La menguante herencia inmobiliaria de María Teresa Campos

María Teresa Campos, la primera gran reina de las mañanas televisivas, nos dejaba a los 82 años tras haber ingresado en una clínica madrileña el pasado domingo con un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda y después de unas últimas semanas en las que su salud se había deteriorado progresivamente. "No soporto ver a mi madre sufrir", había confesado poco antes de su fallecimiento su hija Terelu en 'Lecturas', mientras añadía que ya no estaba "en manos de la medicina proporcionarle bienestar".

Convertida tras muchas décadas de trabajo al pie del cañón en uno de los rostros más conocidos y queridos de los programas del corazón, recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2017 y nunca expresó su deseo de jubilarse, hasta que su estado físico dijo basta. Nos deja un amplio legado televisivo y una mediática familia compuesta por dos hijas, tres nietos, un bisnieto y el hijo de su marido.

Presentadora estrella desde que sustituyera a Hermida en TVE, su sucesivo paso por las nuevas cadenas privadas hizo que fuera acumulando jugosos y consecutivos contratos que contribuyeron a engordar sus finanzas en gran medida. Por ejemplo, como reseña 'Expansión', en su etapa en Antena 3 llegó a ganar tres millones de euros al año y la cadena le pagaba otros 30.000 euros extra por cada programa especial. Unas cifras que tras su largo paso por Mediaset hicieron que María Teresa Campos acumulara una notable fortuna y sus cuentas estuvieran saneadas.

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Esta fortuna, no obstante, en el momento de su muerte, no se traduce en un amplio patrimonio inmobiliario ya que la presentadora había ido desprendiéndose en los últimos años de casi todas las residencias que tenía entre la Comunidad de Madrid y Andalucía. Aunque la venta de su mansión más emblemática supuso una auténtica pesadilla para ella, además de un negocio ruinoso en última instancia.

Escenario de los principales posados que concedió a las revistas del corazón desde que se instaló en ella hace 16 años y enseñada con lujo de detalles en el docu-reality 'Las Campos' o en el programa 'Mi casa es la tuya' de Bertín Osborne, su lujosa vivienda de más de 2.000 m², doce dormitorios y quince baños en Molino de la Hoz (Las Rozas) se convirtió en todo un quebradero de cabeza cuando finalmente quiso deshacerse de ella. Era el símbolo más palpable de su éxito y, sin embargo, también marcó un punto de inflexión en su vida privada. Su pareja de entonces, el arquitecto Félix Aretxabaleta, no entendió ni quiso compartir el proyecto y a partir de ahí se separaron.

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P. I.

El palacete estuvo nada menos que siete años en el mercado y del precio de salida de 4 millones de euros, finalmente se vendió en 2021 por 'tan solo' 2,5 millones. Pero a esta sustanciosa diferencia monetaria habría que unir los tres millones de euros que la Campos habría invertido en las sucesivas reformas de la mansión y que nunca llegó a recuperar. Como había dicho poco antes en una visita a 'La resistencia' su antigua dueña, "yo no sé de negocios e invertí todo el dinero en mi casa. Espero venderla en algún momento de mi vida".

Mientras ultimaba la venta de la casa, que finalmente fue adquirida por el empresario zapatero Gil Roldán, cuya empresa (las zapaterías Adela Gil) factura más de 18 millones de euros anuales, la presentadora subastó algunos de sus muebles mientras preparaba su mudanza a otro chalé de menores dimensiones en Aravaca por el que llegó a pagar un alquiler de 4.700 euros. Finalmente se terminaría mudando en 2021 a un dúplex de alquiler con una gran terraza, de unos 140 metros cuadrados, ideal para poder disfrutar del aire libre sin tener que salir a la calle.

Para entonces, María Teresa Campos ya había vendido en 2017 otra de sus principales propiedades, un ático de lujo recién reformado en Pozuelo por 1,3 millones de euros, que había adquirido tres años antes en la misma urbanización donde reside su hija Terelu.

También en 2020 la comunicadora se deshacía en una operación inmobiliaria secreta a la que tenía acceso Vanitatis de una de las dos propiedades que le quedaban en Málaga. Coincidiendo con su separación de Edmundo Arrocet, después de que los rumores de distanciamiento entre la pareja resonaran con fuerza desde hacía meses, una de las casas a su nombre en la ciudad andaluza cambiaba de titularidad.

Por lo tanto, la única propiedad que tenía a su nombre en el momento de su muerte es una casa de 173 m2 cerca de Pedregalejo, una de las zonas mejor situadas de la costa de Málaga, con vestíbulo, comedor con terraza, cuatro dormitorios, dos cuartos de baño y una cocina con terraza-lavadero.

Activos de 2.800.000 euros

También a lo largo de su vida la periodista administró dos empresas dedicadas a la producción televisiva, Teteco y Producciones Lucam. Hacienda le buscó las cosquillas un par de veces; la acusaban de haber creado esas sociedades para tributar gran parte de su sueldo a través del impuesto de sociedades (más económico) y solo pagar el IRPF de una pequeña parte. Sin embargo, la Audiencia Nacional le dio la razón a la presentadora casi diez años después y se libró de pagar una multa que ascendía a un millón de euros.

Hoy Producciones Lucam está extinguida, pero Teteco sigue en activo. La productora presentó hace unos días sus cuentas. Declara activos por valor de 2.800.000 euros (entre los que se encuentra una propiedad inmobiliaria). También declara haber cerrado el año en números rojos (10.000 euros), aunque tiene en el banco 260.385,37 euros. Todo ello pasará ahora a sus dos hijas, quienes tendrán que administrar la herencia económica de su madre.