Mercedes Milá, rescatada en el mar tras un incidente en su barco

La periodista ha sido la encargada de dar la noticia en sus redes sociales de su propio “naufragio”, como ella misma lo ha denominado. Salía a navegar con su sobrina Ana y su perro Scott y en pleno paseo por las aguas de Menorca se quedaban varadas sin gasolina porque no había en el puerto de Mahón.

Un incidente que, por suerte, no acababa en desastre y que Mercedes reconocía que tenían una parte de responsabilidad por haber salido a navegar con insuficiente combustible, esperando haber repostado en el puerto y sin poder hacerlo por falta de suministro.

Un pequeño susto en pleno mes de agosto en el que se han mantenido tranquilas, debido a que venía a rescatarlas un amigo de la periodista, el doctor Javier Herrero, que las remolcaba hasta la costa. Se quejaba Mercedes Milá de la insolidaridad de otras embarcaciones, que no acudían en su ayuda, y solo era uno el barco que se preocupaba por su situación, como se puede ver en uno de los vídeos que ha subido a sus redes explicando todo. “La historia de un rescate que podría haber acabado en desastre y por suerte solo ha sido una aventura más”, titulaba el post la catalana, que se encuentra de vacaciones en Menorca, donde posee una casa.

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Un incidente que Milá reconocía era la primera vez que le pasaba y que se había quedado tan solo en un susto gracias a la intervención de su amigo, que las rescataba con una pequeña lancha a motor. Indignada con la falta de solidaridad de otros patrones de barco, que no se preocuparon por el riesgo que pudo haber tenido su barca de chocar contra las rocas en las inmediaciones del Puerto de Mahón.

La falta de gasolina se convierte en uno de los principales motivos por los que se llama a Salvamento Marítimo en alta mar. Un incidente que se debió a que la gasolinera del puerto estaba sin combustible, como bien ha recalcado la presentadora.

Para acabar la jornada, que quedó en una aventura que contar en redes, Mercedes decidió compartir un helado con su sobrina, que se tomaron a bordo del barco junto a la inseparable mascota de Mercedes, que mantuvo la calma en todo momento, incluso cuando se acercaron peligrosamente a las rocas.