuvo el acierto de promover la subasta implicando a su marido, Ignacio Maluquer. Cuando la puja estaba baja, mandaba el mensaje público a su pareja: "Mi marido ofrece….". Y así conseguía que los asistentes se involucraran. Su madre fue una de las mujeres más elegantes de la noche.

Victoria Federica mantiene su perfil poco sociable. Es difícil entender cómo acepta determinadas apariciones que no tienen compensación económica y, por lo tanto, no son trabajo y lo pasa tan mal. Posó en el photocall sin hablar y solo se la escuchó cuando subió al escenario con Paula Echevarría para dar paso a la subasta de sus vestidos respectivos. Su actitud era la de 'tierra trágame'. Una vez que terminó el espectáculo, permaneció sentada con dos amigas y conectada al móvil. La fiesta no iba con ella.

Esta vez no hubo coincidencia estilística con Gunilla von Bismarck, que acudió con su hijo Francisco y su nuera. La alemana sigue siendo una de las grandes de la ciudad malagueña. Ha pasado el tiempo y mantiene el tipo como cuando era la figura más representativa de la Marbella festiva de las décadas de los 80 y los 90.

María Casado fue una de las personas que recibió más felicitaciones en la noche del Olimpo. Acudió con su pareja, Martina diRosso, a punto de ser madres de su primera hija, a la que llamarán Daniela. Contó que ha llevado un embarazo estupendo y desveló que Antonio Banderas será uno de los padrinos de la pequeña, junto con el hermano de Martina.