Manuel Díaz, el Cordobés, actualiza su estado de salud junto a su mujer, Virginia Troconis

El pasado viernes, 29 de septiembre, el diestro sufría una voltereta por parte de un toro en la localidad navarra de Corella por la que tuvo que ser trasladado al hospital de Tudela. Tras abandonar el hospital, este lunes grababa un vídeo que distribuía a través de stories en su cuenta oficial de Instagram.

Con gafas de sol, gorra y un polo de color azul paseaba acompañado de su mujer, Virginia Troconis, con chaqueta oscura, el pelo recogido y un gran bolso en el que llevaba varios papeles, probablemente informes médicos.

Actualizaban la última hora sobre el estado de salud del torero, que se mostraba contento debido a que los médicos han “descartado” que sea una lesión ósea en la pierna. “Parece ser que es algo muscular, un musculito del abductor que me está dando un poquito de problema, pero que tiene arreglo”, aseguraba el Cordobés.

Virginia añadía que después de “resonancia, radiografía, ecografía” está “descartado cualquier lesión ósea”, y ahora están pendientes “a ver cuál es el tratamiento”. Bromeaba la mujer del diestro, añadiendo que “la enfermera creo que va a dimitir pronto”, riendo, mientras Manuel terminaba diciendo que “esto pinta bien”.

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Manuel Díaz anunciaba que este 2023 sería su despedida tras alcanzar los 30 años desde su alternativa. Una temporada que le está dando algunos sustos, pues el pasado 12 de agosto fue corneado en la plaza de toros de Huesca y tuvo que ser intervenido en la misma enfermería por una cornada grave de 20 centímetros y por la que después fue trasladado al hospital San Jorge.

Con una nueva publicación en su cuenta, con una imagen con el dedo vendado y el brazo en cabestrillo de su vuelta a los ruedos en San Martín de Valdeiglesias, el Cordobés escribía: “Si la cuesta se pone más dura, yo estaré más fuerte… ¡Nos vemos en Jaén!”, donde tiene pensado decir adiós a los ruedos en la feria de San Lucas de la localidad.

Este último revolcón ha sido el último susto que se ha llevado el diestro, que se quejaba de dolores en “la parte alta del fémur”, según confirmaba a EFE su apoderado, Alberto García, el pasado viernes. Tenía miedo el diestro de que le hubiera dañado el toro alguna de las dos prótesis de la cadera que lleva.