La fecha de la muerte de María Teresa Campos coincide con la de una persona muy importante en su vida

Una curiosa coincidencia se ha dado en la fecha de la muerte de María Teresa Campos, que ha fallecido el mismo día que lo hiciera su madre, un 5 de septiembre, con diecisiete años de diferencia. Si la presentadora lo hizo esta madrugada a eso de las cinco de la mañana a los 82 años, su progenitora fallecía en 2006 a los 93 años a causa de una neumonía.

María Teresa llevaba ingresada en la Fundación Jiménez Díaz desde el domingo, donde toda su familia y seres más queridos han estado hasta el último momento pendientes de su salud. Era Kike Calleja, amigo de la familia, quien recordaba en Telecinco que “el día que ha muerto Teresa es el mismo día que falleció su madre”.

El 5 de septiembre de 2006, María Teresa Campos tenía que decir adiós a Concepción Luque, su madre, y hoy sus hijas, Terelu y Carmen Borrego, tienen que despedir a la veterana comunicadora. Una coincidencia de lo más curiosa que ya está marcada a fuego en el calendario de las Campos.

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Tras la muerte de su madre, María Teresa decía a los medios: “En homenaje a mi madre, tengo que decir que hemos sido unos privilegiados al tener una madre maravillosa. Una de esas mujeres de las que ya quedan pocas, que entregaba su vida para que sus hijas fuéramos mujeres diferentes, más libres y no sé si mejores”.

Ahora es el turno de las hijas de la presentadora de recordar a ‘la reina de las mañanas’ durante muchos años y a la que muchas caras conocidas han querido homenajear en sus redes sociales. María Teresa tuvo cinco hermanos, siendo ella la tercera de los seis. Su madre, nacida en 1912, fue ama de casa, aunque ayudó a su marido, Tomás Campos, en algunas labores del laboratorio que dirigía.

María Teresa era ingresada en el hospital por una insuficiencia respiratoria y moría rodeada de todos sus seres queridos, incluso familia residente en Málaga que se había trasladado hasta la capital debido a la gravedad de su salud. Curiosamente, ha decidido decir adiós justo el mismo día en que lo hizo su madre, un día marcado en negro en la historia familiar de las Campos, que siempre han sido un clan.