Tres novias, invitados ilustres y una fiesta royal: las mejores fotos del fin de semana

La felicidad ha sido celebrada de diferentes formas y por distinto motivos este fin de semana en varios eventos que han acaparado la atención medíatica por la congregación de rostros de la alta sociedad en ellos.

En Jerez de la Frontera contrajo matrimonio este pasado sábado 14 de octubre Victoria Hohenlohe, duquesa de Medinaceli, con Maxime Corneille.

Pocas horas más tarde era el príncipe Louis Nicolas Crépy de Orleans, de origen francés y el mayor de los once nietos de la princesa Beatriz de Orleans, el que daba el 'sí, quiero' a su prometida, la valenciana Carolina Torio Ballester.

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Patricia Izquierdo

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La duquesa de Medinaceli llegó puntual a la iglesia de San Miguel, en coche de caballos y del brazo de su hermano Alex, marqués de Navahermosa y duque de Ciudad Real.

Lució para su gran día un vestido con escote caja y manga al codo que parece llevar el sello de T.ba, la firma de su íntima amiga Sol Prado.

La fundación ducal Casa de Medinaceli es´ta presidida por el duque de Segorbe, al que varios de los primos, incluidos los hermanos de Victoria Hohenlohe, están enfrentados en los tribunales a causa del reparto de la herencia. Por ese motivo, Victoria no lució la imponente tiara de la casa, una de las joyas más impresionantes del joyero de los Medinaceli.

La cola del vestido era quizá el elemento más llamativo del diseño. De varios metros de largo, estaba protagonizada por una mantilla bordada.

En cuanto al look nupcial de Carolina Torio Ballester, la novia no dudó en confiar en las expertas manos de Marcos Luengo para dar forma a su vestido.

El diseño evasé estaba realizado en crep de seda pesante y contaba con un escote en V enmarcado por un bordado realizado artesalmente, así como con manga francesa y un canesú también bordado a la espalda que ocultaba el nacimiento de una cola de crep de tres metros de largo y forrada en satén de seda.

La tercera novia del fin de semana, Michelle Salas, hija del cantante Luis Miguel, lució tres diseños durante los tres días que duró el enlace, entre la ceremonia y los festejos. La propia novia compartió una fotografía con su look nupcial principal en sus redes sociales. Se trataba de un diseño de manga larga, con encaje y corpiño encorsetado que recuerda a diseños nupciales míticos como el que lució Grace Kelly, que logró convertir su look nupcial en icónico, o el de la mismísima Kate Middleton.

La falda contaba con caída en picado y una gran cola. Para el peinado, Michelle se decantó por un sofisticado moño bajo y en cuanto a las joyas, se rindió a Tiffany & Co.

Otro de los vestidos lucidos por la hija de Luis Miguel que llamó la atención fue el diseño verde oliva, ceñido al cuerpo con un corsé y adornado con flecos en la falda.

El tercer diseño, en blanco, contó con mangas abullonadas y una falda larga, bordada con flores blancas a lo largo de todo el vestido, que le daba un toque muy romántico.

Todos los enlaces lograron reunir a destacadas personalidades entre sus invitados. Pero si hay una asistente que resaltó por encima del resto, esa fue, sin duda, Máxima de Holanda. Era una de las invitadas más esperadas en la boda de Victoria Hohenlohe y Vanitatis tuvo acceso a las primeras fotos de la reina de Holanda y su hija llegando a la iglesia.

Máxima se decantó por un look sobrio y elegante confeccionado en color gris perla. En el vestido, de manga larga, destacaba una larga abertura en su pierna izquierda. Complementó el look con un tocado a juego, de diadema y un gran plato, adornado con plumas.

Su hija Amalia se decantó por el color rojo y lució un vestido de largo midi con bajo ligeramente más largo por detrás, estampado de flores, escote cruzado en V y mangas abullonadas.

Para el tocado eligió uno en forma de ramas muy ligeras adornadas con cristales.

A la boda de Jerez también acudieron Luis Medina y su novia, Clara Caruana, Miriam Ungría y sus hijos o los duques de Huéscar, entre otros, tampoco faltaron a la cita.

Medina y Caruana eligieron esta ocasión para anunciar públicamente su romance, llegando juntos al templo ubicado en el centro de Jerez de la Frontera. Él lució traje de chaqueta gris acero y ella un vestido de encaje rojo sin mangas y falda con corte evasé firmado por Oscar de la Renta. Complementó el look con sandalias minimal de Aquazzura y diadema con velo de Mimoki.

Los duques de Feria, Rafael Medina y la diseñadora de moda de baño Laura Vecino, también lucieron palmito. Vecino se rindió a Colombia en las firmas elegidas para su estilismo. Johanna Ortiz fue la que firmó su vestido valorado en 4.280 euros que presentaba una exploración de texturas con flecos, bordados y macramé, tal y como explican desde la propia firma.

Se trataba de un diseño perteneciente a la colección Cayetana inspirada en España que complementó con un clutch en tono fucsia y sandalias doradas de Aquazzura, la misma firma que escogió su cuñada, Clara Caruana, que también se decantó por unas sandalias minimal.

Como peinado, Vecino eligió recoger su rubia melena con un moño bajo, lo que permitía que se vieran los pendientes con forma floral en tono crudo.

Rafael Medina optó por un traje de chaqueta gris que combinó con chaleco a juego y con corbata color vainilla. Llama la atención lo que parece ser una especia de férula sobre su pierna derecha.

Miriam Ungría, ahora princesa Miriam al-Ghazi de Jordania, acudió acompañada por sus dos hijos, Boris y Beltrán Sajonia-Coburgo-Gotha, y escogió un diseño en color humo que combinó con un tocado a juego.

Anna Gamazo, tía de la novia, se rindió a un diseño de corte camisero confeccionado en seda estampada por Jorge Vázquez, su diseñador de cabecera. Lo combinó con un tocado a juego y complementos en tono nude.

Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart eran dos de los invitados más esperados. La duquesa destacó con un diseño tipo túnica color toffe con grandes lunares negros que combinó con pamela de rafia negra y sandalias minimal a juego.

Sol Prado, fundadora y directora creativa de la firma T.ba y la persona que firmó el look de la novia, acudió con un conjunto en color verde oliva formado por vestido y chaqueta.

La aristócrata belga Hermine de Grunne arriesgó con un colorido vestido estampado, con cut out a la altura de la cintura, que combinó con una pamela XXL bicolor.

El hermetismo de la boda de la hija de Luis Miguel no permitió que salieran a la luz imágenes de los invitados, pero sí pudimos ver a los que acudieron a la boda celebrada en la Catedral de Valencia, que también logró reunir a grandes personalidades de la nobleza y la realeza, comenzando por los miembros de la dinastía Orleans, descendientes de Luis Felipe I, último rey de Francia.

Beatriz de Orleans, abuela del novio, escogió para la ocasión un vestido tipo túnica con largo hasta los tobillos, de color rosa empolvado, manga larga y pedrería rodeando el cuello rematado en pico.

La prima del rey Juan Carlos atendió a los medios a la puerta del templo, acompañada de una de sus hijas, vestida con un total look en fucsia con pamela.

El príncipe Carlos Felipe de Orleans acudió acompañado de su esposa, Naomi-Valeska Kern, con la que contrajo matrimonio hace pocos días. Para el enlace del nieto de Beatriz de Orleans, la alemana se decantó por un dos piezas en tono azul pastel formado por falda midi plisada y chaqueta con abotonadura y cinturón, todo combinado con un tocado ladeado en color crudo.

La madre de la novia, Maite Ballester Fornés, lució un look firmado por el asturiano Marcos Luengo, el mismo que diseñó el vestido de su hija.

Tampoco faltço al enlace Pedro de Borbón, hijo del infante Carlos de Borbón y de la princesa Ana de Orleans. Acudió acompañado de su esposa Sofía Landaluce, quien se decantó por un vestido color berenjena, de manga corta y falda por debajo de la rodilla, ceñido a la cintura con un lazo rosa. Lo complementó con un tocado ladeado adornado con grandes flores.

Cristina de Borbón Dos Sicilias, hermana del duque de Calabria, se rindió al fucsia, al igual que Clotilde, la hija de Beatriz de Orleans, Lució un vestido de manga larga y cuello caja, con falda por debajo de la rodilla y detalle fruncido en un lateral de la cintura.

Entre los rostros famosos que asistieron al enlace resaltó el de Ainhoa Arteta. La cantante lírica lució un vestido de tafetán en color camel, con cuerpo camisero y falda en forma de A hasta los pies.

Nos vamos ahora a Dinamarca para repasar todo lo que se vivió con motivo de la mayoría de edad del príncipe Christian. Fue una jornada larga y llena de emoción, que comenzaba con la tradicional foto familiar en el balcón del castillo Federico VIII, en el recinto de Amalienborg de Copenhague. Se trata de un gesto que se remonta a décadas de historia, ya que en su momento también vimos al padre, la abuela y el bisabuelo de protagonista del día celebrarlo así. Apenas dos minutos de posado en el que una emocionada Margarita de Dinamarca demostró el orgullo por su nieto.

Pero era por la noche cuando tenía lugar la cita más esperada, esa cena de gala que reunía a gran parte de la realeza europea. Dos de los asistentes fueron Pablo de Grecia y Marie-Chantal, con la tiara de diamantes de la reina Sofía.

Tampoco faltaron Haakon y Mette-Marit con su hija, Ingrid Alexandra. Era una de las sorpresas de la noche, ya que no se esperaba a la princesa heredera, dado que lleva varias semanas de baja médica y alejada de su agenda oficial.

Estelle ya es toda una habitual en las citas reales y ha sido una de las invitadas de menos edad en esta cena de gala en Amalienborg. Junto a sus padres, posó tras la cena en una histórica foto junto a la próxima generación de royals presentes en la velada, como Amalia de Holanda, Elisabeth de Bélgica, Ingrid de Noruega o el propio Christian de Dinamarca.

Precisamente, dos de las herederas presentes fueron de las más alabadas por sus estilismos. Amalia de Holanda y Elisabeth de Bélgica tomaron prestadas piezas del joyero familiar y, en el caso de la princesa de Orange, lució unos zapatos muy conocidos para los fans de 'Sexo en Nueva York', ya que eran 'Manolos' con los que Big pide matrimonio a Carrie Bradshaw en la primera de las dos películas.

Y como en todas las citas de este tipo, la cena estuvo plaga de detalles y anécdotas. Una de ellas, la emoción de la propia Margarita al ver a su nieto por primera vez con la Orden del Elefante, que le había otorgado solo unas horas antes. Tanto la banda como la insignia fueron propiedad del príncipe Henrik, su difunto marido. Un detalle muy emotivo y que la reina no pasaba por alto cuando se encontraba con su nieto, vestido de gala.

Ingrid Alexandra de Noruega compartió mesa y mantel con Christian y la monarca. La princesa noruega lucía la tiara de Ingeborg, su bisabuela, la misma con la que se hicieron los retratos oficiales por sus 18 años.

Así, la cena reunió a cinco príncipes de la nueva generación, dos ya postuladas como herederas y dos ocupando el segundo lugar de la línea de sucesión al trono de sus respectivos países.

Unos actos, los de Dinamarca, muy diferentes a los que viviremos en apenas dos semanas con la mayoría de edad de la princesa Leonor, que serán mucho más privados e institucionales.