María Zurita se recupera tras una complicada operación

María Zurita, la hija de la infanta Margarita, ha pasado una época complicada en lo que a la salud se refiere debido a las dos hernias discales que tenía en las cervicales. Sin embargo, y como ha compartido en sus redes la prima de Felipe VI, ya se está recuperando de la complicada intervención a la que ha sido sometida.

“¡Pues ya tenemos discos nuevos!”, publicaba en su cuenta de Instagram María Zurita, en un post en el que también hacía públicas dos radiografías, de perfil y de frente, en las que se aprecian perfectamente los dos discos que le han puesto. “La operación ha ido genial”, añadía, tras dar las gracias a todas las personas que le han mandado mensajes de apoyo y cariño.

“Tenía dos hernias y una estenosis de canal raquídeo cervical, y me han realizado una artroplastia de disco cervical con implante de prótesis de disco cervical C5-C6 y C6-C7”, explicaba, antes de añadir: “Con un poco de paciencia y tiempo, en nada estoy al 100%”.

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La autora de ‘Mi mamá y yo somos una familia feliz’ aseguraba que en breve estará lista para reincorporarse a ‘Ahora o nunca’, el programa de TVE en el que colabora, así como a su trabajo en su empresa de traducción e interpretación y a “nuevos proyectos muy ilusionantes”. Además, la exconcursante de ‘MasterChef Celebrity’ advertía a sus seguidores que ya está “preparando más recetas buenísimas para este otoño e invierno”, y decía a sus seguidores con optimismo: “¡No os vayáis muy lejos”.

Además de tener una vida laboral de lo más ajetreada, la prima del Rey está totalmente volcada en su faceta de madre, y comparte en sus redes sociales habitualmente todo tipo de planes y reflexiones con su hijo Carlos, de cinco años.

Hace solo unos días publicaba en Instagram que en casa estaban “esperando la llegada del Ratoncito Pérez”, y escribía orgullosa: “Cómo estás creciendo de rápido, mi niño. Es un sueño verte aprender y evolucionar como lo estás haciendo. ¡Vamos a por un otoño lleno de nuevas vivencias y de nuevas aventuras! Te quiero”, le dedicaba al pequeño, junto a un carrusel de imágenes del niño, muy feliz y sonriente, en una de las cuales se comía, goloso, un helado.