Hablamos con Carmen Maura y Olivia Molina sobre madres, nietas, enfermedad e historia del cine

'Mi otro Jon', que ha llegado a los cines este fin de semana, es una película especial. No solo porque su recaudación está destinada a la fundación Aladina, que ayuda a niños con cáncer, sino porque reflexiona, de manera accesible, sobre la vida, el lugar que les damos a nuestras madres o cómo aprovechamos el día a día. Carmen Maura y Olivia Molina son madre e hija en la nueva película de Paco Arango, que ha reunido a un amplio reparto en el que caben desde Marisol Ayuso a Ana Obregón, pasando por Macarena Gómez o el mismísimo Mariano Rajoy, que realiza un breve cameo y estuvo encantado de participar en una cinta que también parece una fiesta de amigos.

Maura es una mujer a la que anuncian una muerte próxima. Su única forma de ver el mar es que su alma ocupe el cuerpo de otra persona, un camionero fallecido al que encarna, imitación incluida, un solvente Fernando Albizu. Vanitatis ha hablado con Maura y Molina. Dos generaciones y dos formas de ver la vida en una entrevista en la que reflexionan sobre el cine y cómo sobrellevar las malas noticias, algo a lo que estamos hoy bastante acostumbrados entre guerras, pandemias y terrorismo.

La película mezcla, con bastante habilidad, el humor con el sentimiento. Como actrices, ¿es fácil de conseguir algo así?

Carmen Maura: Pues tenemos un director que nos guía y un guion que nos dice que tenemos que hacer eso. No hay que darle demasiadas vueltas de 'ahora me voy a hacer la graciosa, ahora me voy a hacer la triste'. No creo que tenga especial dificultad. Yo creo que todo se hace igual, la comedia y el drama. Para mí es lo mismo, porque muchas veces en una comedia la protagonista sufre muchísimo. No creo que haya que distinguir ni buscarle un significado especial.

Olivia Molina: Es una película muy coral y Paco tenía claro que cada uno llevaba uno de los colores dentro del abanico de emociones. Cada uno tenemos unos raíles muy definidos y por eso no nos costó hacerlo.

Carmen Maura: Yo, por ejemplo, que interpreto a una persona a la que le dicen que se va a morir en tres meses, tendría que aparecer más pachucha. Pues quedamos con el director en que de pachucha nada. Al final, es cine.

En alguna entrevista he leído, Carmen, que ahora haces películas que le puedan gustar a tu nieta. ¿Es cierto?

Carmen Maura: No estoy pensando, específicamente, en que le vayan a gustar a mi nieta. Lo que me sorprende es que le gusten cosas que no esperaba que le gustasen. Hay una película próxima, muy fuerte y de terror, y ella me ha ayudado a repasar el texto. Me di cuenta de hasta qué punto ahora están educados de otra forma, porque no se sorprendía como público de ninguna de las burradas del guion. Me encantó y me gustaría volver a conseguir a la gente joven como público.

Es muy divertido ver cómo Fernando Albizu clava tus gestos...

Carmen Maura: Cuando vi la proyección de la película, porque yo no estaba presente cuando Fernando rodaba, me quedé asombrada. Él me dijo que no veía que lo hubiese hecho tan bien. ¡Qué bruto es! Parece ser que estudió mucho, se vio mis películas e hizo el típico trabajo de actor actor. Está maravilloso. Es increíble porque enseguida te lo crees. Me lo creo yo y se lo cree el público.

Olivia Molina: Decidimos que la relación no cambiase cuando estaba él, que tuviese la misma fisicidad de la mía con Merche, a la que interpreta Carmen Maura. Conseguir sostener eso era bastante difícil.

Hay gente que me ha dicho que lo primero que piensan al ver la película es en llamar a sus madres...

Olivia Molina: La película te hace consciente de lo efímero que es todo, de lo rápido que pasa y de que las cosas, buenas o malas, suceden en cualquier momento. A veces, en la vorágine de nuestras vidas, no somos conscientes de cuidar o de poner atención en las relaciones. Y nos perdemos. De pronto llega una mala noticia o la propia vida, te paran un poco y te das cuenta de lo bien que estabas y lo rápido que se pasa el tiempo. Esta es una peli para cuidarnos y no dar nada por hecho. Parecen tópicos, pero a final hay que recordárnoslo.

Carmen Maura: A mí me enganchó la personalidad de Paco. Y cómo se toma las cosas. Además, el rodaje fue muy tranquilo y estuvimos muy bien tratados todos.

El reparto está lleno de nombres conocidos, ¿qué tiene Paco Arango para que todo el mundo le diga que sí?

Olivia Molina: Paco es muy carismático. Al final muchas personas están ahí porque es una película solidaria y les mueve eso, lo que pueden aportar para ayudar a la fundación Aladina, a familias que están en una situación delicadísima.

La película, en cierto modo, también es un homenaje a su madre, de la cual aparece una imagen.

Carmen Maura: Me acuerdo que estábamos comiendo en un restaurante con las señoras y de repente le llamaron porque su madre estaba en el hospital. Él se lo toma de una forma maravillosa. Me encantaría que se me pegase algo de su manera de pensar.

Olivia Molina: Él está muy acostumbrado a estar cerca del sufrimiento y atravesarlo, porque imagina lo que es estar trabajando con niños con cáncer. Te hace ser consciente de lo que es. Y lo trata con mucho respeto. Y eso es importante también.

¿Actuaríais lo mismo que vuestros personajes en una situación similar?

Carmen Maura: Yo nunca haría sufrir al marido de una hija. Me retiro, no opino. Me retiraría y disimularía, que en eso tengo práctica (risas). Con mi nieta hago igual, no se me ocurre darle consejos, y es la mejor manera porque confía en ti y se relaja. Aunque me cayese mi yerno como un tiro, disimularía.

Olivia Molina: Depende del dolor. No puedes elegir lo que pasa, pero sí la actitud con la que lo vives. Yo por carácter soy cuidadora y sí me vería acompañando a alguien para cumplir su sueño o en esas circunstancias.

Carmen Maura: A mí me dolería más el problema en un hijo que en mí misma.

Te quería preguntar, Carmen, cómo vive uno siendo consciente de que ya es historia del cine español...

Carmen Maura: No pienso en ello. No me impresiona mucho. Soy una actriz un poco por casualidad porque si mi grupo de aficionados hubiera durado más a lo mejor no me hacía profesional. Me da un poco de risa. He hecho una carrera valiéndome sobre todo de mi intución. Pasé los primeros años de mi carrera, veinte, sin tener un agente que me aconsejara ni nada. Con los primeros que tuve no hubiese hecho los trabajos de Almodóvar, los de Colomo, los cortometrajes... Tenía una vida bastante dramaticoide y el cine era como ir a un parque de atracciones. Y sigue siéndolo. Tampoco me impresionan los premios por cómo empecé. Es más, ya me encanta que se los den a otras. Lo que sí me gusta es que el público lo pase bien conmigo y por la calle me digan: "Mi padre estaba depresivo y se lo pasó genial contigo". No me siento leyenda del cine.

Carmen Maura: Es que es una pena, porque hay mucha gente joven que no ha visto, por ejemplo, 'Pepi, Luci, Bom', que sería una película completamente prohibida ahora y es maravillosa. ¿Tú sabes lo que es verme a mí con una correa? Te digo que no habría pasado la censura. La libertad que teníamos en los 80, con mil perdones, no tiene nada que ver con la situación de hoy.