La "frialdad interna" de Daniel Sancho según una morfopsicóloga
Una experta analiza cada detalle del lenguaje corporal de Daniel Sancho en la reconstrucción del asesinato y afirma que tiene un grado de narcisismo
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El caso del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta por parte de Daniel Sancho, el hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, no cesa de acaparar titulares. Prácticamente a diario aparecen nuevos datos, que van engrosando la historia del terrible suceso.
Si hace unas horas eran noticia las palabras de la abuela del supuesto asesino, y antes lo fue la primera entrevista de la hermana del colombiano, ahora un nuevo análisis de una experta vuelve a dirigir toda la atención sobre el joven chef, interno desde hace más de un mes en la prisión de Koh Samui.
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Hace unos días, el programa ‘Vamos a ver’ hacía públicas unas nuevas imágenes de Daniel Sancho junto a la policía tailandesa en la escena del crimen. A raíz de ellas, el programa de Cuatro ‘Código 10’ consultaba a una experta para analizar cada detalle de los gestos y la actitud del presunto asesino.
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Paloma Ramón, morfopsicóloga, explicaba que, al principio de las imágenes, Daniel Sancho se mostraba calmado mientras se dirigía a la habitación de hotel que compartió con el fallecido. “Esa manera de caminar puede venir porque conoce el lugar, conoce cada rincón. Está en un entorno donde se siente protegido”, explicaba la experta, que añadía: “Sin embargo, en la situación en la que está tendría que tener una alteración fisiológica o mental, y no vemos nada de eso”. Afirma que lo lógico en esa situación sería que “tuviera ganas de sollozar o estuviera cabizbajo”.
El lenguaje corporal de Daniel Sancho, según la morfopsicóloga, es muy diferente al que cabría esperar dadas las circunstancias y cuando hay una emoción negativa, donde lo normal sería que tuviera “la cabeza hacia abajo, los hombros hacia delante”. El paso es “largo, con seguridad”. La experta resalta que el lenguaje no verbal de Sancho durante la recreación de los hechos junto a la policía es típico de una persona que intenta manipular la situación. “Parece incluso como si fuera un policía más, porque realmente él no tiene ninguna emoción interna, te diría que para mal, y si la tiene, la tiene completamente colapsada”, expone la morfopsicóloga.
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Cuando el policía está contando el dinero de Daniel Sancho, la experta destaca dos hechos importantes. La primera, cómo hinca la rodilla en la cama, como comentábamos hace unos días: “Está marcando territorio. Su cuerpo está adentrándose en una zona que pertenece a la persona, porque hay una autoridad. Lo segundo es que aparta una bolsa”.
Paloma Ramón afirma que en esa actitud hay un motivo, y es que “para él el dinero es un símbolo interno de algo muy importante y tiene, inconscientemente, una manera de acercarse al dinero. Aparta la bolsa para estar más cerca y visionarlo mejor". En el momento en que el policía está terminando de contar el dinero, la experta asegura que “hay un microgesto donde la cara es de rabia y odio hacia la persona a la que está mirando”.
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“Hay un rictus, frunce el ceño, hay mucha tensión mandibular y la saca hacia delante, y eso implica un poco de violencia”, explica, y añade que eso puede ocurrir porque “en su inconsciente, en su parte más interna, está deseando que ese dinero significase para él la libertad”.
Tras ducharse, cuando coge la toalla con toda tranquilidad y la dobla, la experta expone que “cuando tienes miedo interno o estás con mucha aceleración cognitiva entras en un modo de supervivencia y empiezas a hacer cosas que haces habitualmente”. “Por dentro está pensando y repensando todo lo que va a decir”, asegura.
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A continuación, cuando Daniel Sancho explica lo que hizo con las partes del cirujano asesinado, la experta recalca que “no hay ningún gesto de tristeza. No vemos que se le bajen los ojos, tampoco tiene el rictus de la boca o los laterales hacia abajo. Tampoco lo vemos sudar, no olvidemos que estamos en Tailandia, con un porcentaje de humedad muy alto”, y afirma que “no hay ninguna respuesta de su sistema simpático o parasimpático, está completamente inhibido, tiene frialdad interna”, añade.
“No hay ninguna emotividad y, sobre todo, no tiene ningún tipo de conciencia sobre lo que ha hecho”, concluye. “Un grado de narcisismo” es, según Paloma Ramón, lo que le lleva a actuar de ese modo y el responsable de su tranquilidad.
El caso del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta por parte de Daniel Sancho, el hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, no cesa de acaparar titulares. Prácticamente a diario aparecen nuevos datos, que van engrosando la historia del terrible suceso.