Arantxa Sánchez Vicario renuncia al derecho a la última palabra en el juicio de Barcelona

Lo hizo en septiembre y lo volverá a hacer ahora, en octubre. La semana en que empezó en Barcelona el juicio del Banco de Luxemburgo contra Arantxa Sánchez Vicario, ella decidió declarar el primer día de vistas y pidió ausentarse el resto de días. Fue un golpe a la defensa de su exmarido, Josep Santacana, encausado también.

Esta semana, concretamente este jueves 19 de octubre en el que se presentarán los informes finales de las partes, la extenista tampoco estará. Arantxa ha renunciado a su derecho a testificar, a la última palabra, porque ya está todo decidido.

Su pacto con la Fiscalía y con el Banco de Luxemburgo lo ha dejado todo muy despejado: la condenen o no, está exenta de tener que ingresar en prisión, incluso si la sentencia fuera condenatoria, puesto que acordó una pena máxima de dos años de cárcel. A esto se aferra la campeona para no tener que declarar. La defensa de la extenista la ha asesorado desde el primer momento y los gestos estratégicos lo han sido todo en este proceso.

Divorcio en Miami

Sus abogados le recomiendan que no vuelva a España mientras no sea necesario, porque además en Miami tiene, como hemos contado tantas veces, un conflicto legal abierto en los juzgados en el que tiene que estar muy centrada. El proceso de divorcio con Santacana, que se dirime en la corte del condado de Miami Dade, es harto complejo y tiene muchos frentes abiertos, por lo que toca trabajar en ese punto.

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Así pues, hace una semana Arantxa Sánchez Vicario viajaba a España, en concreto a Madrid, y volvía a Miami de forma casi inmediata. Su visita servía para que toda la familia Sánchez Vicario se reencontrara: recibieron un premio honorífico por sus carreras. Y pese a que esa unión que mostraron ante los medios no es tal en estos momentos, encontrarse en Madrid supuso un primer paso en la normalización de las relaciones de todos los miembros de la familia.

La principal preocupación de Arantxa en estos momentos, sin embargo, es conocer la sentencia sobre el caso del Banco de Luxemburgo. Y todo indica que tras la última jornada del juicio, la decisión llegará rápido. Lo dicen a Vanitatis los expertos legales consultados y también los expertos legales implicados en el caso. “En cuanto la juez empiece su deliberación, que tome su decisión final podría llevar pocos días y tendríamos la sentencia en nada”, señalan las citadas fuentes.

Santacana, ¿exculpado?

Porque lo que queda por decidir, al fin y al cabo, es la culpabilidad o no de José Santacana. Si exculpan a Santacana, señalan las mismas fuentes, sería lógico que exculparan a Sánchez Vicario. Sin embargo, como ella ha admitido los delitos, y lo ha señalado a él como culpable, “es muy difícil que Santacana salga exculpado”. Porque el pacto de Arantxa con la Fiscalía y con la acusación particular “le complican la situación al exmarido”.

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El exmarido de la tenista nunca ha reconocido ninguno de sus delitos y ha culpado directamente a Sánchez Vicario de todo lo sucedido. No ha querido negociar jamás con la Fiscalía, porque asegura que no es culpable. La sentencia despejará las dudas. Porque sólo entonces sabremos si Santacana tiene que ingresar en prisión, porque la Fiscalía y el Banco de Luxemburgo siguen pidiendo cuatro años de cárcel para él.

En una entrevista con Paloma Barrientos en Vanitatis, el exmarido de Arantxa contaba sus motivos para no pactar: “Pues porque considero injusto que tenga una pena por algo que no he hecho. Tengo fe en que la justicia sea igual para todos…”. Y aseguraba además estar muy seguro de que no van a condenarlo. Mientras, desde el otro lado y por parte también de algunos de los implicados en el caso, se sigue señalando al empresario como el responsable de todo lo sucedido.

Deudas millonarias

La querella del Banco de Luxemburgo surge a raíz de un impago de la extenista. La historia se remonta a los años 1988 y 1989, cuando fijó su residencia en Andorra, algo que Hacienda decidió investigar. A partir de aquel momento, las demandas se cruzaron en múltiples tribunales. Hubo sentencias condenatorias contra la campeona, que peleó por su inocencia hasta llegar al Tribunal Supremo, que desestimó su recurso contra la sentencia de la Audiencia Nacional que la condenaba a pagar 3.487.216,50 euros.

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Porque el fisco español consideró que Sánchez Vicario vivía en Barcelona, en casa de sus padres, y no en Andorra como había declarado. Para hacer frente a esa sentencia, la tenista pidió un aval al Banco de Sabadell, que fue contraavalado por el Banco de Luxemburgo. Y cuando la entidad bancaria reclamó el pago de la cantidad vía demanda judicial, empezó el calvario real.

El Banco de Luxemburgo quiso ejecutar su sentencia para cobrar el aval y se encontró con que aquella persona que en principio tenía un patrimonio de hasta 30 millones de euros era insolvente. Así, presentó una querella en los juzgados de Barcelona por alzamiento de bienes, que es como se conoce vulgarmente el delito de frustración de ejecución de sentencia. Llegados a un pacto con la Fiscalía y la acusación particular, a Arantxa Sánchez Vicario sólo le queda esperar a ver la sentencia. Algo que sucederá, si todo sale según lo previsto, antes del final de 2023.