Oxigenoterapia hiperbárica: el método de Manuel Díaz, el Cordobés, para acelerar su recuperación

Manuel Díaz, el Cordobés, sufrió una grave cogida mientras toreaba en la plaza de toros de Huesca el pasado 16 de agosto. Fue un accidente por el que el torero tuvo que ser operado de urgencia. El diestro sufrió una cornada de 20 cm con doble trayectoria que supuso la fractura de varios huesos de la mano izquierda.

Fue un incidente tan grave que su hija, Alba Díaz, abandonó sus vacaciones para estar al lado de su padre y su familia. Una vez asegurada su salud, el torero recibió el alta, aunque sigue recuperándose con tratamientos como la oxigenoterapia hiperbárica, tal y como ha compartido en una reciente historia de Instagram.

La oxigenoterapia hiperbárica implica inhalar oxígeno puro en un ambiente con presión elevada, una terapia efectiva no solo para la enfermedad por descompresión, común en el buceo, sino también para el tratamiento de heridas ocasionadas por accidentes u otras afecciones médicas, según la Fundación Europea de Hiperoxigenación Celular.

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Dentro de una cámara de oxigenoterapia hiperbárica, la presión se incrementa de manera significativa, llegando a ser de dos a tres veces la presión atmosférica normal. En este entorno, los pulmones pueden absorber una cantidad considerablemente mayor de oxígeno en comparación con lo que sería posible al respirar oxígeno puro a la presión estándar del aire.

Este exceso de oxígeno juega un papel fundamental en la lucha contra las infecciones bacterianas y estimula la liberación de sustancias conocidas como factores de crecimiento y células madre, que promueven de manera eficaz la cicatrización de tejidos dañados.

Debido a que el cuerpo necesita un suministro adecuado de oxígeno para su funcionamiento normal y una mayor cantidad cuando los tejidos están dañados, la oxigenoterapia hiperbárica mejora la capacidad de la sangre para transportar oxígeno. Mediante tratamientos repetidos, se logra un aumento temporal en los niveles de oxígeno, lo que contribuye a restaurar los niveles necesarios en los tejidos dañados, equiparándolos a los tejidos sanos, incluso después de completar el tratamiento.

De este modo, este tratamiento puede desempeñar un papel crucial en el proceso de recuperación del Cordobés, permitiéndole volver a su rutina cotidiana lo más pronto y fuerte posible, sanado de las heridas sufridas durante el incidente de la cornada.