La promesa que le hizo a María Jiménez su hijo, Alejandro, antes de morir y cómo la ha cumplido

Toda España se estremeció al conocer la noticia de la muerte de María Jiménez, más aún al producirse días después del fallecimiento de María Teresa Campos. Septiembre de 2023 ha empezado, sin duda, como un mes negro para el panorama de la cultura y los medios españoles.

María Jiménez fallecía en la madrugada de este jueves en su casa del barrio sevillano de Triana a los 73 años de edad, y esta mañana se celebraba la misa funeral por su alma en la iglesia de Santa Ana, donde la artista contrajo matrimonio con Pepe Sancho, después de que su féretro recorriera, como era su deseo, las calles de Sevilla en coche de caballos partiendo del ayuntamiento, donde estaba instalada la capilla ardiente.

Alejandro Jiménez, el único hijo que sobrevive a María Jiménez (recordamos que su hija falleció trágicamente durante la adolescencia), ha presidido la ceremonia desde la primera fila, junto a su mujer, sus hijos e Isabel, la hermana de María Jiménez. Así, su hijo ha estado junto a su madre hasta el último momento, como le prometió en 2016: “Yo nunca permitiré que mi madre muera en soledad”, declaraba en una entrevista a ‘¡Hola!’ con motivo de su recuperación de un cáncer de mama.

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Como María Jiménez decía, su hijo estaba muy apegado a ella, y por ese motivo quiso estar todo el tiempo posible a su lado. En la misma entrevista explicaba que “después de haber estado pagando impuestos toda la vida, cuando le llegue la hora de la jubilación, a mi madre le va a quedar una pensión muy pequeña, que ni siquiera le dará para mantener todo lo que hay. Por eso, quiero estar a su lado el mayor tiempo posible, para ayudarla a organizar sus cosas: pintar, arreglar y poner en alquiler, así no tendrá que estar preocupada”, comentaba.

Por desgracia, el cáncer era una enfermedad bien conocida para María Jiménez. Además del de mama que le diagnosticaron en 2013, en 2020 explicó en ‘Viva la vida’ que tras superar este se enfrentó a otro nuevo diagnóstico de cáncer, esta vez, de garganta.

Y, finalmente, fue un cáncer de pulmón el que se la llevó a los 73 años. Sin embargo, llevó cada uno de estos mazazos con tranquilidad y con su característico optimismo, como demostraba en ‘¡Hola!’, donde expresó: “Cuando me dice el médico que tengo cáncer le digo: ‘Pues muy bien, ya se curará, ¿no?”.