Así será la despedida de María Jiménez: paseo por Triana y capilla ardiente en el ayuntamiento

María Jiménez ha fallecido en su barrio, en Triana. El Ayuntamiento instalará una capilla ardiente en el Salón Apeadero y a las 12 del viernes 8 habrá una misa en la iglesia de Santa Ana de Triana, su barrio. La cantante residía en Chiclana (Cádiz) desde hacía varios años. A pesar de estar muy delicada de salud, se iba manteniendo “casi milagrosamente” y esta semana se había trasladado a Sevilla para unas pruebas médicas. Acudió el martes 5 al Hospital Infanta Luisa, pero ayer miércoles, tras hacerse una prueba, comenzó a estar muy decaída y fue apagándose poco a poco. Junto a ella se encontraba su hermana Isabel, a la que estaba muy unida y con la que tenía un contacto diario.

Sus restos se encuentran en el tanatorio de la S-30 de Sevilla y ha sido su propio hijo, Alejandro, quien comunicaba la noticia a las agencias a través de un comunicado donde la calificaba de “espíritu indomable”. A las 12 del mediodía de mañana será la misa por ella y posteriormente habrá un paseo en coche de caballos por Triana porque, según su familia, este era el deseo de la propia artista: pasear por su barrio natal, por última vez, para despedirse.

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P. I.

Mujer generosa, siempre ayudó y promocionó a otros artistas como La Cabra Mecánica, con los que grabó un tema que se convirtió en un gran éxito en clave de humor, La lista de la compra; o Manuel Lombo, al que amadrinó en sus inicios a través de un programa de televisión. Era una artista muy querida por sus compañeros, mujer de carácter, siempre tuvo una estupenda relación con la mayoría. Los del Río recuerdan su etapa de los comienzos, en la que coincidían en numerosas fiestas: “Era una mujer llena de vida, de pasión por la vida, ha sufrido mucho, pero también ha vivido mucho, su vida ha sido plena”.

Se convirtió en una tradición celebrar sus cumpleaños, cada 3 de febrero, en Sevilla, junto a una de sus grandes amigas, la diseñadora Aurora Gaviño. Fue Gaviño quien creó una colección inspirada en ella que llamó la Furia Rubia, aludiendo a la fuerza y el coraje que siempre la caracterizaron en la vida. Concretamente, su 70 cumpleaños se convirtió en una fiesta por todo lo alto en su casa de Chiclana a la que denominó Renacimiento.

Días antes, brindaba tras un desfile de Aurora y aseguraba: “Los años no pesan, lo que pesa es no tener ganas de vivir y yo tengo ganas de vivir siempre. Voy a aguantar hasta donde pueda. Quiero cumplir 70 más. Es el deseo que acabo de pedir. Voy a dar por culo hasta el final”.

Sin la Medalla de Andalucía

En uno de sus últimos actos públicos, cuando recibió la Bandera de Andalucía en Sevilla, reclamó la Medalla de Andalucía, ya que siempre había ejercido como andaluza y sentía que merecía esa distinción. “Se ha ido con esa pena —comentan sus amigos—. Ella deseaba ese reconocimiento oficial”. Su estilo y forma de estar en el escenario eran únicos y siempre se consideró un “ave fénix” que renacía ante cualquier vicisitud de la vida. Creó un perfume, escribió un libro, pintaba, decoraba, diseñaba y, por supuesto, hizo suyas todas las canciones que interpretó. Incluso trabajó con Joaquín Sabina y supo dar su toque personal y hacer suyas muchas de sus canciones.

Casada con el actor Pepe Sancho, padre de su hijo Alejandro, tuvo que enfrentarse a la pérdida de su hija mayor, Rocío, en un accidente de tráfico, siendo el momento más duro de su vida ante el que tuvo una vez más que renacer.