José Luis Martínez-Almeida, con ganas de boda pero sin anillo: hablamos con el entorno del alcalde y su novia, Teresa Urquijo

José Luis Martínez-Almeida está de rabiosa actualidad. Los rumores en torno a una inminente boda con su novia, Teresa Urquijo, han cogido mucha fuerza en las últimas horas y al alcalde de Madrid no le ha quedado más remedio que desmentir cualquier atisbo de especulación. “No me caso”, confesaba en conversación con Vanitatis horas después de saltar la noticia.

Otra cosa diferente es que no haya pensado en casarse. Ahí, las fuentes consultadas por este medio del entorno del político tienen una opinión formada y común: “El alcalde está enamorado y feliz. Presume de su relación en conversaciones informales y no duda cuando habla de un futuro en común con Teresa. En algún momento se casarán”. Estas últimas palabras las hemos escuchado en diferentes ocasiones de boca de algunas de las personas de confianza de Almeida y Teresa.

Los 22 años que separan a la pareja en edad no se hacen visibles en la determinación de ambos para que su relación salga adelante. Provenientes los dos de familias tradicionales, siempre han soñado con formar una familia. Un aspecto que públicamente nunca ha escondido el alcalde de Madrid, al que tantas veces le han buscado novia. Siempre había mantenido prudente al respecto. “No le había llegado su momento. Ahora está preparado”. Así se lo ha hecho saber a su entorno. “Teresa podría ser la definitiva. La que consiguiera llevar al altar a uno de los solteros de oro más famosos de nuestro país”, bromean otras fuentes consultadas. “Ella está muy ilusionada con su relación. A todo el que le pregunta le responde que está encantada”. Una complicidad que se ve a plena vista y que no ha pasado inadvertida para su entorno.

Familiares y amigos de ambos aseguran que tarde o temprano habrá boda aunque, según coinciden, aún no tienen constancia de que el alcalde “haya hincado rodilla”. Lo que sí están ambos es “completamente comprometidos en su relación de pareja”, continúan en conversación con Vanitatis. Ella le apoya a pies juntillas en su carrera; de hecho, estuvo presente durante la toma de posesión a la que Almeida se presentó con la mayoría absoluta en la mano. Una jornada en la que él se mostró pletórico de felicidad y ella llena de orgullo.

Apenas unas semanas antes fue cuando Almeida dio un paso más en su relación presentándola oficialmente como su novia en la plaza de toros de Las Ventas en la famosa Corrida de la Prensa que cada año cierra el calendario de la Feria de San Isidro. Allí, en presencia del Rey, que siempre la preside, oficializó una relación que cada día sonaba con más fuerza en los mentideros de Madrid. “No quería que su romance entrara en campaña y ha hecho lo posible porque no trascendiera hasta el momento oportuno”, confesaban personas de su círculo al preguntar al respecto hace semanas.

De aquello han pasado cuatro meses. Entonces, esas mismas personas señalaban que salían desde hacía al menos un año. Alejados del foco. Felices sin la presión mediática. Ahora siguen igual. Los que conocen a Teresa dicen que “nunca le ha importado llevar su relación a la vista de todos” y que “se ha adaptado bien a que la reconozcan por la calle”.

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De hecho, cada vez es más frecuente verles juntos. Tanto en los toros, afición que comparten, como en otros eventos sociales de carácter privado como la boda de Luisa Bergel y Cristian Flórez el último fin de semana de agosto en casa del padre de la novia, el empresario Jaime Bergel, en Sotogrande. Aunque nunca llegó la esperada foto de ambos juntos, algunos presentes relataron en aquellas fechas que la química entre ellos era más que evidente. Él estaba feliz con ella. Tanto que incluso le vimos bailando como nunca antes en la pista de baile. Como cualquier pareja normal. Eso sí, aparentemente ajenos a que su boda, de producirse, será un acontecimiento histórico. Nunca un alcalde de Madrid se ha casado en el ejercicio de su cargo.

No hay duda de que el día que tenga lugar será uno de los grandes eventos del año. No solo por la trascendencia pública que supone que una figura como la de Almeida se case, sino porque Teresa también proviene de una familia en la que los apellidos conocidos se entremezclan de generación en generación.

Su padre, Lucas Urquijo Fernández de Araoz, fue director de comunicación de Roche Farma y es hijo de Jaime Urquijo y Chacón, caballero de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, expresidente de Energía e Industrias Aragonesas y vicepresidente de Tabacalera, y de Carmen Fernández de Araoz Marañón, nieta del médico y científico Gregorio Marañón. Entre los primos de Teresa por esa rama de la familia destacan, además, apellidos como Zobel, Cotoner y Donesteve y Goyoaga.

Por parte materna, aún acumula más abolengo. Su madre es Beatriz Moreno y de Borbón, hija de Íñigo Moreno de Arteaga, marqués de Laserna, y de Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, prima del rey Juan Carlos (su madre fue infanta de España) y hermana de Carlos de Borbón-Dos Sicilias, duque de Calabria, y de Inés de Borbón-Dos Sicilias, duquesa de Siracusa.

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Un enlace que sin duda se celebrará por todo lo alto, posiblemente en la finca de la familia de la novia en Madrid, aunque aún eso queda muy lejano en la mente de su círculo cercano. Los familiares con los que hemos contactado afirman que aunque “están superbién y muy enamorados”, aún no han hablado formalmente de boda. “Mucho menos de una pedida. Si la hubiera lo sabríamos”, apuntan. “No nos consta que haya una fecha, pero se van a casar seguro aunque no todavía”. Algunos lo ven algo precipitado mientras que otros esperan la feliz noticia con ansia.

Por lo pronto, como decíamos, Almeida se muestra tajante con su “no me caso”. Quizá dentro de unos días la respuesta sea otra.