Entramos en el despacho de Feijóo en Génova: cuadro heredado, homenaje a su pareja y un botafumeiro

Alberto Núñez Feijóo se encuentra desde hace días preparando su discurso y réplicas del debate de investidura que empieza este martes en el Congreso de los Diputados. Dos jornadas decisivas en su carrera política que llegan tras el baño de multitudes que compartió con Rajoy, Aznar y Ayuso en la plaza de Felipe II este domingo en contra de la amnistía.

Este lunes, víspera del gran día, tocaba concentrarse en rematar los flecos del que será su primer gran discurso como diputado y candidato a presidente del Gobierno. Tal y como él ha confesado en redes, se encuentra recluido en su despacho en la planta séptima de la calle Génova (desde cuya ventana se accede al balcón instalado para las grandes noches electorales). Un espacio que en su día ocupó Pablo Casado y del que el gallego no ha tocado prácticamente nada.

Frío, neutro y muy ordenado, la mesa y la silla sobre las que trabaja en la imagen que él mismo ha distribuido son exactamente las mismas que ocupó su antecesor. Lo mismo ocurre con el cuadro en tonos azules que preside la estancia, el PC que hay sobre la mesa (de cristal con patas de acero) y la sensación de limpieza impoluta.

No obstante, analizando la imagen nos encontramos con algunas diferencias que hablan mucho sobre el nuevo líder del Partido Popular, de sus orígenes, el amor por su pareja y sobre todo por su tierra, Galicia, muy presente en la decoración.

Lo primero que llama nuestra atención es el globo terráqueo que aparece en primer plano. Un objeto decorativo que el político trajo consigo del despacho que durante años ocupó en Galicia como presidente de la comunidad. Lo mismo ocurre con el botafumeiro de unos 30 centímetros de altura que hay justo al lado. Ambas piezas ocupaban un lugar prominente en su anterior destino y le han acompañado quizá a modo de amuleto durante esta nueva etapa.

Famoso es el enorme botafumeiro de la catedral de Santiago de Compostela que tantas veces ha visitado tanto en acto oficial como de ocio. Un objeto que con solo mirarlo le traslada a un tiempo pasado aún cercano en su carrera laboral y también en su vida personal.

No es el único artículo con un alto contenido sentimental para él. Aunque en el espacio a la vista no hay ni rastro de fotos ni de su hijo ni de su pareja, Eva Cárdenas, esta sí que está presente de otra manera algo más abstracta.

Tal y como se observa en la foto, el despacho está lleno de figuritas de Sargadelos, la empresa de cerámica gallega en cuyas filas trabajó durante unos años su pareja y que es sinónimo del patrimonio cultural de Galicia. Un pájaro, un jarrón y un gallo le acompañan en silencio desde la estantería que hay justo detrás de él, debajo del cuadro.

En otra zona del despacho, que el presidente ha mostrado en alguna entrevista concedida a El Confidencial, también se aprecian otros artículos que arrojan luz sobre su personalidad y gustos. Oculta tras él, asoma una foto dedicada por Felipe VI y otra de su toma de posesión como presidente de la Xunta. Cerca, en una de las estanterías que cubren las paredes blancas, tres láminas con ilustraciones y un balón de baloncesto en el que se lee #YoConFeijóo también llaman poderosamente la atención de todo el que entra en ese espacio.

En cuanto a instantáneas personales, no hay ni rastro ni de su pareja ni de su hijo, pero sí de sus padres: una emotiva foto con su padre, ya fallecido, en la que le sujeta el rostro con las manos es especialmente emotiva; también otra junto a su madre, en la que ambos aparecen con mascarilla.

Un despacho sobrio y luminoso del que ahora conocemos más detalles y que, si la investidura sale tal y como desea Feijóo, será el del próximo presidente del Gobierno.